Hace 65 millones de años, cuando México no era México, un meteorito de más de de 10 kilómetros de diámetro, con una fuerza equivalente a la de 10 mil millones de bombas atómicas, cayó sobre lo que hoy es la Península de Yucatán. Las descripciones que varios geofísicos hacen sobre el impacto de dicho meteorito, entre las que destaca la de Jaime Fucugauchi, hablan de una nube de polvo que lo cubrió todo y cortó la fotosíntesis porque bloqueó la llegada de luz desencadenando un cataclismo de millones de organismos vivos, entre ellos los dinosaurios.
Llevaba muchos años activa esa teoría de que fue mexicano el meteorito cuyos devastadores efectos significaron, entre otros resultados, la desaparición de los dinosaurios del planeta Tierra. Sin embargo, en los últimos meses ha vuelto a adquirir una gran relevancia debido a un reciente hallazgo.
Nos referimos a la roca del Golfo de México que presenta unas dimensiones aproximadas de más de cien metros. La ubicación exacta es el cráter de Chicxulub, emplazado en Yucatán. Estas investigaciones han permitido incluso describir con detalle cómo fueron las 24 horas después del impacto.
El primer antecedente de este cráter sumergido fue a mediados del siglo pasado cuando Petróleos Mexicanos (Pemex) detectó que bajo el mar había una irregularidad geofísica: una forma semicircular de unos 200 kilómetros de diámetro. No fue hasta finales de los 70 que ingenieros de Pemex establecieron la hipótesis de que era un cráter de impacto que correspondía con el tiempo del cataclismo del cretácico.
Luego en 2016, un equipo de investigadores británicos y estadounidenses pasaron semanas perforando el cráter que dejó el impacto hasta encontrar esta piedra de gran tamaño.
Tras analizar minuciosamente las diversas rocas junto a sus sedimentos ha cogido una mayor fuerza la teoría que apunta a que se trató del popular meteorito que, 65 millones de años atrás, impactó en el planeta causando un histórico tsunami. Aunque algunos mamíferos sobrevivieron, no pudieron hacer lo mismo los dinosaurios, amén de muchos otros organismos que perecieron.
Este impacto habría generado un pulso de onda gigante que se habría estrellado en las costas. Pero lo que apoya la teoría del tsunami es el pulso de retorno de la ola que trajo consigo escombros transportados evidenciados en el carbón vegetal de la roca estudiada.
Otras teorías
A pesar de este trascendente hallazgo, a día de hoy sigue habiendo algún que otro detractor. Por ejemplo, quienes rechazan la veracidad de dicha teoría afirman que es extraño que no se encontrase el más mínimo rastro de azufre, una sustancia que según ciertos expertos debería estar presente entre los sedimentos al ser el resultado de un impacto contra el fondo marino.
Aun así, los científicos indican que no hay nada de extraño en un procedimiento que fue similar al de los volcanes. En este caso, cuando el meteorito cayó sobre el líquido elemento, impulsó el medio acuático hacia el exterior. Debido a la fuerza de la gravedad volvió a caer encima de la roca que, al estar a una temperatura elevadísima, dio pie a una reacción devastadora.
El azufre mezclado con agua e inyectado en el aire habría agravado en grandes cantidades las temperaturas, causando otro problema de superviviencia para todos los animales y plantas. Según algunos estudios, se estima que el 75% de la vida desapareció.
Precisamente debido a la misma, así como al paso del tiempo, el azufre habría quedado desaparecido, lo cual según los partidarios de dicha teoría guardaría relación con la propia extinción de los dinosaurios.
En cualquier caso, todo parece indicar que efectivamente el meteorito causó un efecto histórico en la Tierra y que, por supuesto, lo hizo impactando en México. Conviene destacar el hecho de que, por aquel entonces, el continente americano y africano eran uno mismo. Tras haber transcurrido multitud de años acabó fragmentándose Pangea, dando pie a la geografía mundial que conocemos hoy en día.
Gran valor turístico
El reciente hallazgo ha catapultado el turismo mexicano. Así lo demuestran los portales especializados. Los sitios turísticos de México son aptos para todo público; desde turistas comunes hasta científicos que se ven atraídos por su innegable y curiosa belleza. Durante años estos últimos han querido conectar el último eslabón para comprender el fin de una era y el comienzo del mundo como se conoce ahora.
Ello no es de extrañar teniendo en cuenta la gran cantidad de misterios que se dan cita no solo en Yucatán, sino también en el resto de México. Por supuesto, hablamos de otros aspectos más allá del famoso meteorito.
Un claro ejemplo es el de las ruinas mayas, amén de los pueblos mágicos e incluso la diversidad cultural que se deja ver en ellos. Estos enclaves se han convertido en destinos turísticos con un gran renombre a nivel internacional.
El portal LánzateyViaja.com también sitúa a México como un país lleno de atractivos para descubrir como lo son sus lujosas playas, sus ruinas cargadas de secretos o el dilema sobre el fin de los dinosaurios.