La belleza se puede manifestar de muchas maneras, la más conocida es la que se expresa a través del rostro. La piel, los rasgos faciales, el pelo, las uñas y un largo etcétera de aspectos corporales se encargan de proyectar la imagen de una persona, pero existen más formas de transmitir hermosura, por ejemplo, cuando un individuo goza de bienestar y alcanza la estabilidad emocional se dice que su semblante está radiante. Pero, ¿cómo se puede conseguir todo esto?
En la actualidad, alcanzar un grado satisfactorio de belleza es uno de los propósitos más perseguidos por las personas, junto con los de obtener salud, dinero y amor. Las soluciones que presenta el mercado cosmético son varias, pero no todas son igual de eficaces y seguras.
¿De dónde se obtiene?
La naturaleza es la fuente que sirve de base para los tratamientos más eficientes y seguros que podemos encontrar en el mercado. Y es que el campo posee una gran variedad de plantas, con una multitud de propiedades orientadas hacia el mundo cosmético. Mejorar la imagen y la belleza de una persona es posible haciendo uso de estos remedios.
La hierba de San Juan es un gran hallazgo en este sentido, en los herbolarios y farmacias se conoce como hipérico. Esta planta es tratada y macerada en aceite, de esta manera se pueden extraer sus propiedades y facilitar su aplicación en diferentes zonas corporales. Mencionar que su uso debe ser nocturno, pues es cuando más y mejor efecto hace.
Las propiedades del aceite de hipérico y su relación con la belleza
Las propiedades que se atribuyen al aceite de hipérico son varias, todas ellas contribuyen a lograr un mejor estado de salud, y por ende, repercuten positivamente en la hermosura de una persona. De ahí que este producto sea usado en artículos de belleza, pues sus características son tanto medicinales como cosméticas.
Se pueden dividir en dos grupos, los campos de acción de este producto con respecto al cuerpo humano. El primero, y más conocido, son los efectos positivos en la apariencia exterior. Y en segundo lugar, y menos conocido, son los resultados óptimos en la mejora de la salud interior, emocional, que tienen una gran repercusión en la belleza que un rostro proyecta.
Los tratamientos que contribuyen a una mejora en la belleza externa, tienen efecto en:
- La piel.
- El cabello.
El aceite de hipérico tiene propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes. La aplicación de este producto garantiza el mantenimiento óptimo del estado de la piel. Las marcas, debido a golpes o rasguños, pueden perdurar mucho tiempo en la dermis si no son tratadas a tiempo y con el material adecuado. La hierba de San Juan contiene facultades curativas a este respecto, y puede lograr eliminar de manera satisfactoria cualquier tipo de signo causado por un accidente.
Las características nutrientes del hipérico consiguen dar a la piel un aspecto y tacto suave, algo muy valorado en el mundo de la belleza. Además, este aspecto contribuye mucho en la salud personal, pues evita situaciones molestas como la sequedad, la aspereza y las dolorosas grietas en la dermis.
El cabello es otra de las partes corporales beneficiarias de las propiedades del aceite de hipérico. La aplicación de este producto directamente en el cuero cabelludo, contribuye a un crecimiento más sano del pelo. Los resultados son espectaculares, pues se consigue ganar en volumen, fortaleza y brillo.
Los tratamientos que contribuyen a una mejora en la belleza interior, tienen efecto en:
- El estado mental y emocional.
La sociedad vive expuesta a mucha presión y cambios drásticos. Los efectos que estas situaciones tienen con respecto a las personas, se manifiestan en los diferentes estados de ánimo que experimentan. Se dice que la depresión, la ansiedad y el estrés son las enfermedades con más índice de impacto del momento. Además, no son nada fáciles de superar. Las emociones y sentimientos negativos hacen que el rostro humano carezca de expresión, de belleza.
Por ello, el aceite de hipérico es un gran aliado en estos casos. Sus propiedades favorecen la reabsorción de la serotonina y la dopamina, lo cual contribuye a mejorar el estado de ánimo y el humor. Todo esto se refleja en el rostro de una persona, logrando volver a irradiar belleza.
La naturaleza es el mejor almacén de productos cosméticos posible. La hierba de San Juan es especialmente útil en este campo, sus propiedades potencian la belleza en cualquier persona. Además, la maceración del hipérico en aceite de almendras, u oliva virgen extra, facilita mucho su aplicación como tratamiento de uso externo, a nivel individual.