Ahora que llega el calor y comienzan las vacaciones estivales, queremos recordaros uno de los mejores destinos turísticos para visitar este verano: Andorra.
Este principado cuenta con unas ofertas de ocio y entretenimiento estupendas, pero también con unos espacios naturales de gran belleza si queremos disfrutar de la tranquilidad, ya que nos permite visitar varios parques naturales.
Situado en los Pirineos, Andorra es un magnífico enclave en el que nos podremos perder entre increíbles parajes, conocer entornos de la alta montaña, soltar adrenalina practicando deportes de aventura y no menos importante, disfrutar de su exquisita gastronomía.
Porque también hay una Andorra salvaje en la que poder pasar unas vacaciones de verano diferentes, con actividades al aire libre y rutas con encanto por recorrer. Sin duda, una alternativa más fresquita y exótica a las aglomeraciones de las playas y la costa.
Y es que una ubicación tan extraordinaria como Andorra, atesora todo lo que necesitamos para hacer una escapada o pasar las mejores vacaciones.
Si quieres conocer qué se puede visitar en este principado, vamos a mostraros algunos sitios y planes que os servirán para organizar mejor vuestras vacaciones estivales.
Índice de contenidos
- Turismo rural en Andorra
- Rutas con encanto en Andorra
- Los lagos de Tristaina
- Parque natural del valle de Sorteny
- Lago de l’Estanyó (Ordino)
- Parque natural de los valles del Comapedrosa
- Los valles de Madriu, Perafita y Claror
- Valle de Inclès y lagos de Juclar (Canillo – Soldeu)
- La Ruta del Hierro
- Camino de las Pardines
- Lago de Engolasters
- Camino del Rec del Solà (Escaldes-Engordany-Andorra la Vella)
- Camino del Gall (Canillo – Soldeu)
- Sitios de Andorra que no puedes perderte
Turismo rural en Andorra
Andorra es una elección cercana y económica si deseamos pasar unas vacaciones de verano en la montaña, por lo que es un destino ideal para realizar turismo rural.
Como hemos dicho, esta clase de turismo es perfecta si queremos tranquilidad y evitar aglomeraciones de gente a la vez que disfrutamos de la naturaleza.
Mientras que Andorra en invierno es un sitio magnífico para esquiar, en verano también nos vendrá muy bien para evitar los calores, ya que suele tener unas temperaturas mínimas que van desde los 17° C, a las máximas que están en torno a los 24° C.
También podremos deleitarnos con los parques nacionales que pueblan todo el territorio, a la vez que tenemos la posibilidad de realizar diversas actividades al aire libre.
Sin duda, el senderismo o las excursiones a pie son las mejores, ya que nos permitirán realizar ejercicio a la vez que disfrutamos de magníficos paisajes, en muchos casos de una belleza sobrecogedora.
Es una estupenda excusa para pasarlo en grande entre parajes verdes, rios caudalosos y pueblos de piedra con un encanto natural, siendo otra forma de desconectar de nuestra rutina diaria.
El turismo rural tiene muchos puntos positivos, ya que nos servirá para disfrutar mejor de las vacaciones con nuestra pareja, familia o amigos, convirtiendo cada momento en algo irrepetible que recordaremos para siempre con cariño.
Andorra tiene una actividad bastante dinámica durante el verano, presentando diversas propuestas que encantarán a toda clase de públicos, ya sean niños, jóvenes, adultos o mayores.
Rutas con encanto en Andorra
En este principado podremos hallar más de 50 rutas de senderismo por las que andar o correr sin que importe nuestro nivel de experiencia y destreza, así como rutas cicloturísticas o de montaña (BTT) y demás sitios de interés gracias a los que podremos apreciar el área con mayor profundidad.
La mejor forma de conocer Andorra es recorrerlo a pie, haciendo honor al slow travel o la filosofía de viajar sin prisas. Así podremos desconectar del todo, bajar el ritmo y disfrutar al máximo de las vacaciones y las personas que nos acompañen durante nuestro viaje.
Hay mucho por conocer en Andorra, así que os vamos a mostrar algunos de esos sitios o rutas que no os podéis perder y merece la pena descubrir.
Los lagos de Tristaina
Sin duda es un lugar al que debemos una excursión obligada si queremos disfrutar de la naturaleza andorrana en todo su esplendor.
La ruta por los lagos de Tristaina recorre tres enormes lagunas emplazadas a una altitud de 2300 metros sobre el nivel del mar, las cuales reúnen el agua que fluye desde el Pico de Tristaina (situado a casi 2900 metros sobre el nivel del mar), por lo que nos brinda un marco natural incomparable.
Si queremos realizar una ruta por la montaña, pero no tenemos un nivel de experiencia muy alto, es una excelente opción por su agradable recorrido y fácil acceso. La senda comienza en la misma carretera, por lo que podremos llegar con nuestro vehículo sin problema.
Para ver los tres lagos no tendremos que andar mucho, así que es una excursión muy agradecida. Están cerca de la estación de esquí de Ordino-Arcalís y la iglesia de Ordino. Aparte, podremos coger el telesilla para llegar arriba y así disfrutar mucho mejor de las vistas desde lo alto.
Parque natural del valle de Sorteny
El Parque natural del valle de Sorteny se encuentra cerca de la parroquia de Ordino y los picos más altos de Andorra, atesorando unos parajes frondosos y llenos de vida. Este valle destaca, además de hacerlo por la belleza de sus paisajes, por su flora y fauna.
Aquí se pueden encontrar más de 700 especies de flores y plantas, algunas exclusivas de los Pirineos, y también un buen número de animales de cotas altas, como el rebeco o la marmota. Además, si sois amantes de las mariposas, este paseo os fascinará, ya que se pueden observar de muchas especies.
Al cruzar este parque, podremos ver caballos, burros y vacas pastando en libertad y disfrutando del aire libre. Aparte, cuando os encontréis a mitad del itinerario, hallaréis un área llena de plantas medicinales.
Los dípticos que elabora el parque nos servirán para conocer mejor los ejemplares de la fauna y flora, mostrándonos la información que necesitamos para identificar los puntos en los que nos encontremos, aunque algunos de los animales pueden resultar difíciles de ver.
Lago de l’Estanyó (Ordino)
Dentro del Parque natural del valle de Sorteny encontramos también este bello lago que os recomendamos visitar encarecidamente.
La ruta que nos dirige al lago del Estanyó no entraña ninguna dificultad. Primero asciende por una pista forestal que nos lleva al jardín botánico y, después, a la bifurcación que nos conduce al estanque.
A partir de aquí el sendero está muy bien señalizado con marcas amarillas y transcurre, en general, por terreno llano. Sólo hay que hacer un esfuerzo extra en un pequeño tramo donde el sendero sube por dentro del bosque.
Una vez atravesado este tramo, se abre ante nosotros un paisaje indescriptible. Frente, el circo del Estanyó, con su cima más alta, que araña los 3000 metros. Detrás, un mar de montañas que se extienden hacia el infinito. Al fondo de la postal asoma la reina de los Pirineos catalanes, la montaña Pica d’Estats.
El lago del Estanyó es un lugar que parece hecho para detener los relojes. Sentarse en su orilla para contemplar el ondeo de sus aguas tranquilas permite parar el tiempo y disfrutar del instante.
Parque natural de los valles del Comapedrosa
Este parque natural es otro entorno natural que representa a la perfección el ecosistema de montaña andorrano. Aquí encontramos la cima más alta de Andorra, el Comapedrosa (2942 m), que también da nombre a este espacio protegido.
En este espacio hallaremos innumerables bosques, lagos y cascadas, así como una importante flora y fauna. De hecho, el 75% de la fauna del Principado se halla en este parque natural y cuenta con más de 700 especies de flora.
El Parque natural de los valles del Comapedrosa es uno de los parques más visitados para la práctica de deportes de montaña, tales como la escalada de montaña o el esquí de fondo.
Desde hace poco, también se realizan en verano excursiones a caballo que recorren algunos de los puntos más representativos del parque.
Además, se puede realizar una gran variedad de excursiones gracias a su red de caminos, que incluye senderos de gran recorrido que conectan los tres refugios del parque y permiten llegar a muchos lugares de interés.
Una de las rutas más bonitas comienza desde el aparcamiento que está al lado de la caseta del parque. La senda está perfectamente señalizada y no tiene pérdida.
Según avancemos, llegaremos a espacios más aéreos y montañosos que nos permitirán acceder al valle glaciar. Allí disfrutaremos de bellos lagos de montaña como el Estanque de las Truchas o la Balsa de las Ranas, e incluso a pies del Compaderosa, el Estanque Negro.
Aunque el regreso se efectúa por el mismo camino, es recomendable aprovechar para bajar siguiendo el rio Pollós. Encontraremos un sendero interpretativo (señales circulares amarillas), el cual parte del camino forestal cerca de donde empieza la ruta y nos llevará al aparcamiento, pero entrando por el otro margen del río.
Gracias a este sendero, aprenderemos diferentes aspectos de la fauna, flora y geología del Comapedrosa. En una de las paradas también podremos apreciar la maravillosa cascada del río Pollós.
Este parque, como los anteriores, alberga una extensa representación de la fauna (como la gramosa, el águila real, el quebrantahuesos etc.) y la flora (como la genciana de Burser, el Cerastes pirenaico, el pensamiento alpino, etc.) típicas de los terrenos alpinos y subalpinos.
Las plantas y los animales se han adaptado perfectamente al clima de la alta montaña, adaptaciones que los hacen muy interesantes para los amantes de la naturaleza.
Los valles de Madriu, Perafita y Claror
El Madriu-Perafita-Claror es un valle glaciar del sureste del Principado, formado por la cuenca del Madriu y sus afluentes, los ríos Perafita y Claror, que configuran la segunda cuenca hidrográfica andorrana más extensa. Nace a 1200 m y alcanza cotas de 2500 m de altitud.
Ocupa una superficie de 42,47 km², lo que supone un 10% del territorio del Principado, y se reparte entre las parroquias de Andorra la Vella, Encamp, Escaldes-Engordany y Sant Julià de Lòria. En 2004 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en la categoría de paisaje cultural.
El valle tiene una peculiar forma en «u» a causa de su origen glaciar, con pastos, prados y grandes extensiones boscosas. La presencia de bordas, caminos y restos de antiguas forjas, atestiguan el uso de los recursos naturales del alto Pirineo por parte de los habitantes andorranos durante más de 700 años.
Su principal fuente de riqueza es el agua del río que, a su vez, se alimenta de una gran variedad de estanques que hay dentro del círculo glacial del Gargantillar.
Gracias a diversas filtraciones, toda su fuerza acuática virgen crea un depósito natural de agua termal de más de 60º, que podemos visitar en la parroquia de Escaldes-Engordany.
A lo largo del valle se pueden encontrar varias «bordas», edificios para usos ganaderos propios de los Pirineos, que por su aislamiento de las zonas pobladas, contribuyen junto a los bosques de pinos y ríos, a dibujar escenarios de un alto valor paisajístico.
También abundan los «orris», pequeños cobertizos para los pastores, que son un ejemplo de la infraestructura de crianza de animales entre los siglos XIII y XVII, cuya primera función consistía en la producción de quesos.
Hay diferentes itinerarios para recorrer el valle del Madriu sin dificultad técnica durante cinco horas.
Entre los caminos de gran recorrido está el GR7, que recorre todo el valle; el GR11, que se incorporó a una altura de 1600 metros hasta el lago de la Isla, punto en el que abandona el Madriu por el cuello del valle Civera; y, finalmente, el GRP (gran recorrido del país) que comienza en la parte más alta del valle, es paralelo al GR7 y termina en el círculo glacial.
Valle de Inclès y lagos de Juclar (Canillo – Soldeu)
Existen muchos valles glaciares en el Principado, pero este es uno de los más famosos, siendo casi fronterizo con Francia. Para llegar al valle de Inclès, primero tendremos que ir unos kilómetros en coche y después ya podremos ir caminando.
Es sin lugar a dudas, el fiel reflejo de la belleza de Andorra en cuanto a paisajes de alta montaña se refiere: casitas de piedra, verdes praderas repletas de flores, cascadas salvajes que discurren entre las altas montañas… Este valle parece sacado de una postal.
Aparte de su belleza, en el valle de Inclès se dan cita la flora y fauna típica andorrana, de gran interés medioambiental.
Es una ruta extensa, pero es todo un placer pasear al lado de los riachuelos, pasar por sus puentes de madera o piedra, y descansar respirando el aire más puro en alguno de los diversos bancos que hay diseminados por el camino.
La Ruta del Hierro
Gracias a esta ruta, podremos revivir el pasado siderúrgico y minero del Principado, que fue la principal fuente de ingresos de la zona entre los siglos XVII y XIX. Precisamente el valle recibió su nombre por la abundancia de minas de hierro que se hallaban en el mismo.
Algunos de los lugares donde se sucedieron las actividades mineras fueron La Farga Rossell, la mina de Llorts o el camino de los trajineros, testigos de las labores de estos trabajadores en el pasado.
Tanto dentro de la mina de Llorts, como a lo largo del recorrido del camino de los Hombres de Hierro, veremos diseminadas varias estatuas de piedra y metal que fueron elaboradas por distintos artistas internacionales. Un gran homenaje a todos aquellos mineros que trabajaron en el Vall d’Ordino.
El recorrido total de la ruta es de 5 kilómetros más o menos, con un desnivel de unos 100 metros, por lo que es bastante cómodo para todos los públicos y edades. Cuando terminemos el camino, una visita obligada es La Cortinada, una parroquia pequeña, pero encantadora.
Camino de las Pardines
Para todos los amantes de la naturaleza, otra ruta imperativa es este camino, que conforma un precioso itinerario que parte de la iglesia de Encamp (Els Cortals dEncamp) y llega hasta el lago de Engolasters.
El trayecto, empezando desde Els Cortals dEncamp, se sitúa cerca del kilómetro 3 de la CS220 (justo donde confluyen la carretera de Els Cortals con la Borda de las Pardines.
Según vayamos caminando, hallaremos pequeños jardines botánicos con plantas autóctonas de los Pirineos. Más adelante, tras atravesar dos puentes, daremos con un pequeño salto de agua.
Siguiendo el camino otros 25 minutos, podremos disfrutar desde un mirador de las excelentes vistas del pueblo de Encamp y los picos de Llevant, Torralleda y de la Pala Alta. También encontraremos la reconstrucción de una antigua carbonera.
Cabe mencionar que todo el trayecto está equipado con puntos de agua y mesas. Es una ruta bastante cómoda, ya que el terreno es bastante llano, y tiene una longitud de unos 3 kilómetros y medio entre la ida y la vuelta.
Cuando lleguemos al lago de Engolasters, hallaremos dos restaurantes y una actividad de bosque de aventura equipado con puentes y tirolinas.
Lago de Engolasters
El Lago de Engolasters es otra zona en la que podremos pasear tranquilamente disfrutando de sus bonitos paisajes. Este lago es un embalse artificial que suministra energía hidroeléctrica al Principado, siendo un entorno muy fresquito para la época estival.
Lo bueno de este lago es que tiene fácil acceso, encontrándose a pocos kilómetros de Andorra. Por cierto, las vistas desde la carretera que nos lleva al lago también son excelentes.
Los entornos están cubiertos de robustos pinos, convirtiendo a este sitio en un lugar estupendo para disfrutar de un picnic, realizar paseos agradables y encontrar la paz y tranquilidad que tanto buscamos en estos paisajes. Es el lugar perfecto para pasar un día de campo con la familia.
Camino del Rec del Solà (Escaldes-Engordany-Andorra la Vella)
Esta ruta de cuatro kilómetros es bastante fácil de recorrer, por lo que es otro camino ideal para todos los públicos. No posee desniveles apenas y nos permite divisar la ciudad de Andorra la Vella a la perfección
El itinerario pasa a lo largo de un antiguo canal de riego que fue creado en 1880 y consta de distintas zonas para descansar con bancos para sentarse y miradores a la capital andorreña.
También podemos disfrutar de un circuito con explicaciones acerca de la transición rural de Andorra.
Camino del Gall (Canillo – Soldeu)
El Camino del Gall es otra ruta recomendable de unos 7 km de recorrido que comienza en la parroquia de Canillo y llega hasta la estación de esquí de Soldeu. Relativamente no es un camino difícil, porque aunque cuenta con un desnivel de 200 m en algunos puntos, se hace bastante llevadero.
Siguiendo la senda, obtendremos unas vistas inmejorables del valle y sus parajes naturales a lo largo de la ribera del río, que pasa muy cerca de la carretera que une Canillo con Soldeu.
Veremos también un puente suspendido y varias indicaciones sobre la flora y la fauna de la zona, siendo una excusión estupenda para los niños y toda la familia.
Sitios de Andorra que no puedes perderte
Los pueblos andorranos
Entre los sitios que no debemos perdernos, se encuentran los pueblos más acogedores y con encanto del Principado. Y es que la geografía de Andorra está repleta de pequeños pueblos de piedra en los que parece que el tiempo se detuvo hace décadas.
Uno de los pueblos más famosos es Ordino, que situado a unos 10 km de Andorra la Vella, es una pequeña localidad que cuenta con calles empedradas y peculiares tejados de pizarra.
En esta población también encontraremos el curioso Museo de la Miniatura, que cuenta con interesantes obras artísticas, algunas de las cuales son tan diminutas, que sólo se pueden apreciar con lupa.
Otro pueblecito de gran interés cultural es Prat, que cuenta con tan sólo 40 habitantes, o Pal, donde encontramos la iglesia de la Massana, la más representativa del románico de Andorra.
Dentro de esta parroquia podemos ver «Andorra románica», una exposición cultural en la que a través de medios audiovisuales o incluso tallas de la época, nos explicarán cómo afectó arquitectónicamente esta tendencia artística al Principado.
En el mismo pueblo de Pal, tampoco podemos dejarnos la parroquia de Sant Climent de Pal, que primeramente fue románica, pero más tarde fue reformada en un estilo barroco, como así lo atestigua su retablo del siglo XVII.
Más localidades que nos hechizarán son Les Bons, un antiguo pueblo de la parroquia de Encamp, el cual nos transportará al corazón de la Edad Media; o Llors, en la que encontraremos las antiguas minas de hierro.
Santuario de Meritxell
Emplazado en Meritxell, en la iglesia de Canillo, encontramos el Santuario de la Virgen de Meritxell, que es la patrona de Andorra. La parroquia original es de construcción románica, y aunque fue reformada y ampliada en el siglo XVII, un incendio acabó con ella en 1972.
Al lado de la antigua edificación se erigió un nuevo templo en 1976, la actual iglesia, que fue concebida por el arquitecto catalán Ricard Bofill.
Iglesia de Santa Coloma
La iglesia parroquial de Santa Coloma es una parroquia situada en Santa Coloma de Andorra, en Andorra la Vieja. Es uno de los edificios más interesantes de todo el valle y una joya del arte prerrománico y románico, aparte de ser de las más antiguas de todo el país.
Posee un campanario lombardo de planta circular de cuatro pisos, una particularidad que hace única a esta iglesia en todo el Principado junto con la parroquia románica de Sant Vicens d’Enclar (existen pocas con esta peculiaridad en todo el Pirineo).
Dentro del templo podremos encontrar parte del ciclo de las pinturas románicas en mural del siglo XII. También apreciaremos un retablo barroco de mediados del siglo XVIII, que está dedicado a la patrona de la iglesia, siendo una obra de arte destacada de este estilo.
Casa Farga Rossell
Como hemos dicho, entre los siglos XVII y XIX, el Principado de Andorra fue una región dedicada a la producción de hierro. La Farga Rossell es un vestigio evidente de aquel tiempo.
A día de hoy, es una institución de interpretación que narra, a través de una visita con material multimedia, el procedimiento de conversión del mineral de hierro en lingotes y cómo se vendía luego en los mercados de Cataluña.
Además, enseña el manejo del martinete impulsado por agua y de qué forma se generaban en aquella época los lingotes empleando sólo equipamiento antiguo.
Mirador Roc del Quer
Este fabuloso mirador nos permite apreciar mejor los verdes parajes andorranos desde las alturas. El mirador Roc del Quer se encuentra en la carretera entre Canillo y Ordino.
Se inauguró hace poco tiempo, y aparte de las sobrecogedoras vistas de valles y montañas que nos permite ver, y la sensación de vértigo que nos transmite, podemos apreciar una estatua de arte moderno que a buen seguro nos servirá para inmortalizar nuestras fotos en este sitio.
Los miradores son una excelente manera de conocer los paisajes y formaciones orográficas de Andorra, como ocurre también con el mirador del rio Runer (situado muy cerca de España) o el de la roca de la Sabina, importante por su valor ornitológico y desde el que podremos ver el rastro que dejó un alud en 1996.