Entre los interrogantes que plantea el periodo de Amarna, destacan los surgidos a raíz del descubrimiento, realizado en 1907 por el egiptólogo norteamericano Theodore M. Davis, de una tumba inacabada y sin epígrafe en el Valle de los Reyes: la tumba 55 (KV55), en las inmediaciones de la de Tutankamón, aún por descubrir en aquella época.
Foto de época de la expedición: Los descubridores de la tumba KV55: Theodore M. Davis, el arqueólogo británico Edward Ayrton (a la derecha) y el inspector de Antigüedades del Alto Egipto, Arthur Weigall, con su esposa (1907).
Su atribución a un personaje de la realeza en particular continúa siendo objeto de debate. En la sepultura se encontraron objetos que, por su estilo y la escasez de inscripciones conservadas, podrían pertenecer al periodo del Amarna.
Entrada a la tumba KV55 en el Valle de los Reyes.
Aparte de cuatro magníficos vasos canopos con tapa finalmente esculpida en forma de cabeza humana (de los que había sido borrado el nombre de su propietario), fueron sacados a la luz los elementos desmantelados de una preciosa naos de madera recubierta de pan de oro, que lleva el nombre de la reina Tiy, madre de Akenatón; cuatro ladrillos mágicos, dos de los cuales reproducían el nombre de Akenatón; pequeños objetos, como cofres, amuletos, una maqueta de bumerán, un frasco para cosméticos con los nombres de Amenhotep III y Tiy, cierres de arcilla de pequeños muebles con el sello de Tutankamón impreso, y un espléndido sarcófago bastante deteriorado con forma de mujer.
Vaso canopo de alabastro: Uno de los cuatro espléndidos vasos canopos de alabastro descubiertos en la tumba KV55. La tapa tiene forma de cabeza humana, cuyos rasgos, finamente esculpidos, pertenecen a una mujer aún sin identificar (XVIII dinastía).
El collar encontrado en el cuerpo del sarcófago.
La elegante factura y el gran valor de los materiales empleados llevaron a relacionar este último con el segundo sarcófago interior de Tutankamón. Sin embargo, la cabeza no estaba adornada con el típico peinado funerario real, sino con una peluca idéntica a la de los vasos canopos. A los daños provocados por las infiltraciones de agua se había sumado el saqueo: la máscara de oro había sido arrancada, al igual que los cartuchos situados sobre las franjas de oro que envolvían el sarcófago.
Restos dañados de la máscara de Tiy, en Berlín.
El sarcófago enigmático de la tumba 55: Sarcófago aparecido en la tumba 55, que carece de la lámina de oro que le cubría el rostro, y de cuya superficie ha sido puntualmente borrada toda referencia a su propietario.
Esto fue obra de alguien con la intención de que la sepultura resultara anónima. En un primer examen, la momia encerrada en su interior fue considerada de mujer, por lo cual la tumba fue atribuida inicialmente a la reina Tiy.
Investigaciones posteriores, realizadas sobre los restos esqueléticos, desvelaron que estos pertenecen a un hombre de 23-25 años. Las identificaciones se mostraron contradictorias: unos reconocieron en estos restos al rey Smenker, sucesor de Akenatón, contra cuya memoria se ensañaron los iconoclastas; y otros al propio Akenatón, trasladado a Tebas tras el abandono de Akenatón. Esta última teoría es rechazada por la mayoría de los investigadores por la edad del difunto.
Así pues, ¿para quién habría sido realizado originariamente el sarcófago? Destinado a una sepultura femenina, fue adaptado para acoger los restos mortales de un soberano, como demuestran la aplicación de una barba postiza, los símbolos reales cruzados sobre el pecho y la cobra (ureo) en la frente, hoy desaparecidos.
Plano cercano del sarcófago en mal estado, tomado in situ en la tumba KV55 durante su descubrimiento en 1907.
Las hipótesis se han sucedido también en este caso: Tiy, Nefertiti, Meritatón, hija de Akenatón y esposa de Smenker, a las que últimamente se ha añadido Kiya, una consorte menor de Akenatón, considerada por algunos investigadores madre de Tutankamón. ¿O fue realizado para Smenker como simple mortal, y transformado posteriormente para adaptarlo a su nueva condición de rey?
Una incrustación de la que se ha retirado un cartucho, probablemente con el nombre de Akenatón.
Recientes análisis anatómicos han corregido la edad de los huesos, que habrían pertenecido a un hombre de entre 30 y 35 años, más acorde con la de Akenatón, cuya tumba aún es un enigma.
Plano de la tumba KV55.
El pasillo de la entrada que lleva a la cámara principal. Los tablones de madera fueron instalados para permitir el acceso a los visitantes.
Reconstrucción de la tumba KV55.
Dibujado realizado por Smith, que muestra los detalles, ahora perdidos, del santuario de oro.
Esquema de la tumba KV55.
Estas dos tablas de madera dorada son lo único que queda del santuario de oro.
La máscara de oro de Tjuju, la madre de la reina Tiy y la abuela de la momia de la tumba KV55, ambas descubiertas por Theodore Davis.
En la imagen de abajo: Objeto superior, sello con el nombre Amenhotep III. Objeto inferior, tabla mágica inscrita con el nombre de Akenatón.
Collar de oro.
Lámina de oro donde estuvo el cartucho de rey Smenker.
La calavera dañada del ocupante de la tumba.
Fotografía del registro de una de las láminas de oro.
El nicho, donde se puede ver uno de los vasos canopos, tal y como fueron descubiertos en 1907.
Trozo de cerámica que posiblemente mostraba un plano de la cámara funeraria.
Reina Tiy. Theodore Davisto creyó haber descubierto su momia en la tumba KV55.