La estructura Richat es un accidente geográfico circular en el desierto del Sáhara, situado cerca de la ciudad de Ouadane (región de Adrar, en Mauritania). Desde el primer momento atrajo la atención de las misiones espaciales debido a su forma semejante a una diana y su llamativa situación en mitad del vasto desierto. La estructura, que posee un diámetro de 38-50 kilómetros aproximadamente, está a unos 400-450 metros sobre el nivel del mar y se ha convertido en un punto de referencia para las tripulaciones espaciales.
Aunque en un principio se creyó que fue causada por el impacto de un asteroide (debido a la gran perfección de su estructura circular), en 1969 fue estudiada por el geólogo Robert Sinclair Dietz (profesor en la Universidad Estatal de Arizona), quien determinó un origen endógeno. Se descartó la posibilidad de su desarrollo por una erupción volcánica, ya que no existía roca volcánica ígnea. Sin embargo, los niveles de roca sedimentaria en la estructura denotaron que esta sufrió un empuje desde abajo y la falta de metamorfismo en los estratos provocó que el sitio se hundiera de nuevo bajo su propio peso.
Finalmente la erosión esculpió el terreno con relieves de hasta 100 metros y la presencia de brechas de cuarcita y sílex. Una de las principales bazas para desestimar el impacto de un asteroide, fue el descubrimiento de formaciones de sílice por alta presión en las brechas de cuarcita, y la ausencia de granos fracturados en estas brechas, señalaron que no se produjeron movimientos tectónicos.
En cambio, se sugirió que la interacción local por la concentración excedió un máximo de presión en ciertos entornos tectónicos, formando sílice. La presencia de dicho componente en los afloramientos de cuarcita fracturada, indica que existió actividad por parte de descargas de rayos. Las microfracturas de la cuarcita quedan saturadas por agua durante la época de lluvias y cuando son golpeadas por rayos, la temperatura del agua que contienen se eleva hasta sobrepasar los 1500ºC, produciendo expansiones detonantes que apartan las rocas y generan altas presiones (señaladas por la presencia de silicio).
Esta hipótesis señalaría cómo se formó el sílice que está en las brechas de cuarcita debido a la exposición de rayos durante los periodos pluviales en la historia del desierto del Sáhara, teoría apoyada por la presencia de yacimientos paleolíticos en la zona mauritana de Adrar.
Esta imagen se tomó el 7 de octubre de 2000 por el instrumento japonés radiométrico ASTER (Advanced Spaceborne Thermal Emission and Reflection Radiometer), a bordo del satélite de la NASA denominado TERRA.
Impresionantes imágenes las que se pueden ver de la naturaleza.
Un saludo Andrés.
Se ve muy bonito y original, y muy curioso cómo se formó.