ABAD
Apellido de origen vasco encontrándose su primera casa solariega en el valle de la Bordejuela. Con posterioridad fue difundiéndose por toda la Península, para pasar a la América Hispana. La línea de Castilla desciende de Martín Fernández Abad que en el siglo XII luchó contra los árabes, estableciendo su primera casa en las cercanías de Ocaña (Toledo). La línea de Valencia fue formada por Pedro Abad, descendiente de Martín Fernández Abad. Por Cantabria se extendió otra rama de este apellido.
En Aragón se establecieron asimismo los Abad, destacándose Palmiro Abad que, en tiempos del rey don Pedro de Aragón, fundó casa en Nápoles. De este caballero descienden cuantos ostentan el apellido Abad en Sicilia. Los Abad de Andalucía se expandieron por toda la América Hispana durante el siglo XVI.
La nobleza de los Abad comprende numerosas pruebas. Por ejemplo, Don Fernando Sancho Abad Catalán y Villegas, natural de Villahermosa (Ciudad Real), ingresó en la Orden de Santiago el 8 de octubre de 1.656. Y en la Orden de Calatrava lo hicieron: Don Fernando Abad Sandoval, natural también de Villahermosa, en 1.700.
El apellido Abad se encuentra muy extendido en las provincias manchegas, con preferencia en la de Ciudad Real. Fueron muy numerosos los de este apellido que probaron su nobleza ante la Chancillería de Valladolid.
En el orden militar, se designaba como «Abad» al jefe de la Guardia del conde don Gómez, que tenía bajo su mando a cincuenta ballesteros que eran hijosdalgo.
Entre los de este apellido que se destacaron en la América Hispana, debe mencionarse al obispo de Michoacán (Méjico), Manuel Abad y Queipo. Hombre de ideas liberales, fue encarcelado por la Inquisición y acusado de traición por el virrey de Méjico, enviado a España para ser juzgado. Fernando VII lo absolvió, nombrándole Ministro de Gracia y Justicia. Pero muy pronto fue nuevamente encarcelado hasta que en 1820 fue liberado ocupando la sede episcopal de Tortosa (Tarragona). Al ser instaurado de nuevo el absolutismo, fue nuevamente encarcelado y murió en prisión.
Armas: En gules, un castillo de oro, con puertas y ventanas de azur. Bordura de oro y en azur el lema: «Castro Abad «.
ABADÍA
Procede de las montañas de Jaca, en la provincia de Huesca, desde donde se extendió a Valencia y otros puntos de España, Italia y América. Un Abadía acompañó a D. Pelayo en la batalla de Covadonga.
Armas: en campo de oro, un roble de sinople, con un lobo de sable, pasante, al pie del tronco; partido de azur, con cinco flores de lis de oro, colocadas en sotuer. Bordura componada de catorce piezas, siete de gules y siete de plata; en las de gules, flores de lis de oro, y en las de plata, leones rampantes, de gules.
ABELLA
Apellido catalán que muy pronto pasó al Levante español, para posteriormente extenderse por el resto de la península. Tiene su tronco en don Ramón de Abella natural de Gerona, valiente capitán que se distinguió en la toma de Palma. Su hijo, Bernardo de Abella, se distinguió en numerosas batallas contra los moros, sirviendo a las órdenes del rey don Jaime. Participó en los combates de Valencia, Calpe, Denia y otras.
También se distinguió al servicio del citado rey, don Pedro Abella, que tuvo a su cargo la labor de introducir víveres en la fortaleza de Morella, cercada por los moros utilizando los ásperos montes de la serranía. Un hijo suyo, llamado Jaime, se hizo asimismo famoso por el arrojo que demostró en el sitio de Játiva. Armas: Escudo de gules y tres fajas de oro ondeadas.
ABLITAS
Apellido navarro, cuyo lugar de origen fue Oblitas, del partido judicial de Tudela, en Navarra. Sobre el escudo de este linaje hay ciertas discrepancias. El cronista don Jerónimo de la Villa afirma que el blasón de esta familia tiene dieciocho bezantes, en lugar de los doce que aparecen en el general, y en el Libro de Armerías, de Navarra, los reducen a ocho. Existe también el dato que el Condado de Ablitas, creado por Felipe IV, en 1.652, en favor de don Gonzalo Enríquez de Lacarra y del que vino a ser poseedora en el siglo XIX la Emperatriz Eugenia de Montijo, traía escudo cuartelado: 1º y 4º; de gules, con las cadenas de oro de Navarra. 2º y 3º; de plata, con un león rampante de azur. Reproducimos el general: En campo de sable, doce bezantes de plata puestos en aspa.
ACEVEDO
Procede de Portugal. Don Alonso Peres de Acevedo, a quien se conoció como «el portugués», vino a España para ponerse al servicio del rey don Alfonso VI, distinguiéndose en la conquista de Toledo, en 1.086. Este caballero fue el ascendiente de la casa Acevedo en España y de ella fue don Alonso de Acevedo, patriarca de Alejandría y arzobispo de Santiago, que sirvió con gran celo y lealtad a los Reyes Católicos.
Otros miembros de este linaje fueron don Diego de Acevedo que casó con doña Francisca de Zúñiga, condesa de Monterrey y don Alonso de Fonseca, que fue un gran prelado y obtuvo la elevada dignidad de arzobispo de Toledo y de Santiago y primado de las Españas. Armas: Escudo cuartelado: 1º y 4º, de oro, un acebo. 2º y 3º; de plata, un lobo. Bordura de gules y ocho aspas de oro.
ACEDO
Tuvo su origen en el lugar de Acedo, valle de Valdorba (Navarra), donde todavía existe una torre de ese nombre. Varios autores sostienen que forman parte del ilustre linaje de los Coronal ya que llevan las mismas armas. De la rama principal, procedió don Diego José de Acedo y Alaiza, nacido en 1.691, que casó con doña Teresa Jiménez de Loyola, con la que tuvo, a don José Manuel de Acedo Echauz y Jiménez de Loyola, noble del Reino de Navarra, Señor del Palacio y Torre de Acedo y de las pechas de Mendilibarri, a quien Carlos IV, creó Conde de Echauz. El mismo monarca otorgó el título de Conde de la Cañada a don Juan Acedo-Rico Rodríguez y Gómez Lázaro, que nació en 1.760 y fue Ministro y Gobernador del Consejo y Cámara de Castilla.
Armas: En campo de oro cinco pájaros de sable.
ACÍBAR
Apellido vasco. El genealogista Piferrer señala que la distinción más alta de que puede vanagloriarse en Guipúzcoa, es la de ser padre de la provincia y representar a su país en las juntas forales, que se celebran anualmente para su mejor gobierno, y que en este concepto nadie cede a la casa de Acíbar, cuyos hijos han obtenido numerosas veces tan honorífico cargo.
Armas: Escudo cuartelado: lº: de azur, tres estrellas de plata, cortado de gules y tres roeles del mismo metal. 2º: de gules, cinco panelas de oro. 3º: contracuartelado: lº y 4º, de oro, un jabalí; el 2º y 3º, de plata, un árbol y un oso andante al pie del tronco. 4º, de azur, un losange de oro cargado de un castillo natural, almenado con dos homenajes también almenados y puestos el uno sobre el otro.
ACOSTA
Acosta y Costa son un mismo apellido. Este linaje, según el «Nobiliario de la Nobleza Lusitana», tiene su origen en Portugal y el primero que ostentó este apellido fue un caballero que floreció en tiempos del rey don Manuel. El linaje se encuentra en España, principalmente, en Galicia y Asturias que fue a donde pasaron los de Portugal. En ambas regiones fundaron casas solariegas muy nobles y de gran antigüedad. Una vez establecido en España entroncó con otras casas de gran nobleza, particularmente con los Acevedos de Galicia y los Silvas y Carvajales, de Asturias.
Armas: Escudo cuartelado: 1º: de azur, un monte sumado de un cañaveral. 2º: de gules, un pato nadando. 3º: de gules, un montecillo sumado de un castillo de plata aclarado de azur y en la puerta una granada entreabierta. 4º: de azur, cinco estrellas, de plata, en sotuer.
ACUÑA
La procedencia de este linaje es de origen portugués y desciende de la casa de Silva, la cual procedió de la casa real de Asturias y León. Para alcanzar su tronco hay que remontarse a don Fernán Paez, hijo de don Pelayo Gutiérrez, Señor de la Quinta y Torre de Silva, en el lugar de Acuña, en Portugal, por lo cual sus descendientes tomaron el apellido Acuña. Una rama de este linaje pasó a América desde los primeros tiempos de su descubrimiento, pudiéndo citarse al capitán don Pedro de Acuña que fue compañero de Hernán Cortés en la conquista de Méjico.
Armas: Escudo de oro; nueve cuñas en azur, tres, tres, tres, en faja, la punta hacia abajo y bordura del mismo metal cargada de cinco escusones de azur, dos en jefe y tres en punta sobrecargado cada uno de cinco bezantes de plata puestos en aspa.
ADALID
Apellido oriundo de Asturias. Se dice que dos caballeros apellidados Blázquez y Muñoz, llegaron, por encargo de don Alfonso VI a Ávila, para poblarla, donde fundaron casa solariega. Sus descendientes acompañaron a don Fernando III «el Santo», a la conquista de Baeza (Jaén), donde el citado rey les concedió heredades en 1.227 y donde tomaron el apellido Adalid, por el oficio de «adalid». Parece ser que uno de los principales conquistadores de esta ciudad fue don Gil Adalid. Hubo también una importante rama de esta familia en la localidad de Nestares de Cameros, en la provincia de La Rioja de donde procedió don Antonio Adalid y García, agraciado con la orden de Carlos III, en 1.833.
Armas: Escudo de plata con león rampante de gules. Bordura de gules con trece bezantes de oro.
AGRAMUNT
Es originario de Francia. Ocurrió que en tiempos del rey don Jaime I, de Aragón, vino a España un caballero galo de nombre Jaime de Agramunt para ponerse al servicio de dicho rey en su lucha contra los moros. Venía acompañado de un pequeño grupo de gentes de armas que puso asimismo al servicio del rey don Jaime, al que acompañó a la conquista de Valencia, distinguiéndose en todo momento por su valor e intrepidez.
Como premio a sus servicios, el rey don Jaime le dio participación en la repartición de tierras. Hay que decir que además de él otro caballero navarro, del mismo apellido, acudió también a luchar contra los moros, habiendo tenido su antigua casa solar en Sangüesa.
Armas: Escudo de oro y cuatro bastones de sinople.
AGUAS
Linaje aragonés, donde tuvo antigua y muy noble casa solar. A este respecto se cuenta, que con ocasión en que el rey don Jaime I de Aragón, perseguía a su rebelde vasallo don Pedro de Hones, tal fue el esfuerzo al que sometió a su caballo que el animal, no pudiendo resistir la dura cabalgada cayó agotado y fue en aquel momento cuando un caballero aragonés llamado don Miguel de Aguas, alcanzó al rey y echando pie a tierra le dio su caballo, logrando así el monarca dar alcance al fugitivo, lo que le produjo mucha satisfacción. Posteriormente, agradecido a don Miguel de Aguas por el buen servicio prestado, el rey don Jaime hizo elegir el caballo mejor que encontró, en sus reales cuadras, donándolo, como regalo, a su fiel vasallo.
Armas: Escudo de oro y un gavilán.
AGUAYO
La tradición de este apellido lo lleva a situarse entre los compañeros de don Pelayo en la cueva de Covadonga. Los de este linaje afirman que ni en ilustres alianzas, ni en nobleza y antigüedad cede su casa a ninguna de las cualificadas de España. Como en no pocos apellidos, algunos han buscado el origen del mismo en un hecho o suceso acaecido a un miembro de este linaje.
Así llega a afirmarse que en un combate contra los moros, el rey don Pelayo cayó a las revueltas aguas de un río llamado Devás y que viendo lo que ocurría, un valiente godo se echó al cauce y nadando desesperadamente alcanzó al caudillo, al que salvó de perecer ahogado. Y cuando don Pelayo, le manifestó su admiración por el arrojo efectuado, el noble godo le respondió: «En servicio de vuestra alteza no temo el agua yo». De cuyas dos últimas palabras se formó el apellido Aguayo.
Dejando aparte lo que no pueden ser otra cosa que conjeturas, la realidad histórica señala que el más antiguo solar de esta noble casa estaba en el lugar de Moñedo, valle de Iguña, en las montañas de Santander; se trata, pues, de apellido de ascendencia cántabra.
Las noticias más fehacientes nos llevan hasta el siglo XIII: en efecto, por estas fechas, consta que un ricohombre llamado Fernán Aguayo fue uno de los conquistadores de Úbeda y Baeza, donde como premio a su valor entró en la repartición de tierras.
Su hijo, Diego Fernán de Aguayo, señor de la torre de Aguayo, se distinguió notablemente en la toma de Córdoba y Ecija, siendo el primero en esta última que enarboló el pendón real. Su hijo y descendiente don Gutierre de Aguayo se avecindó en Córdoba donde casó con doña Elvira de Temes, dando lugar a una de las líneas andaluzas de este apellido.
Armas: Escudo de plata, tres fajas de azur, ondeadas. Bordura de oro y ocho calderas de sable.
AGUDO
Este linaje se remonta al año 809 en la persona de Fernán Fernández Agudo, capitán de Alfonso II que se distinguió en la batalla de Roncesvalles. Su hijo Diego, al decir de algunos, se distinguió en la de Clavijo. Un descendiente, Santiago Agudo, destacó por su valor en las Navas de Tolosa. Y en la del Salado y las conquistas de Gibraltar y Alcaudete, sostuvo el honor Juan González Agudo a quien Alfonso XI nombró Caballero de la Banda. En los años posteriores, muchos caballeros de este apellido continuaron destacándose por su valor. En 1.637 don Francisco de Agudo de Santiago figuraba entre los caballeros hijosdalgo recibidos en el Estado Noble de Madrid.
Armas: En campo de sinople, tres estrellas de oro.
AGÜERO
Este linaje tiene por progenitor a don García de Agüero. Fue con ocasión de que el rey don Jaime puso sitio a la villa de Játiva, acompañado de don Hugo de Folcalder, y fue durante este asedio, en el que se distinguió el citado don García de Agüero. El historiador y genealogista Mosén Jaime Febrer dice que Agüero era portaestandarte. Los moros hicieron una salida con la intención de incendiar la tienda donde estaba guardado el estandarte real, y conociendo don García de Agüero los deseos del enemigo, quitó el pendón del asta, se lo enrolló en el brazo, embrazó su adarga y peleó tan esforzadamente que no sólo defendió la tienda sino que, además, rechazó a los agresores, a los que hizo huir despavoridos ante tales muestras de valor.
Armas: Escudo de oro, un león rampante llevando una bandera y sumado de un sol de gules.
AGUILAR
Noble apellido de rancia hidalguía que tiene el mismo origen que el de Aguiar, pues el tronco común de ambos se basa en un caballero mozárabe de Toledo llamado Men Gómez Ibáñez, que vivió bajo el reinado de Alfonso VI, siendo padre del conde don Gueda Bello, «el Viejo», del que descienden los Aguiar, y de don Egas Gómez de quien proceden los Aguilar. Al menos, los datos anteriores han sido recogidos de dos reconocidos tratadistas, don Julio de Atienza y el señor García Garrafa.
El rey don Enrique II otorgó el Señorío de Aguilar, por una cédula real del año 1.369, a don Gonzalo Fernández de Córdoba, aun sin tener éste la sangre de Aguilar. Habrá que indicar que el apellido Aguiar se extendió también a Portugal como lo prueba el conocido escultor neoclásico portugués don Joao José de Aguiar, discípulo de Canova en Roma y máximo representante del neoclasicismo luso. Entre los Aguilar españoles, se encuentra el conquistador Jerónimo de Aguilar que formó parte de la expedición de Valdivia (1.511). La vida de este personaje constituye una auténtica aventura que raya la novela.
Durante un viaje naufragó el buque en el que viajaba cerca de las costas de Catoche y cayó prisionero de los nativos, por espacio de ocho años hasta la llegada de Hernán Cortés. Incorporado a las fuerzas de éste, participó en las campañas de la conquista de Méjico, prestando grandes servicios por sus conocimientos de las lenguas y costumbres de los nativos. Don Rodrigo Manrique de Lara y Aguilar, conde de Frigiliana, político y militar español que formó parte del Consejo de Regencia a la muerte del rey Carlos II.
Felipe V lo apartó de la política hasta que en 1.710 ocupó la presidencia del Consejo de Indias. Numerosos caballeros del apellido Aguilar probaron su nobleza para ingresar en las diversas Órdenes Militares de Santiago, Calatrava, Montesa, Alcántara, Carlos III y San Juan de Jerusalén, haciéndolo en la Sala de Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid y en la Real Audiencia de Oviedo.
Armas: Un campo de oro, un águila de sable, exployada y con corona imperial.
AGUILERA
Apellido castellano, teniendo su origen, según Julio de Atienza, en el rey Ramiro I, añadiendo el citado tratadista que tuvo su solar en las montañas de Trasmiera, Cantabria. Otras casas pasaron a Valtueña (Soria), Aragón, Salamanca, Soria, Murcia y Andalucía. El rey don Sancho concedió en 1.290, el Señorío de Aguilera junto a la villa de T. Berlanga, a don Gil de Aguilera, constituyendo el tronco del linaje en las provincias de Guadalajara y Cuenca.
Algunas líneas pasaron a América. En lo que se refiere a España, sería injusto dejar en el anonimato a don Enrique de Aguilera y Gamboa, Marqués de Cerralbo, el eminente arqueólogo español a quien se deben numerosos hallazgos arqueológicos que configuran la historia patria.
Armas: En campo de oro, un águila de sable, coronada de lo mismo.
AGUILÓN
Este linaje viene de Alemania. Se cita a Roberto de Aguiló, que fue un poderoso príncipe, oriundo de Alemania, que poseía enormes riquezas. Su acomodada posición no fue obstáculo para que deseara contribuir con su brazo a la reconquista de España a los moros. Pasó a Cataluña donde en 1.129, el conde de Barcelona le concedió en feudo la ciudad y campo de Tarragona. Un biznieto del mismo nombre que participó en la conquista de Valencia y de quien se dice que por su arrojo y valentía se convirtió en el terror de los moros. El rey don Jaime I de Aragón lo tuvo en tanta estima que en una ocasión en que este caballero cayó prisionero, no vaciló en cambiarlo por sesenta moros principales que tenía él en su poder.
Armas: Escudo de oro y un águila explayada y coronada.
AGUIRRE
La palabra «aguirre» significa en euskera lugar alto que domina un terreno y con este nombre fueron conocidas muchas casas que tenían esta condición. Los Aguirre de Guipúzcoa son los más antiguos de este apellido, ya que caballeros de este linaje estuvieron con D. Ramiro I en la batalla de Clavijo(850). Pero Ibáñez de Aguirre y López Ibáñez, hijos de Juan Suárez, eran vecinos de Tolosa en 1346, y Juan de Aguirre y su yerno Martín Ibáñez, vecinos de Isasondo en 1399. De Guipúzcoa son las casas de Gaviria, Azpeitia, Escoriaza, Anoeta, Villarreal de Urrechu Legorreta, Arteasu, Zarauz, Régil, Oyarzun, Vergara, Ichaso, Alcíbar, Zumarraga, Goyaz, Legazpia, Zarimus, San Sebastián, Placencia, Gainza, Isansondo, Motrico, Beasaín, Usúrbil, Alquiza, Olabarrieta, Aduna, Albistur, Andoaín, Mondragón, Elgueta, Astegarreta, Deva y Ataún. Hay casa de los Aguirre de Vizcaya en Abadiano, Arrigorriaga, Berando, Bermeo, Berrio, Durango, Garayeta, Guernica, Ispáster y Lequeitio. En Álava hay casas de los Aguirre en Amurrio, Isoria, Lierna, Murga, Salvatierra, Vitoria y Zalduendo. En Navarra las hay en Arizcún, Ibargoiti, Oco y Vera. Los Aguirre se extendieron después por toda la Península, tomando parte activa en la Reonquista, acompañando a D. Fernando III, el Santo, en la conquista de Sevilla, a D. Alfonso XI en la batalla del Salado, etc.
Armas: las armas primitivas son: en campo de oro, una carrasca de sinople, terrezado de lo mismo, y atravesadas al pie del tronco, dos lobas de sable, amamantando cada una a dos lobitos, también de sable. Algunos añaden bordura de azur, con cuatro estrellas de oro en sus ángulos.
ALARCÓN
Uno de los apellidos más ilustres de España. Todo señala que su origen es el linaje de Ceballos o Zeballos, del valle de Buelna, en la Asturias de Santillana. En el reinado de don Alfonso IX, Fernán Martinez de Ceballos, capitán de los Ejércitos, fue el primero que escaló las murallas de Alarcón, en el año 1.176. Como premio a su valor, el rey lo nombró Alcaide, autorizándole para que, en adelante, usase el apellido Alarcón. Éste se fue extendiendo no sólo por España, sino por Portugal y América. Una rama fundó casa en Ronda (Málaga), allí nació Gaspar de Alarcón abuelo de Gaspar de Alarcón caballero de la Orden de Santiago el 18 de marzo de 1.630.
Armas: En campo de gules. Una cruz hueca y flordelisada, de oro. Bordura de gules, con ocho aspas de oro.
ABARCA
Apellido aragonés. Escribe el genealogista Zurita en su obra: «Anales de la Corona de Aragón»: «Pasados algunos años después de la muerte del rey García Iñiguez, no sabiendo que hubiese dejado hijo, juntáronse los Estados del Reino para elegir rey: y entonces aquél caballero que tomó a su mano al infante, llevole consigo en hábito pastoril, con abarcas al uso de la tierra y dioles razón como aquél era su señor natural. Y fue aceptado por rey y se llamó Sancho Abarca, de la misma manera que ya en otros tiempos quedó por nombre los ciertos trazos del vestido». Aquel niño era hijo del rey a quien el caballero Guevara lo había tenido con él en las montañas para guardarlo a salvo de las inquietudes que por entonces azotaban el reino.
Armas: Escudo de oro y dos abarcas de oro pareadas.
ALBORNOZ
Este linaje de los Albornoz es uno de los más nobles y esclarecidos de España y está entroncado con los Carrillo, los Acuña, los De Luna, De la Cerda, Villena, Mendoza y otros no menos nobles.
Se afirma que este linaje procede de la infanta doña Elvira, hija del rey don Fernando I. Entre sus miembros se encuentra don García de Albornoz que se distinguió al servicio del rey don Jaime. Con ocasión del cerco que este monarca puso a la ciudad de Murcia, don García acompañado de algunos soldados entraron en cierta ocasión en la ciudad, aprovechando las sombras de la noche, y obraron con tanta destreza y valentía que al regreso al campamento cristiano traían con ellos a más de treinta cautivos que habían liberado de las mazmorras de los moros.
Otro miembro de esta familia, don Gil de Albornoz fue Capellán Mayor del rey don Alfonso VII, en cuya tienda real celebró la misa y bendijo las armas cristianas el día de la batalla del Salado. Fue también arzobispo de Toledo y cardenal, mereciendo el nombre de Restaurador de los Estados de la Iglesia por haber recobrado la Marca de Ancona, así como muchas ciudades, villas y fortalezas. Fue hombre de un espíritu muy emprendedor y combativo y estuvo presente en el cerco de Gibraltar y en la conquista de Algeciras.
Fue también un hábil diplomático, llegando a ser Legado Pontificio de toda Italia. El linaje tiene su procedencia en Aragón, aunque después se extendiera por casi toda la Península. Otro de sus miembros destacados, fue don José Carrillo, Conde de Albornoz, prestigioso militar que, durante la guerra de sucesión española, peleó en el bando de los partidarios borbónicos para entronizar al que más tarde sería rey Felipe V de España.
Otro Albornoz, sobrino del célebre cardenal, fue Micer Gómez de Albornoz, copero mayor del rey de Castilla y senador en Roma.
Armas: Escudo de oro y una banda de sinople.
ALCALÁ
Es de procedencia aragonesa, dato confirmado dado que en numerosas crónicas se habla de ello, y de los Ricoshombres que fueron tronco de la familia. Su origen es geográfico dado que fue en la villa de Alcalá del Obispo, en Huesca donde tuvieron su primitivo solar lo que hace presumir que fue de dicha población, de donde tomaron el apellido. Ya en el año 1.137, durante el reinado del rey Ramiro II, se hace mención de un caballero llamado Galín Jiménez de Alcalá quien, al parecer, fue muy notable por los servicios prestados a su soberano.
El nombre sería el de Galín Jiménez, a lo que se añadiría su procedencia, y así, con posterioridad, el nombre geográfico quedó incorporado como apellido del noble citado. Años más tarde y ya en tiempos de la reina de Aragón, Petronila, hija del anterior rey y esposa del Conde de Cataluña, Ramón, (hacia los años 1.160) se hicieron notar otros dos caballeros del apellido Alcalá, Odón de Alcalá y Pedro de Alcalá.
Muchos debieron ser los servicios prestados a la Corona dado que fueron colmados de honores, sobre todo el último, Pedro de Alcalá que adquiriera gran notoriedad durante el reinado de Alfonso II de Aragón, hasta el punto que fue designado por el propio monarca para asistir a las Cortes que se celebraron en Zaragoza a comienzos de su reinado. Un hijo del anterior, Gullén de Alcalá siguió las huellas de su padre en cuanto a hidalguía se refiere, llegando a ser Señor de Quinto.
Armas: Un campo de oro una faja de sable.
No existe la menor duda del origen aragonés, pero al extenderse por el resto de España, uno de los primeros lugares donde se estableció una rama del linaje, fue en la villa de Madrid. Uno de los doce primeros Regidores que nombró el rey Alfonso XI para la gobernación de Madrid, allá por los años 1.334, fue un caballero llamado Vicente Pérez de Alcalá. Afianzándose en lo anterior, del arraigo que el apellido Alcalá tuvo en Madrid, basta decir que numerosos caballeros de este apellido figuraron en los patrones de hijosdalgo de la citada villa.
ALCALDE
Parece que su solar radicó en Trasmiera, Cantabria. De aquí fue Juan Alcalde, primer caballero del que se tiene noticia, valeroso caballero que acompañó a don Alfonso IV y don Alfonso VII en sus guerras y en la conquista de Toledo. Algunos autores sostienen que el origen es de Arciniega y se llaman Alcalde por haber desempeñado el cargo, en el señorío de Vizcaya. Juan Yáñez Alcalde, ricohombre de Castilla, participó en la conquista de Cuenca, con el rey don Alfonso VIII. Su primogénito, Rui Fernández Alcalde se señaló en la batalla de las Navas de Tolosa y bajo Fernando «el Santo», en las conquistas de Córdoba y Sevilla.
Armas: En campo de azur, un castillo de plata, a su izquierda un fresno en su color y un hombre armado, en plata, con su mano derecha apoyada en el tronco del árbol.
ALCERRECA
Apellido vizcaíno, con casas solares en Elorrio y Durango y que traducido al castellano significa «arroyo de los alisos». Con posterioridad, se fue extendiendo a Guipúzcoa y hubo ramas que pasaron al continente americano. Don Domingo de Alcerreca fue Señor de esta casa en la anteiglesia de San Agustín de Echevarría, en la jurisdicción de Elorrio.
Descendiente de éste fue don Juan de Alcerreca y Mendiola que se estableció en Sevilla dando origen a los Alcerreca de Andalucía, y probó su hidalguía y nobleza de sangre ante la Real Chancillería de Valladolid en el año 1.700. La primera familia de este apellido que pasó a Chile parece ser que fue la constituida por don Agustín Antonio de Alcerreca. Armas: En plata, un árbol de sinople y dos lobos de sable empinados al tronco y afrontados.
ALCOCER
Este linaje es uno de los más antiguos de España, siendo originario de los valles de Oca, en Burgos, donde tuvo su primitiva casa solar. De esta familia proceden numerosos caballeros que se acreditaron por su hidalguía y valor lo que les valió muchas mercedes y favores por parte de los reyes que les otorgaron villas y plazas fuertes.
Entre ellas, la comarca que llevó el nombre de Alcicer, entre Briviesca y Villafranca; otra, cerca de Sacedón, en Guadalajara; otra denominada Alcoces de Planes (Alicante) y finalmente Pueblo de Alcocer, en Badajoz. La cuestión sobre si estas familias tomaron sus nombres de las poblaciones antedichas o, por el contrario, se los dieron al denominarlas como su apellido, no es fácil de aclarar.
Por tronco de este linaje se tiene al infante don Sancho Sánchez de Alcocer, hijo del rey de Navarra don Sancho II y nieto del rey García Sánchez. Fundó este infante casa solar en los Montes de Oca y allí fue el progenitor del linaje Alcocer por una donación hecha al Monasterio de S. Felix de Oca, el 2 de agosto del año 1.039. Su hijo Sancho García de Alcocer, acompañó al Cid Campeador, en la conquista de Valencia. Fernando Fernández de Alcocer fue un ricohombre en el reinado de doña Urraca y García Garcés de Alcocer, también ricohombre en la época de don Alfonso el Emperador, fue copero mayor de este monarca.
Y en tiempos de don Pedro I (el Cruel) fue Maestre de San Bernardo, don Pedro de Alcocer. De la extensión por América citaremos, a Alfonso de Obregón y Aguilar, casado con doña Francisca de Alcocer, Alguacil Mayor de la Santa Inquisición. Su hijo Antonio de Obregón y Alcocer, a quien el rey Carlos III le hizo merced del Condado de la Valenciana, ingresando en la Orden de Carlos III como Caballero Supernumerario. El bachiller Juan de Alcocer y Herrera, natural de Zacateas probó su limpieza de sangre ante el Santo Oficio en el año 1.625. Don Fulgencio de Alcocer y de la Vega, pasó también por las pruebas del Santo Oficio.
Armas: Un campo de plata, un águila de sable.
ALDANA
De acuerdo a lo dicho por el tratadista Ocariz, este linaje procede de Teodorico rey ostrogodo de Italia, por uno de sus hijos llamado Suero quien hechizado por la belleza y fertilidad del reino de Galicia hizo allí su asiento y fundó la casa solar de Aldana, a una jornada de la ciudad de Santiago.
Se trata, pues de un linaje de procedencia gallega. Mosén Jaime Febrer hace mención de los caballeros del apellido Aldana que adquirieron gran celebridad en la conquista de Valencia, mencionando en especial a don Alonso de Aldana, a quien el rey don Jaime I, le regaló una espada como premio a sus proezas. Armas: Cinco flores de lis en campo de gules.
ALEGRE
No se sabe con certeza el origen de este apellido, ignorándose dónde estuvo asentado su primitivo solar. Algunos autores le atribuyen una procedencia francesa, pero al no presentar la correcta documentación, nada se puede asegurar al respecto. Lo único que sí se sabe es que desde épocas muy antiguas este apellido ya estaba implantando en España, sobre todo en ambas Castillas, en Cataluña, Valencia y Vizcaya, también los hubo en Andalucía y una rama que pasó a América.
En el año 1.134 aparece un caballero de este linaje llamado García Alegre que peleó a las órdenes del rey don Alfonso «el Batallador», en la batalla de Fraga (Huesca) donde se hizo notar por su valor hasta el punto que se dice que, viendo el coraje que ponía en la pelea, el Rey comentó: «Cómo hace honor a su nombre y que alegría pone en aplastar cabezas de moros». Los Alegre de Cataluña fueron Gentileshombres y varios de ellos pertenecieron al Consejo de Barcelona en 1.467.
Entre las casas solariegas de este linaje establecidas en el principado una de las más ilustres fue la que radicó en Lérida, de la que procedió una rama que fue a establecerse en la ciudad de Tortosa (Tarragona). En Palencia, en la villa de Mazariego, hubo también un noble asentamiento del linaje, don Gaspar de Alegre Blanco, que fue alcalde durante muchos años de la citada villa, al que se le reconoció su derecho a ostentar blasón por ser de estirpe de sangre limpia y acreditada hidalguía, hijo suyo fue don Bernardo Alegre Escribano, que también fue Alcalde por los Hijosdalgo en el año 1.728.
De su matrimonio tuvo una hija, doña María Antonia Alegre y Ferreagudo que casó con don Juan Francisco Muñoz Caponago, natural de Barcelona, Coronel de los Reales Ejércitos de S.M. y Regidor de Paredes de Nava. Su hijo don José Muñoz Alegre hizo demostración de su calidad de hidalgo el año 1.771 para vestir el hábito de la Orden de Santiago. Ante el Tribunal de la Inquisición de Valencia fueron varios los de este apellido que probaron su limpieza de sangre y nobleza.
Armas: Un campo de oro, un ala de azur.
ALEMÁN
Tal y como el nombre indica procede de Alemania. En el año 754 vino el gobernador general de Aquitania Otger Gotlant, llamado Catalón, a Cataluña a pelear contra los moros trayendo con él veinticinco mil hombres mandados por insignes capitanes, entre los que se contaba uno llamado Grao de Alemany. Vencidos los moros, fundó Otger nueve baronías en favor de los nueve caballeros entre los que se contaba el citado Alemany, los cuales son considerados como los nueve primitivos barones de Cataluña. Descendiente de Grao de Alemany fue Raimundo Alemany que quinientos años más tarde se distinguió al servicio del rey don Jaime, participando en la conquista del reino de Valencia.
Armas: Escudo de oro y tres alas bajadas de gules.
ALFARO
Se cree que, antiguamente, los linajes Haro y Alfaro fueron un mismo apellido y así lo sostiene don Juan Bautista Lavaña en sus «Notas al Nobiliario del Conde de Barcelos». Este conde dice que don Juan Alonso de Alfaro, nieto del rey don Alfonso de León, por su madre doña Urraca, procreó a don Juan Alonso de Haro, que fue Señor de Cameros. Hoy, Haro y Alfaro, son apellidos distintos, pero no está de más aclarar que los nobles linajes que los llevan parten de un mismo tronco y ambos proceden del Señorío de Vizcaya, siendo por tanto apellidos vascos. Al separarse, Haro de Alfaro, cada rama adoptó sus propias armas y las que aquí quedan reproducidas son las correspondientes a Alfaro.
Armas: Escudo de azur y menguante de plata: partido de oro y dos bastones de sinople.
ALIAGA
Es linaje de Aragón, concretamente de la ciudad de Jaca, donde tuvo establecido su primitivo solar. Fue precisamente de este lugar del que partió don Alonso de Aliaga, a quien se considera progenitor de este linaje, a luchar contra los moros, a las órdenes del rey don Jaime de Aragón y fueron tales las muestras de valor y arrojo que demostró en los combates contra los sarracenos que, conocedor el rey de sus hazañas, le nombró capitán en el sitio del Castillo Domeño, poniéndole al frente de sus huestes por lo que le cupo a don Alonso la gloria de tomar dicho castillo al asalto siendo el primero que escaló sus murallas, lo que hizo en el plazo de seis días de asedio a la mencionada fortaleza.
Armas: Escudo de oro una banda de sable y debajo de esta una mata de aliaga (zarza) de sinople.
ALMANSA
Si hemos de dar crédito a cuanto dice sobre este apellido el conocido autor Piferrer, el origen de este apellido es murciano; según su información, proviene de la villa de Almansa, en el reino de Murcia, una villa que se dice ya existía en tiempos de los romanos con el nombre de Almántica.
Pues bien, cierto caballero de dicha villa, ante la invasión de los moros en la Península Ibérica, fue a refugiarse a las montañas de Galicia donde se le conoció con el nombre de la villa de su procedencia. Se unió a las huestes de don Pelayo y fue uno de los que más se distinguieron en las luchas contra los moros. Sus descendientes fueron emparentando con otras casas nobles de España, particularmente con la de don Froila Díaz, descendiente de los reyes de León. Ésta es la razón por la que algunos autores sostienen que los Almansa descienden de dichos reyes a través del mencionado don Froila.
Entre los numerosos solares que esta familia poseyó, se cuenta uno situado en las montañas de Burgos y de quien fue señor don Juan de Almansa, que era primo del condestable don Bernardino Fernández de Velasco, a quien se reconoce como tronco principal de la casa de los Duques de Frías. El citado don Juan de Almansa, con dos hijos suyos, pasó a pelear contra los moros bajo el estandarte del santo rey don Fernando, distinguiéndose los tres por su denuedo y valentía puestas de manifiesto en todas las batallas en las que intervinieron y particularmente en la toma de Almería.
Por su proceder, entraron en la repartición de tierras, otorgándoles el rey ricas heredades. Fundaron allí una casa solar, gozando sus descendientes de todas las preeminencias y privilegios a que tenían derecho como notorios hijosdalgo. Don Juan de Almansa, hijo de esta ilustre casa, fue Familiar del Santo Oficio en Granada, cargo harto delicado de desempeñar, si se tiene en cuenta la labor a que estaba obligado.
Armas: Escudo cortinado: 1º y 2º de gules y castillo de oro: el 3º de plata y un león de gules coronado de oro. Bordura de plata y ocho armiños de sable.
ALMELA
Esta casa murciana tiene por tronco, al duque Severiano, padre de San Isidro, San Leandro y San Fulgencio, conservándose los nombres de estos santos en los sucesores de este noble linaje.
En el año 1.399 Berenguer de Almela fue Regidor de la ciudad de Murcia, como así consta en los Archivos de dicha población. Se tiene noticia de que caballeros de este apellido tomaron parte en casi todas las batallas que se libraron contra los moros por la conquista de Andalucía, encontrándose en la toma de Sevilla por el santo rey don Fernando, en la de Baza y más tarde, sus descendientes en la de Granada, último bastión de los musulmanes en la Península Ibérica.
Armas: Escudo de oro, un almendro verde. Bordura de gules con seis flores de lis de oro.
ALMENAR
Linaje de origen catalán, muy antiguo en el Principado, desconociéndose sus orígenes. En el año 1.201, con ocasión de fundarse la Orden Militar de San Jorge de Alfama, fue elegido como primer Gran Maestre don Juan de Almenara. Habrá que decir que, en los antiguos documentos consultados, hemos hallado que el apellido se escribe indistintamente Almenar o Almenara. En 1.582, don Guillermo de Almenara tuvo gloriosa muerte en Grecia, defendiendo el castillo de Lobadia del que era gobernador.
Dos hermanos de este apellido, Pedro y Guillermo de Almenar combatieron bajo las banderas del Rey don Jaime. Ambos tomaron parte en las conquistas de Murcia y Orihuela.
Armas: Escudo de azur y una muralla de plata con algunas brechas, sumada de una bandera del mismo metal.
ALMUNIA
Tiene procedencia aragonesa. Suponemos que sus caballeros tomaron parte en las empresas que emprendieron los reyes de Aragón contra los moros. El dato que hemos obtenido a través de lo que dice de este apellido Mosén Jaime Febrer, se refiere solamente a un miembro de este linaje, el noble aragonés, Pedro de Almunia, que dueño de una gran fortuna se hizo famoso por la generosidad que siempre tuvo hacia las huestes de Aragón.
Se comprometió a facilitar víveres a las tropas del rey don Jaime, siendo su hazaña más importante aquella en que logró meter cuatro mil cabezas de buen ganado en la plaza sitiada de Alcañiz.
Armas: Escudo flanqueado: jefe y punta de oro y tres pinos de sinople, el central mayor; flancos de plata.
ALONSO
Se trata de un antiguo y muy ilustre linaje asturiano. Data de los tiempos en que el invicto don Pelayo se retiró, ante el avance de las huestes moras, invasoras de España, a las montañas y cueva de Covadonga, para poder reorganizarse y emprender la ardua labor de la Reconquista del solar patrio.
Como ya es sabido, las huestes que le acompañaron eran harto exiguas ya que consistían en no más de trescientos caballeros y mil hombres de armas de a pie. No obstante, esta carestía de medios no fue óbice para que el valeroso caudillo fuera ganándoles palmo a palmo terreno a los musulmanes, sentando las bases para la sucesiva reconquista total de España. Es famoso que, entre los trescientos caballeros que acompañaron a don Pelayo, había varios de este nombre, Alonso, descendientes de nobles godos y cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos. Antiguos solares de este linaje los hubo en la villa de Cangas de Onís y Avilés, en el Principado de Asturias.
El tratadista don Francisco Piferrer en su obra «Reinos y Señoríos de España» establece claramente la importancia del apellido Alonso cuando escribe: «Hay nombres que, por sí mismos, por su misma estructura, etimología o derivación, revelan su remota antigüedad. Así sucede con la palabra Alonso, que desde muy antiguos tiempos se usa y se ha usado como nombre o como apellido, escribiéndose indistintamente Alonso, Alfonso, y Alphonso, derivándose del nombre latino Alphonsus y este tal vez del griego Alphos, que significa blanco. Aunque Méndez Silva dice que la palabra Alfonso significaba entre los godos, nuestros ilustres predecesores, amado, querido, favorecido (Catálogo Real y Genealógico de España). Sea de ello lo que fuere, resulta de todos modos que el nombre Alfonso es de muy remota antigüedad, no siendo por tanto extraño que se oculte en la oscuridad de los siglos el origen del noble linaje que lo lleva por apellido».
Piferrer sigue indicando que es pretensión de muchos genealogistas considerar como tronco y progenitor de casi todas las nobles familias que llevan actualmente este apellido a un hijo que tuvo una dama de la casa de Girón, muy antigua y poderosa en Asturias, cuyo padre fue el rey don Alfonso, «el Católico», asegurando que los más antiguos solares de este nombre radicaron en el indicado Principado de Asturias, de donde sus ilustres hijos se adentraron en las montañas de Burgos, en el reino de Galicia, en ambas Castillas y otros puntos de la península, siendo en todas partes reconocidos como nobles de sangre y notoria hidalguía.
Esto dice el cronista general Banos de Velasco en el título de los caballeros Alonsos, que cita Morote en la Historia de Lorca: «Hay de este linaje en Andalucía y en los reinos de Sevilla, Murcia, Granada y en Madrid, y en todas partes es conocida su hidalguía y nobleza de sangre».
Por su parte, Tirso de Avilés, señala que: «la casa y solar de los Alfonsos es en Asturias de Oviedo y hay muchos de ellos y muy antiguos en la villa de Avilés y en la de Cangas de Onís; y estos dicen proceder y venir de un hijo del rey don Alfonso, «el Católico» y así el nombre de estos es Alfonso por apellido». Pero también en Madrid este linaje es muy antiguo y así lo señala Quintana en «Nobleza y Grandeza de Madrid». Ya en el año 1.389, en el poder que dio Madrid para prestar pleito homenaje al rey de Armenia, entre los regidores del estado de los caballeros que lo otorgaron, fueron don Diego Alfonso y don Pedro Alfonso. Este episodio del rey de Armenia es muy curioso. Recuerda alguien que, doscientos años antes que Madrid se convirtiera en capital de España, por decisión del rey Felipe II, ya albergó la minúscula corte de un monarca propio. Pues fue así y el personaje se llamó León VI. Un rey exiliado de Armenia que se convirtió en soberano de Madrid. Todo comenzó, como no podía ser menos, con el rey Enrique II, el conde de Trastamara, príncipe fratricida, asesino de su hermanastro, el legítimo rey de Castilla, don Pedro I. Causa maravilla saber que la nobleza aceptó el hecho, los juristas aceptaron la usurpación del trono y los doctores legitimaron el regicidio.
Pero murió el de Trastamara y le sucedió en la Corona su hijo Juan I. En contraste con su padre, este rey era generoso noble y considerado con sus súbditos. Y que bien conocía la forma en que su padre había llegado al trono de Castilla, lo evidencia el mensaje que dirigió a todos sus reinos: «Sepades que agora puede averdies días que recreció el rey, mi padre, a quien Dios perdone…». Bien, durante el reinado de don Juan I, se presentó en España, León VI, de Armenia, que tampoco era hombre muy afortunado, porque contando tres años de edad, su padre, el legítimo rey fue asesinado y el trono usurpado por su tío, el rey Guido I. Al desdichado príncipe le tocó conocer el cautiverio en una mazmorra, hasta que fue puesto en libertad previo pago de rescate.
Errante, fue a Aviñón para rendir homenaje al Papa y luego pasó a Cataluña, para finalmente caer en Castilla, donde el rey Juan I, sintió tanta compasión hacia él que véase lo que le regaló: «E viéndole desvalido e con parco sustento, otorgóle para su vida, la villa de Madrid e la de Andújar, e la villa Real (Ciudad Real), con todos sus pechos, derechos e rentas que en ellas había, e cada año de renta, para su vida, la suma de 150.000 maravedises». Mayor generosidad no cabe. Pero en Madrid, por entonces todavía se llamaba Magerit, la noticia de que el rey Juan I había regalado la villa a un soberano extranjero, cayó muy mal, hasta el punto que el rey Juan se arrepintió y dictó otra sentencia por la cual señalaba que la donación sería solamente válida durante la vida del rey armenio, sin que sus sucesores tuvieran el menor derecho a herencia. Se aplacaron los ánimos y así, entre los miembros del Concejo que rindieron pleitesía al armenio, estaba don Diego Alfonso y don Pedro Alfonso (o Alonso), como regidores de la villa de Madrid. El reinado de León, el armenio, sólo duró un año y medio, porque él mismo abdicó para trasladarse a Navarra y de allí a Francia donde murió. Recobrado Madrid para el trono de Castilla y pasado tan fugazmente el pintoresco episodio, los del linaje Alonso continuaron ostentado altos cargos en la villa. En el voto de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora que hizo la expresada Villa de Madrid por los años 1.438, se halló el regidor don Juan Alonso y en el Ayuntamiento de esta villa figura en 1.481, otro caballero de este linaje llamado don Pedro Alonso.
En lo que toca a los Alonso del solar de Burgos, se lee en las crónicas de la época que reconocen como tronco de su linaje a don Fernando Alonso, de quien hizo mucho aprecio el famoso Ruiz Díaz de Vivar, el invicto «Cid Campeador», teniéndolo como su pariente. Otra línea, de esta ilustre familia, se estableció en Villena y emparentó con la noble familia Medina.
Las armas que trae este linaje son: Escudo cuartelado: 1º y 4º, de gules, con un castillo de oro, almenado de tres torres, la de en medio más alta. 2º y 3º, de azur y una flor de lis de plata.
ALÓS
Linaje catalán, muy antiguo y noble. En 1.526 se produjeron las conocidas desavenencias entre el emperador Carlos V y el Papa, lo que hizo que la ciudad de Roma fuera ocupada por los ejércitos del Emperador. Entonces, al frente de una pequeña fuerza de españoles, alemanes y napolitanos, hizo su entrada en Roma don Hugo de Moncada. Codiciosos los soldados de las riquezas que se atesoraban en Roma, iban a saquear la iglesia de San Juan de Letrán, pero enterado Moncada y varios de sus caballeros, corrieron a impedirlo. Los romanos, agradecidos, mandaron esculpir en la basílica las armas y apellidos de sus defensores entre los cuales mereció el honor de ser inscrito el apellido Alós.
Armas: Escudo de gules y un vuelo bajado de oro; partido del mismo metal y una cepa con hojas de sinople.
ALPONT
Dice Mosén Jaime Febrer que estando Rotger Gotlant cerca del río observando a los moros, para seguir mejor sus movimientos, intentó pasar el cauce de agua. Pero que de repente se vio acometido de un escuadrón enemigo que le obligó a retirarse precipitadamente. En ese momento un soldado se puso a gritar en lengua catalana: «¡Al pont, caballers, al pont!» (Al puente, caballeros, al puente) y que desde entonces le quedó como apellido Alpont. Otro caballero de este mismo apellido se distinguió asimismo en tales guerras, particularmente en la toma de Mallorca. Por lo que se dice, su arma preferida era un tridente con el cual siempre salió victorioso en sus peleas con los sarracenos por lo que lo hizo pintar en su escudo.
Armas: Escudo de oro y un tridente en azur.
ALTAMIRA
Proviene del barrio de Altamira, perteneciente al Ayuntamiento de Busturia en Guernica (Vizcaya). Existen tratadistas que opinan que aquellos que llevaban el apellido Altamira fueron los que dieron el nombre al citado barrio. Desde Vizcaya, este linaje pasó a Guipúzcoa donde fundó nuevas casas. Los de este apellido pasaron a América y, entre sus miembros, puede citarse a don Ignacio de Altamira que por un Real Despacho de 15 de enero de 1.817 fue designado Contador Ordenador del Tribunal Mayor de Cuentas de la Nueva España.
Armas: En oro, una torre almenada de piedra, acostada de cuatro calderas de sable, dos a cada lado, bordura de gules con ocho veneras de oro.
ALTUBE
Tuvo su solar primitivo en la villa de Anzuelo, junto a Vergara, aunque existe un caserío así denominado en Zuya, en Álava, lo que hace presumir que fuera allí donde tuviera su origen este apellido. Según el historiador don Jaime de Querexeta, esta palabra en lengua vasca significa «lugar de yesgos». Una línea de los Altube pasó al valle del Mena, en la provincia de Burgos y a ella perteneció don Juan Domingo Altube que obtuvo Real Provisión de nobleza ante la sala de Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid, en el año 1.788. Asimismo en el año 1.784, don Domingo de Altube y Salmantón, con residencia en Madrid, obtuvo sentencia favorable, siendo admitido en el Estado Noble de esta Villa.
Armas: En campo de oro, un árbol de sinople con un jabalí de sable pasante al pie del tronco.
ALTUNA
Linaje vasco, muy noble y antiguo, que tuvo su primitiva casa solar en Urrestilla jurisdicción de la villa de Azpeitia. Se encuentran también en la villa de Elgueta, de donde se han esparcido por todo el Señorío de Vizcaya, pasando asimismo al resto de la Península. Los de este linaje, fueron tenidos siempre por notorios hidalgos, distinguiéndose por el valor que derrocharon al servicio de sus reyes, lo que les llevó a ocupar cargos de mucha importancia. En el año 809, Sancho de Altuna se halló en la famosa batalla de Roncesvalles donde los vascones derrotaron a los franceses y en la cual murió el famoso Roldán, peleando Sancho de Altuna como intrépido y valeroso capitán al frente de las huestes vasconas.
Armas: Escudo de plata y tres leones de gules en triángulo dispuestos en dos y uno.
ÁLVAREZ
Se trata de un apellido patronímico, ampliamente difundido en España y América. Su significado está muy claro: hijo o descendiente de Alvar, más tarde Álvaro, nombres propios de los que se deriva el apellido Álvarez.
Pero ocurre que existen numerosas familias que tienen origen y linaje completamente distinto, sin parentesco entre ellas, aunque hay quien sostiene que todos provienen de un mismo tronco y lugar. Dichas afirmaciones, las considera García Garraffa, como un grave error; es decir, que las actuales familias no tienen el mismo origen. Por todo ello a los que les interese averiguar el origen de su apellido deben conocer en primer lugar, de qué linaje proviene el Alvar, o Álvaro, de cuyos nombres nace el apellido. Ejemplo: Aquellos Álvarez nacidos en Asturias, deberán buscar su linaje en los Álvarez de Asturias, familia noble de la que se hablará más adelante. Los Álvarez de Toledo, en la correspondiente a aquella provincia, y así sucesivamente. Por esta razón se hace obligado no referirse globalmente a los Álvarez, sino ir separando las familias.
En Asturias una de las más antiguas casas, tuvo su origen en el Concejo de Nava, de Infiesto. Otra casa, también muy antigua, corresponde a la parroquia de Riera de Cangas de Onís y de la que dimanó la del Concejo de Grado, de Pravia. Varios especialistas del tema aseguran que tanto esta casa, como la anterior, son del Concejo de Nava, que es el solar del linaje Álvarez en Asturias y es muy posible que así sea dada la semejanza de armas. También hay que consignar a las casas de Álvarez que radicaron en la parroquia de Granda, de Pola de Siero, y en la villa de Cangas de Tineo.
En León se encuentran varias casas Álvarez. La de la aldea de Robledo, de Murias de Paredes, procede del linaje asturiano, de Nava. Parece ser que un miembro de este linaje llamado García Álvarez, dio muerte a un caballero de la familia Valdés por lo cual y temeroso de las consecuencias, pasó a la aldea de Robledo, donde fundó nueva casa. Hay estadistas que acusan a esta versión de novelesca, y afirman, que sólo se trata de unos caballeros asturianos que pasaron a León, fundando casa de dicho linaje.
Los Álvarez extremeños de Trujillo y Plasencia proceden de las casas de Asturias, citando a un caballero llamado García Álvarez, (el mismo que dio muerte a un Valdés) que pasó a León, pero no teniéndose por seguro y temeroso de la justicia, se trasladó a la villa de Ruanes (Cáceres), se estableció y dejó sucesores por Trujillo y Plasencia. Esta línea no se interrumpió en Extremadura, pasó a Andalucía y a Navarra y Aragón.
La cuestión de si el apellido Álvarez tiene su origen en Asturias o no, se complica si se tiene en cuenta que existen tratadistas empeñados en demostrar que este apellido no es patronímico, es decir, que no procede de los nombres Alvár o Álvaro, sino que tiene su origen en la villa de Albares, lugar del que toma el nombre. Los tratadistas que sostienen esta procedencia geográfica señalan que las ramas que salieron de la villa de Albares difundieron mucho el apellido. Ahora bien, otros tratadistas sostienen que en Asturias y en León existen Álvarez muy antiguos de muy distinto origen a los citados.
Dichos Álvarez descienden de don Nuño Álvarez de Amaya, Conde y Gobernador de Asturias e hijo natural del rey Alfonso V. Se unió en matrimonio con doña Gontroda Gutiérrez, de la casa de Castro y tuvo, entre otros hijos, a don Rubio, tronco de la familia Salcedo, y a doña Teresa Núñez, esposa de Diego Laínez, padres del Cid Campeador.
En lo que se refiere a Galicia, en Lugo, existió una casa Álvarez que radicó en el Concejo de Ribes del Sil, del partido de Quiroga, originaria de León. Hubo otras de distinta procedencia entre las que podría citarse a la de la parroquia de Puebla de Burón, del partido de Fonsagrada, algunos de cuyos descendientes se apellidan Álvarez de Meda.
Hay tratadistas que, respecto a los de Navarra, los hacen descender de una rama de Cáceres que provenía de Robledo (León). Los Álvarez navarros tendrían su antecesor en don Sancho Álvarez, que se casó en Plasencia con doña Olalla de Ochoa y Sarmiento y tuvieron larga descendencia que se extendió por Extremadura y Andalucía. Una hija de este matrimonio casó con un caballero que procedía de la casa real de Navarra y tuvieron dos hijos: el mayor, llamado Ordoño Álvarez contrajo matrimonio con doña Juana Pimentel y dejaron sucesores por Navarra y Aragón.
Citamos algunas de las familias Álvarez que, sea cual sea su punto de origen, probaron su nobleza o su hidalguía. ARAGÓN: Álvarez Espejo. ASTURIAS: Álvarez Baragana; Álvarez Cabril; Álvarez Laviada; Álvarez Marrón; Álvarez Menéndez, Álvarez Monjardín; Álvarez de Nava; Álvarez de Carrozal; Álvarez de Cienfuegos; Álvarez Cornas; Álvarez Feito; Álvarez de la Fuente; Álvarez Monteserin; Álvarez Peinado; Álvarez Pozuelo; Álvarez del Río; Álvarez de Rollán; Álvarez Santisteban; Álvarez Sierro. BURGOS: Álvarez Barahona, Álvarez de la Pedrosa. CÁCERES: Álvarez de Hitos. CUENCA: Álvarez de la Barrera. GALICIA: Álvarez de la Braña. JAEN: Álvarez Serrano. LA CORUÑA: Álvarez Becerra; Álvarez Campana. LA RIOJA: Álvarez de Lasarte. LEÓN: Álvarez de Acevedo; Álvarez Alonso; Álvarez Arintero; Álvarez del Arroyo; Álvarez Barreiro; Álvarez Barriada; Álvarez de Bobadilla; Álvarez de la Bolada; Álvarez de la Cabuérniga; Álvarez de Mendieta; Álvarez de la Pandilla; Álvarez Caldero; Álvarez Campillo; Álvarez de Cerdemuela; Álvarez de Castilla; Álvarez Coque: Álvarez de Cuenllás; Álvarez Escaja; Álvarez Guarida; Álvarez de Álvarez; Álvarez López; Álvarez Lorenzana; Álvarez Ordoño; Álvarez Panizo; Álvarez de Robledo; Álvarez Rabanal; Álvarez Reyero; Álvarez Trincado. LUGO: Álvarez de Aguilar; Álvarez Armesto; Álvarez de Meda; Álvarez Reymondes; Álvarez San Martino; Álvarez San Martín: Álvarez del Valle; Álvarez Remo; Álvarez Villabol. MADRID: Álvarez de Peralta; Álvarez Gato: Álvarez de la Puente; Álvarez de Quiris. NAVARRA: Álvarez de Eulate. OURENSE: Álvarez de Castro; Álvarez Cedrón; Álvarez Ojea; Álvarez de Puga; Álvarez de Quiroga. PALENCIA: Álvarez Estrada. PONTEVEDRA: Álvarez de Faes. SALAMANCA: Álvarez Barda; Álvarez Campomanes; Álvarez Maldonado. SANTANDER: Álvarez Escalante: Álvarez de la Torre; Álvarez de la Villeta. SEGOVIA: Alverez de Arcaya. SORlA: Álvarez de Catalañazor; Álvarez González; Álvarez Gimenez. TOLEDO: Álvarez de Meneses. VALLADOLID: Álvarez Barrero; Álvarez Olmedo; Álvarez Carballo, Álvarez García. ZAMORA: Álvarez de Alarias; Álvarez Losada; Álvarez Prada; Álvarez Requejo.
Otras familias nobles del apellido Álvarez son: Álvarez de Bendujo. Álvarez de Benavides. Álvarez Bohorques. Álvarez Cabañas. Álvarez Cimbrón. Álvarez de Faria. Álvarez Osorio. Álvarez de Ribera. Álvarez Sotomayor. Álvarez de Toledo. Álvarez de Villacorta. En su momento, los anteriores apellidos serán debidamente estudiados en orden a su segunda denominación.
En lo que se refiere al apellido Álvarez en su difusión por América, en Colombia puede encontrarse a Francisco Álvarez Ocampo que estuvo casado en Nueva Granada con Francisca García Zorro, hija del conquistador Gonzalo García Zorro.
Aparece también un tal Lorenzo Álvarez de la Barbosa que fue familiar del Santo Oficio en el reino de Nueva Granada. Beatriz Álvarez que contrajo matrimonio con don Gaspar de Santa Fe, uno de los primeros descubridores y conquistadores del nuevo reino de Granada. Un tal Diego Álvarez Machuca, confidente del Santo Oficio y que parece ser que murió apuñalado por un nativo que le tenía rencor por haber sido delatado por él y haber sufrido tormento, por parte de la Inquisición, bajo la acusación de hechicero.
En Méjico, puede citarse a los Álvarez de la Campana, familia noble procedente de La Coruña y que se estableció en aquel país. Los Álvarez Gato, que procedían de la villa de Chinchón en Madrid, siendo el jefe de la familia don Francisco Álvarez Gato, Maestre de Campo y Caballero de Santiago. Pueden citarse también como introductores del apellido Álvarez en México, a los Álvarez de Quiris, así como a los Álvarez Serrano. En Perú, consta como familia establecida en Lima, la encabezada por Faustino Regis Álvarez de Foranda, coronel de las Milicias Provinciales de Cuzco.
ALZATE
Apellido de origen navarro que en la lengua vasca quiere decir: «puerto de los alisos». Tiene su procedencia en Cissa, en la Baja Navarra con ramas muy importantes en Guipúzcoa y líneas que pasaron a América, concretamente a Méjico en el siglo XVIII, siendo uno de los primeros nacidos en aquél país don Fernando de Valdés y Beltrán, nieto materno del capitán Francisco Esteban Beltrán, de Burgos y de doña Luisa de Alzate. Uno de los más ilustres mejicanos fue don José Antonio de Alzate. Cultivó las ciencias matemáticas, las naturales y la medicina, además de destacado astrólogo.
Armas: Dos lobos pasantes de sable, puestos en palo en campo de oro y bordura componada de este metal y gules.
ALLER
Según el genealogista Julio de Atienza se trata de un linaje cuyo origen tuvo lugar en Asturias y procede de una rama de Vigil que fundó casa en el Concejo de Aller, tomando este nombre como apellido. Posiblemente esto fue así. El apellido se fue extendiendo por Asturias, de donde pasaron a Galicia, Castilla y Méjico.
Confirmando lo anterior, existe el testimonio de don Diego de Soto y Aguilar quien en su obra «Casas Solariegas» indica que este linaje, Aller, desciende de don Diego Fernández Vigil, Señor que fue de la Casa de Aller, lo que avala la anterior afirmación de Atienza sobre el origen del apellido.
Armas: En campo de oro, una banda de gules de una cotiza de plata.
AMAYA
Se trata de un apellido castellano, exactamente burgalés. A ocho leguas de Burgos y cuatro de Aguilar de Campoo y tres de Villadiego, hubo en la antigüedad una ciudad muy importante -según información del genealogista Ocariz- que se llamó sucesivamente Patricia, Aregia o Varegia y finalmente Amaya. Y, en efecto se dice que Amaya fue fundada por Tubal, nieto de Noé, unos 1.800 años después de la creación del mundo, unos 1.450 antes de la fundación de Roma. Y también se dice que los romanos la llamaron Amaya en memoria de la diosa Maya, hija del rey Atlante. Y en ponderación con la antigüedad de Amaya, se leen estos versos: «Harto era Castilla pequeno rincón.Cuando Amaya cabeza Itera mojón». En lo que a nosotros respecta nos parece fantástico designar como fundador de una ciudad española, sea la que sea, a ningún nieto del patriarca Noé. Lo reseñamos como dato curioso, pero nada más. Que su fundación se deba a los romanos y que le pusieran por nombre Amaya en recuerdo de una diosa, parece muchísimo más probable.
Con las continuas invasiones, guerras y quebrantos que sufrió la Península Ibérica, desapareció esta ciudad, pero legó su nombre al territorio donde floreció, el cual se llamó «tierra de Amaya» y dos pueblos ostentaron su nombre, Cañozal de Amaya y San Felices de Amaya. Este nombre fue asimismo tomado por los señores de la villa de Amaya, de los cuales se dice que fue tronco don Trastamiro y don Ermigio, hijos de don Alboazar Ramírez y nietos del rey de León, don Ramiro II. Este apellido lo llevó también, y se desconocen los motivos que pudieron existir para ello, el infante don Nuño Alvarez de Amaya, hijo del rey de León, don Alfonso V. Entre sus descendientes se cuenta a don Juan López de Amaya, Comendador de Alarcón, en la Orden de Santiago, que se distinguió en la batalla de las Navas, en el año 1.412. En Navarra floreció el apellido Maya y aunque parece distinto al linaje Amaya, ocurre que trae las mismas armas.
Armas: Escudo partido: el 1º, jaquelado, con nueve piezas de plata y nueve de sable, el 2º, de plata y dos lobos de sable. Bordura del 2º de gules con dieciocho aspas de oro.
AMESCUA
Linaje de origen real, como se demuestra por el siguiente dato: antes de ser Garci Giménez primer rey de Aragón, fue el señor de las nobles casas de Amescua y Arbárzuza. Descendiente de este ilustre linaje fue don Diego de Amescua, cuya hija, Inés de Amescua, casó en Baeza, con el valiente y noble guerrero Garci Fernández de Navarrete, del esclarecido linaje de los Navarrete, del que ya hemos tratado en trabajos anteriores. Ellos fueron los progenitores de la noble rama de los Navarrete. Baste sólo decir que otros caballeros del linaje de los Amescua estuvieron con los Reyes Católicos don Fernando y doña Isabel en el sitio y posterior toma de la ciudad de Granada.
Armas: Escudo de gules y cinco castillos de plata. Bordura de este metal y ocho calderas de sable.
AMORES
Linaje cuyo solar primitivo se encontró en Tiraña, perteneciente al partido judicial de Laviana, en Oviedo, desde donde pasó a extenderse por el resto de la Península y América, con preferencia a Méjico, aunque puede encontrarse a un caballero que participó activamente en la conquista de Río de la Plata (Argentina), llamado don Alonso de Amores Díaz, natural de Loja (Granada), en el año 1.533. El principal asentamiento de esta familia en el Nuevo Mundo estuvo radicado en Tapachuela, Chiapas (Méjico). Don Nicolás de Amores Bueno fue nombrado Gentilhombre por la reina Isabel II. El rey Felipe V otorgó el título de Conde Navas de Amores para él y sus descendientes a don Pedro García Amores y Angulo, natural de Elche de la Sierra (Albacete).
Armas: En plata, una encina de sinople con dos lobos de sable atravesados a su tronco.
ANDRADE
Es este preclaro apellido de mucho renombre y noble linaje del reino de Galicia. Pero sucede que está entremezclado con el también ilustre apellido de Freire.
Como acertadamente dice don Francisco Piferrer, a veces resulta harto difícil separar uno del otro.
El famoso apellido Freire tuvo su casa solar y raíz en el lugar de este nombre, Freire, que dista dos leguas de la ciudad de Braga y otras dos de la de Castro. Se supone, por los datos que se utilizan, fue fundado por Gómez Freire, descendiente de uno de los cinco caballeros godos que llegaron a Galicia con el conde don Mendo.
A principios del siglo XII florecía, en Galicia, Martín Freire señor del castillo de Lodomiño.
Y es aquí cuando entra en liza, el apellido de que nos ocupamos, Andrade, en la persona de Nuño Freire de Andrade que fue uno de los hidalgos o terratenientes que el rey Alfonso armó como Caballero de la Banda, en la ciudad de Burgos en el año 1.338.
Ocurre que desde muy antiguo los de apellido Andrade contrajeron frecuentes enlaces con los del linaje Freire, de modo que, durante muchos siglos, ambas casas permanecieron unidas, considerándose como una sola familia y usando indistintamente el apellido Andrade o el de Freire y con frecuencia ambos unidos entre sí: Freire de Andrade.
Y lo mismo ocurrió con las armas, utilizando indistintamente las de Andrade o las de Freire.
A fuerza de repetirse tantos lazos de familia, tanto Andrades como Freires llegaron a considerarse como procedente de una misma fuente y por lo tanto con iguales derechos y prerrogativas.
Armas: Escudo de oro y cinco lobos de sable.
ANDUAGA
Un descendiente de Sancho Fernández de Tejada hizo su asiento en la provincia de Guipúzcoa, fundando su solar en la villa de Anduaga, tomando el nombre de la citada villa como apellido. Otro caballero de este apellido, don García de Anduaga, se destacó por su bravura en la batalla de Beotivar, en la que tan sólo ochocientos vizcaínos, acaudillados por Gil López de Oviez, señor de la Casa de Larrea, se defendieron heroicamente contra el ataque de cincuenta mil franceses y navarros que, mandados por Ponce de Morentaín, iban con ánimo de conquistar Vizcaya. Más tarde, entre los valientes guerreros que iban con el rey don Alfonso XI, se distinguió don Íñigo de Anduaga.
Armas: Escudo cuartelado: 1º y 4º; de plata, un grifo rampante de gules; 2º y 3º; de azur, un águila explayada de plata.
ÁNGEL
Según Flores de Ocáriz, en su obra «Genealogías del Nuevo Reino de Granada», este apellido es el mismo que Ángelo, procedente de los Emperadores de Constantinopla. Se dice que doña María Irene Ángelo se unió en matrimonio a Felipe, emperador de Alemania y duque de Suecia, y que de esta unión nació doña Beatriz primera mujer del Rey de Castilla Fernando III «el Santo». Qué tiene esto que ver con la versión de los Emperadores de Constantinopla, es lo que ignoramos. Este linaje, desde tiempos inmemoriales, ya se encontraba radicado en Cataluña, en Pobla de Segur, en Lérida.
Armas: En campo de oro, un ángel arrodillado y vestido de azur, con una estola cruzada de gules y ceñida de un cordón de oro. Este ángel tiene los cabellos de plata y un hacha de sinople, encendida, en su mano derecha.
ANGULO
Tiene su procedencia en las montañas de León, donde existieron muy antiguos y nobles solares del mismo. Los hubo también en Burgos, en la Merindad de Oteo, teniendo también solar en Espinosa de los Monteros y en lugar de Angulo, de donde parece ser tomaron el apellido. Gracia-Dei, Cronista de los Reyes de España, dice que los de este linaje provienen de un hijo del rey de Escocia, que vino a servir al rey don Alfonso el Católico, en las guerras contra los moros y que trajo con él a trescientos caballeros escoceses. Como premio, muchos de ellos se quedaron en tierras de Castilla ricamente heredados por el monarca. Y que de estos caballeros descienden los del apellido Angulo.
Armas: Escudo de oro, cinco roeles bezantes de sinople partidos de plata puestos en sotuer.
ANTOLÍNEZ
Su primitivo solar estuvo en Cantabria. De allí procedió la rama que fue a asentarse en Burgos, de donde fue Antón Antolínez que tuvo por hija única a doña María Antolínez, que casó con don Fernán Díaz, o Laínez, hermano del Cid Campeador, y tuvieron por primogénito a Martín Antolínez, quien tomó este apellido para conservar la memoria de esta casa como heredero y sucesor de su abuelo materno. Por esta causa, los genealogistas dicen de la casa de Antolínez que procede de los jueces de Castilla. Antolín Martínez hijo del anterior, fue ricohombre de Castilla en el reinado de doña Urraca y en el de su hijo don Alfonso VIII. Don Justino Antolínez fue obispo de Tolosa a principios del siglo XVII.
Armas: Escudo de gules y banda de oro. Bordura del mismo color y ocho aspas del mismo metal.
APARICIO
Los primitivos solares de este linaje estuvieron asentados en las encartaciones del Señorío de Vizcaya. Se trató de casas fuertemente amuralladas, casi auténticas fortalezas, preparadas para resistir el ataque de los moros, si estos llegaban a producirse.
De estas encartaciones vizcaínas, sus moradores partieron hacia las montañas asturianas, al enterarse de que el caudillo don Pelayo se había refugiado en Covadonga, a fin de reorganizar sus huestes y poder pasar a la ofensiva contra los musulmanes invasores de la Península Ibérica.
Lucharon, pues, los Aparicio vizcaínos junto a las huestes de don Pelayo en cuantas batallas sostuvo contra los moros.
Y sus descendientes continuaron la misma política de manera que se hallaban presentes en la toma de la ciudad de León.
Fue precisamente del solar leonés del que partieron varias ramas que fueron extendiéndose por ambas Castillas, Extremadura, Murcia, Toledo y las tierras próximas a Madrid. Otra rama pasó a la isla de Cuba y otra al continente americano.
En el año 1.000, en la lucha contra los sarracenos floreció un célebre guerrero, el capitán don Pando Aparicio, cuyas hazañas se hallan consignadas en las crónicas de la época.
En el año 1.320, vivieron tres hermanos, Alvar, Sancho y Rodrigo Aparicio, que fundaron distintos solares: el primero lo hizo en Castilla, el segundo en Extremadura y el tercero en Andalucía. Y de estas ramas, provinieron otras muchas, como por ejemplo, la que se estableció en Toledo.
Otra rama hizo solar en la villa de Almagro, Ciudad Real, y posteriormente algunos de sus descendientes pasaron al reino de Murcia, cerca de Caravaca. La que se estableció en Madrid tiene su procedencia en la de Salamanca, fundada por don Juan Manuel Aparicio, en tiempos del Emperador Carlos V.
De las de Andalucía, una rama procedía de Pedro Aparicio y otra de Hernando Aparicio. Ambos se encontraban en la toma de la ciudad de Sevilla, como consta en los repartimientos de tierras que se hicieron una vez ocupada la ciudad por las huestes cristianas. En dicho repartimiento los del linaje Aparicio obtuvieron como premio a su valor y lealtad ricas heredades.
Estuvieron también en la ocupación de Baeza, que rescataron del poder de los moros, como se acredita por el testimonio de serios y veraces autores, entre ellos el cronista don Alonso de Santa Cruz.
Los del Reino de León fueron don Jerónimo, don Baltasar, don Melchor, don Manuel y don José Aparicio y de ellos proviene la rama que pasó a La Habana. Inútil es decir que fueron bastantes los miembros de este linaje que, al desear ingresar en las diversas Órdenes Militares, hicieron probanza de nobleza y limpieza de sangre, siendo todos reconocidos como notables hijosdalgo.
De la rama que se estableció en Madrid, don Juan Aparicio y don Jerónimo Aparicio, hijos de don Melchor Aparicio, hicieron información de nobleza ante las Justicias de la Villa de Alcalá de Henares y de Madrid, en donde residían, con citación de los procuradores generales de ambos; y por auto de don Juan Lucas Cortés, Alcalde de Casa y Corte, fechado en l de agosto 1.667, se les reconoció su calidad de hidalguía y limpieza de sangre.
Hay una rama que pasó a Cataluña, como se expresa en una certificación extendida por don Francisco Gómez de Arévalo, Caballero de la Orden de Santiago y Rey de Armas de Carlos II y don Felipe V, a pedida de don Inocencio Aparicio, Secretario de S.M. y de su Consejo y Contador de la Real Hacienda del Infante don Luis.
El peticionario hace constar que es hijo legítimo de don José Aparicio y de doña María de Font, naturales de la villa de Caldas de Mombuy y de Tarrasa, respectivamente, y que tenían su primitiva casa solariega en las montañas de Burgos, lugar de Berruel y Montera, en el valle de Huesgos, que se llamó de Aparicio, una de las más antiguas de aquellos lugares.
Incidiendo en la rama que se estableció en el Principado de Cataluña, en la citada villa de Caldas de Mombuy, de ella fue el beato padre Sebastián Aparicio.
De los de Madrid, don Pedro Aparicio, fue recibido por el Ayuntamiento de esta Villa y Corte como notorio hidalgo: Don Isidoro Aparicio, de la rama extremeña, fue obispo de Coria. En la rama valenciana destacó fray Juan Aparicio, religioso mercedario y un distinguido literato como así lo atestiguan las numerosas obras que dejó.
Entre los que pasaron a las Indias, en los primeros tiempos de su descubrimiento y conquista, se encuentra el capitán don Diego de Aparicio que primero estuvo bajo las órdenes del gobernador Velázquez y después pasó con Hernán Cortés a Méjico.
Con ocasión de la ausencia de éste de la capital mejicana para enfrentarse a las tropas enviadas por Velázquez contra él, acusado de desobediencia y desconocimiento a su autoridad, Diego de Aparicio permaneció en la ciudad de Tenochtitlán, a las órdenes de Alvarado. Como sea que este cometió diversas torpezas en su trato con los aztecas, torpezas que provocaron el descontento popular, Aparicio, creyó oportuno advertirle, pero sus consejos no fueron oídos por Alvarado, lo que provocó la rebelión con la que se encontró Cortés a su regreso a la capital mejicana.
Diego de Aparicio fue uno de los que quedaron encargados de organizar la retaguardia de los soldados españoles, en tanto éstos se retiraban en la infausta jornada conocida como «la Noche Triste». Pudo ponerse a salvo y, aún herido participar en la batalla de Otumba. Una vez pacificado el país, fundó casa en él, contrayendo matrimonio y teniendo sucesores que fueron los encargados de la extensión del apellido Aparicio en Méjico, donde se encuentra bastante generalizado.
De los tiempos cercanos, cabe citar a Julio Aparicio, un notable pintor español, nacido en Alicante en 1.773, y fallecido en el año 1.830. Fue discípulo de la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y pensionado en París y Roma. Influyó mucho en su estilo la llamada «escuela de David», acabando por ser uno de los más destacados representantes de la escuela neoclásica española.
Como armas, este linaje trae: Escudo cuartelado: 1º; de oro y un castillo de gules aclarado de azur. 2º; de azur y un lucero de oro de ocho rayos. 3º; de plata, una cruz de gules como la de Calatrava y 4º; león de púrpura colocada sobre una roca parda, en campo de oro. Escusón central partido: lº; de azur y una banda de oro acompañada de dos aspas de plata. 2º; de sinople y una caldera de plata. Bordura general cortada, la mitad superior de plata y ocho armiños de sable. La mitad inferior de gules y ocho conchas o veneras de plata.
APERRIBAY
Apellido vasco, que tuvo solar en las villas de Galdácano, Ceanuri, Motrico, Valle de Orozco, Bilbao y Tierra de Ayala. Se conservan manuscritos de don Juan Francisco de Hita, Rey de Armas de Felipe IV, y don Luis Vilar y Pascual, Rey de Armas de Isabel II, donde consta como blasón primitivo de esta familia el lugar de Aperribay, en Galdácano. Don Diego González de Aperribay fue Doncel del rey don Juan II, don Salvador de Aperribay hizo toda la guerra de Granada.
Armas: Escudo partido: 1; cortado, en la parte superior, de plata, una cruz de gules, floreteada, como la de Calatrava, y en la parte inferior, idéntica cruz de plata, cargada de un roel de sinople, sobre campo de oro. 22; en plata, una cruz floreteada de sinople, como la de Alcántara. Bordura general de gules con una cadena de plata.
APONTE
Linaje de Galicia, donde están afincados desde hace siglos. Procede de don Nuño Gil de Aponte, capitán de Alfonso II «el Casto», fallecido en el año 768. Citaremos a fray Juan Pérez de Aponte, Comendador del Aceuche, don Juan de Aponte, que vivió durante los reinados de Enrique III y Juan II, y fue Alcaide del castillo de Monreal, y don Diego de Aponte y Zúñiga, Regidor Perpetuo de Cáceres y Caballero de la Orden de Alcántara, creado Marqués de Torre Orgaz, por Carlos II.
Armas: En campo de azur, un puente de seis ojos, roto por el centro; a la siniestra y sobre el mismo, una torre y a la diestra un lobo de sable en ademán de saltar el puente, todo en oro. Saliendo de la boca del lobo una cinta de plata con la inscripción: «¡Oh, qué mal paso!». En punta, olas de plata y azur.
ARAGÓN
De acuerdo a algunos tratadistas, proviene del rey de Aragón, don Pedro IV, llamado «el Ceremonioso». Se habla del matrimonio con su tercera mujer, doña Constanza de Sicilia. Existe un evidente error, la tercera esposa del monarca fue doña Leonor de Sicilia. Este rey fue fundador de las universidades de Perpignan y Huesca. Pasado el tiempo, el rey Juan II de Aragón, en el año 1.469, tuvo un hijo natural al que ya se le llamó Alonso de Aragón, convertido el lugar de su nacimiento en apellido y al que en 1.476 concedió el título de Duque de Villahermosa. Este caballero fue Maestre de la Orden de Calatrava. En 1.598, don Juan de Aragón IV Conde de Ribagorta fue agraciado con el Ducado de Luna.
Armas: En campo de oro, cuatro palos de gules.
ARAGONÉS
Su lugar de origen fue Jaca (Huesca). Las crónicas de la época hablan de varios caballeros de este apellido que ayudaron al rey Jaime I de Aragón a la conquista de Valencia, distinguiéndose Juan Aragonés quien al frente de sus mesnadas tomó la plaza de Alcoy (Alicante) y de Agullent (Valencia). No conforme con eso, pasó a la villa de Villajoyosa donde infligió una dura derrota a los moros, a los que venció también en las villas de Altea y Calpe, finalmente decidió establecerse en Alicante en la que fundó casa y dejó sucesores. Hubo otra casa solar de este apellido en Teruel, en la villa de Fortanete. También pasaron a Castilla estableciéndose en Fontiveros (Ávila). Todos los de este apellido tienen probada numerosas veces su hidalguía.
Armas: En campo de plata, una cruz potenzada, de gules.
ARANDA
Algunos sostienen que Aranda procede de Arandia, en Navarra y por la pronunciación castellana se le llamó Aranda. Otros, sostienen que el solar estuvo en Medina de Pomar y que de allí pasaron a Aranda de Duero, fundando nueva casa y tomando su nombre por apellido. Otros señalan que los Aranda de Burgos pasaron a Vizcaya y Navarra y que allí, por el idioma, se apellidaron Arandia. Don Antonio de Sotomayor, Rey de Armas de Felipe II sostuvo que procede de un infanzón de Illán, que casó con una Guzmán, de la que tuvo a don Álvaro Castillo de Curiel, reinando Fernando III «el Santo» y que le llamaban «de Aranda» por haber nacido en Aranda de Duero.
Armas: En oro un puente de piedra y bajo él un río, sobre el puente una torre y a la orilla del río una mata de romero. Bordura plata con ocho arandelas de lanza en azur.
ARANGO
Procede del Principado de Asturias y se dice que ya en tiempos de don Pelayo hubo caballeros de este nombre, que se refugiaron con él en las montañas de aquella región, en la célebre cueva de Covadonga, pero no existen pruebas fehacientes del hecho citado. Sí que puede afirmarse que, en tiempos del rey don Alfonso VII, un caballero llamado Pelayo Cuervo, señor del Valle de Arango, confirmó como ricohombre varios privilegios y escrituras y esto lo cita el genealogista Sandoval. Además, estas escrituras y otros documentos se encuentran en el archivo de la Santa Iglesia de Oviedo; así lo afirma el erudito historiador Téllez. Los de esta casa de Arango siempre fueron famosos hijosdalgo muy conocidos y respetados en Asturias.
Armas: Escudo de plata y seis cuervos.
ARAS
Parece ser de origen navarro, con líneas que fueron extendiéndose por otros puntos de la Península y que tomó su nombre del valle así denominado. El Rey de Armas de don Felipe IV, don Juan de Mendoza y el historiador don Francisco de Valderrábano, señalan el blasón que corresponde a esta estirpe y que es el que reproducimos. Entre los conquistadores de América figura don Juan de Aras, natural de «algún lugar de Castilla la Vieja», pero en los documentos que así lo señalan, no figura que lugar puede ser ese. La nobleza de este linaje fue reconocida repetidas veces por la Real Audiencia de Pamplona, la Inquisición del Reino de Valencia y el Estado Noble de la Villa de Madrid.
Armas: En campo de oro, una encina de sinople frutada de oro y un jabalí de sable empinante al tronco.
ARBOREA
El genealogista Zurita en su obra «Anales de Aragón», dice lo siguiente: «La grandeza, antigüedad y poder de la casa de Arborea, a quien los emperadores concedieron el reino de Cerdeña fue tal, dice Salazar, que después de haber dominado largos años aquella isla, llamándose ya jueces, ya señores, ya príncipes, ya reyes de Arborea, ayudaron mucho a los reyes de Aragón para lograr la posesión de aquel reino, desde que el Pontífice Bonifacio VIII concedió el año 1.297 la investidura de él al rey don Jaime II, de cuyo reconocimiento solicitaron aquellos príncipes que esta casa se aliase por esclarecidos matrimonios en sus dominios», y a los hijos del juez Hugo III, dice Zurita: «en la corte de Aragón se hizo el mismo tratamiento que a los infantes».
Armas: Escudo de plata, un árbol de sinople.
ARCAYA
Apellido vasco, originario del pueblo del mismo nombre cercano a Vitoria. En 1.332 ya se tiene constancia de un caballero, don Diego López de Arcaya, perteneciente a la Cofradía de Arriaga, Pariente Mayor de Álava. Con anterioridad, se encuentra a don Diego de Arcaya, que sirvió a las órdenes de don Pedro I de Aragón y tomó parte en la conquista del Reino de Valencia, y hay constancia también de don Juan Díaz de Arcaya, que combatió en la batalla de las Navas de Tolosa. Esta familia se fue extendiendo por toda España, pasando también a América. Varios de sus miembros probaron su hidalguía y nobleza de sangre ante la Sala de Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid.
Armas: En campo de plata, un roble de sinople y dos lobos de sable, pasantes al pie de un árbol, uno por delante y otro por detrás, atados a él con cuerdas.
ARCE
Este apellido se remonta a la guerra civil que sostuvieron, por una parte el rey de Castilla don Pedro, «el Justiciero» y por la otra el bastardo de Trastamara. En apoyo de éste, el rey de Francia, Carlos, llamado «el Calvo», que había firmado alianza con él para que, cuando se coronara rey de Castilla, le ayudara en su guerra contra Inglaterra, envió a España un poderoso ejército formado por las llamadas «Compañías Blancas», al mando del mercenario Beltrán Duglestín. La misión de estas tropas, formadas por soldados mercenarios, era la de destronar al legítimo rey de Castilla, don Pedro, para colocar en su lugar al de Trastamara.
Con las «Compañías Blancas» pasaron a España tres hermanos llamados Arce los cuales, finalizada la contienda con la muerte del rey Pedro, agradecidos a la generosidad con el que de Trastamara, ya convertido en rey Enrique de Castilla, premió su ayuda, se quedaron en España, tomando asiento en las montañas de Burgos. El primero fundó su casa solar en el valle de Carriedo, cerca de Toranzo, a unos cinco leguas de Santander; el segundo, en el de Gurriezo, y el tercero y último fundó su casa solar de Arce de Villerías, de la cual procedió la ilustre rama de este linaje que se extendió hasta el reino de Murcia.
Entre los de este linaje figura Ramón José de Arce, eclesiástico, que fue obispo de Burgos, Consejero de Estado y Director de los Reales Estudios de Madrid. En 1.798 se le nombró inquisidor general. Tuvo una actitud muy ambigua y no puede decirse que fuera duro, ni obrara con energía, pues se negó a firmar en más de una ocasión la solicitud de pena de muerte para los reos, permitió la vuelta de Olavide a España y rehabilitó al janseista Pierre Nicole.
No debía de encontrarse muy a gusto en el cargo de inquisidor porque solicitó y obtuvo su nombramiento como obispo de Zaragoza y Patriarca de las Indias. Vuelto a nombrar Inquisidor General, estaba en dicho cargo cuando se produjo la supresión de la citada institución.
Armas: Un puente sobre ondas sumado de un castillo en el lado diestro, y un ciprés de sinople en el siniestro.
ARENAS
Tiene su procedencia en la parroquia de Arenas, Ayuntamiento de Cabrales y partido de Llanes (Asturias). De este lugar pasó a Cantabria y de esta provincia a Burgos, Palencia y La Rioja. En la Chancillería de Valladolid ganaron provisión de hidalguía, los siguientes de este apellido: Francisco Arenas Prieto, de Corrales, de Veracruz (México). Cantabria: Raimundo de Arenas, de San Martín de Valdelomar, Manuel Arenas de Herrera de Oroco y Pedro Santiago de Arenas de Castrillo de Haya, Juan de Arenas, de Robledilla y Diego Arenas, de Villañono y Francisco Arenas, de Burgos. José de Arenas, de Aguilar de Campoo. Domingo y Matías de Arenas de Santo Domingo de la Calzada.
Armas: En oro, un árbol de sinople y dos lobos pasantes, al pie del tronco. Bordura de plata con diez calderas de sable.
ARGÜELLO
En el año 1.325, por una ejecutoria dada por la Real Chancillería de Granada, se conoce el nombre de uno de los primeros que ostentaron este apellido: Don Alonso de Argüello, vecino de Baeza. Hay que tener en cuenta a otro miembro de este linaje, don Íñigo de Argüello que fue un esforzado guerrero que vivió por los años 1.500 y fue el primero, de los este apellido, que pasó a Extremadura fundando casa solar en la villa de Brozas. Sus descendientes fueron entroncándose con otras nobles casas, como la de Carvajal, Tovar, Aponte, Ulloa, La Rocha, Vargas, Machuca y otras. Aparte de esta rama de Extremadura, el apellido se fue extendiendo por otros lugares de España, con preferencia en Castilla y Guipúzcoa.
Armas: Escudo de oro y dos llaves de azur. Bordura de gules y ocho aspas de oro.
ARIAS
España siempre fue pueblo de paso para las consiguientes invasiones, unas veces venidas de África, llegando a la península cruzando el estrecho de Gibraltar, otras por la vía marítima del Mediterráneo, con el desembarco en nuestras costas y otras, pasando los Pirineos para esparcirse por España.
De los tiempos antiguos hay que recordar a los cartagineses y más tarde, a los romanos. Ciertamente debemos mucho a estos últimos, que si bien fueron conquistadores, no dudaron en cruzarse con los naturales del país y lo que es más importante, dotarnos de lengua y cultura, así como de leyes.
Pero todos los imperios tienen un momento de auge y otro en el que, inevitablemente, se inicia su Caída.
El Imperio Romano no podía escapar a esta regla universal. Así, en el siglo V, en el último periodo de la dominación romana en España, cuando ya el imperio se encontraba en plena decadencia, muchos pueblos del centro de Europa, los denominados «Bárbaros» y que constituían diversas ramas de una misma nacionalidad teutónica, cruzaron los Pirineos para invadir la Península.
Fueron estos, los vándalos, los alanos, los suevos, y los godos. Todos se fueron instalando en la tierra hispana por el derecho de conquista, o sea, por el muy discutido derecho, si es que así puede llamarse, del más fuerte. De todos estos pueblos, los únicos que quedaron para formar una monarquía fuerte y vigorosa unificadora de la Península, fueron los godos.
Pero antes de que tal cosa sucediera, los suevos se habían ido extendiendo sucesivamente por Portugal, Galicia y parte de la región de Extremadura. Por lo que se sabe, uno de los monarcas suevos se llamó Aria Miró, que floreció a fines del siglo VI, y es el primero que aparece en la historia patria con el nombre de Ária, del cual no es sólo posible, sino cierto, que debió derivarse el patronímico Arias, que equivale a descendiente de Ária.
Por tanto, y a la vista de los anteriores datos, parece indiscutible que el linaje Arias tiene su procedencia en una casa real. Que después, Arias se ha usado indistintamente como nombre, o como apellido, ya es otra cosa.
Pero de Aria Miró procedió, según la mayoría de los genealogistas, una casa de este mismo nombre, que no sólo sostuvo el esplendor regio del monarca así llamado, sino que pasó a los godos, cuando estos o bien vencieron, o bien absorbieron, a los demás pueblos teutónicos invasores de la Península Ibérica, ya que contrajeron alianzas con ellos a través de enlaces matrimoniales, que llevaron a que sólo quedara un reino, el godo.
Con la llegada de los moros a la Península, facilitada por los motivos que ya explica la historia, (aunque existen muchas versiones sobre el hecho, entre otras, aquella de que el que les facilitó la entrada en España fue el conde don Julián, ofendido porque el rey don Rodrigo había violentado a su hija), la monarquía visigoda libró la batalla desastrosa de Guadalete, durante la cual fue traicionado por parte de los suyos, que se unieron a los invasores (los hermanos de Witiza, Siberto y Oppas que mandaban las alas del Ejército del rey Rodrigo).
La leyenda en torno a este rey, continuó hasta después de su muerte. Las fuentes árabes lo dan por muerto en la batalla.
En la Crónica del rey Alfonso III, en el siglo IX, dice que al repoblar el reino de Asturias, se encontró un sepulcro en el cual se decía: «Aquí yace Rodrigo, rey de los godos».
De esta leyenda nace la versión de que sobrevivió a la batalla de Guadalete y que se refugió en Portugal, en cuyo reino, arrepentido de sus pecados, se hizo ermitaño hasta su muerte y que cuando esta llegó, tocaron solas las campanas de una ermita anunciando la entrada en el cielo del gran pecador, ya purificado.
Dejando aparte del cuándo, cómo y en qué circunstancias muriera el rey don Rodrigo, se continúa diciendo, que los descendientes de la casa de Aria Miró fueron de los primeros que se unieron a don Pelayo, refugiándose en las ásperas montañas asturianas, a fin de reorganizarse e iniciar la reconquista del territorio patrio.
En efecto, las huestes de este caudillo ofrecieron tan fuerte resistencia a los árabes, que estos pocas veces osaron introducirse en las montañas de Asturias, lo que concedió el tiempo que precisaban Pelayo y los suyos, para ir poco a poco fortaleciéndose, y poder así atacar a su vez a las huestes moras.
En estos combates se distinguieron como osados y valientes capitanes el conde Arias Pérez y su hijo Arias Fernández, descendientes del expresado linaje de Aria Miró. Como se ve, y esto puede comprobarse fácilmente con la lectura de la Historia de España, en un comienzo Arias fue nombre: tan sólo ya muy entrada la Edad Media, se convirtió en apellido.
El solar más antiguo que se conoce de este linaje, estuvo radicado en las montañas del reino de León, de donde procedieron, además de los expresados, otros muchos caballeros que continuaron la línea de sus antepasados en sus luchas contra los moros.
De esta casa partieron numerosas ramas que, dieron origen a otras muchas, como por ejemplo, los Arias Montano, los Arias de Saavedra, Arias de Somoza y otras.
Ya, por el año 963, don Ramiro Núñez de Prado casó con doña Molina Arias, hija única de Arias Carpento, y los descendientes de este enlace, aún conservando el nombre de Arias, tomaron las armas de los Prado.
Antes lo hemos citado: uno de los personajes más famosos de este linaje fue Benito Arias Montano, el gran humanista español, nacido en Fregenal de la Sierra en el año 1.527 y fallecido en Sevilla en 1.598.
Fue capellán real durante el reinado de Felipe II, y estuvo a punto de ser encarcelado por la Inquisición, acusado de desdeñar la Vulgata y ser judaizante y aunque tuvo que soportar un proceso, fue declarado inocente de los cargos que se le imputaban.
El rey le confió la dirección de la Biblioteca de El Escorial y varias comisiones a Lisboa y otros lugares. Cuando se disponía a retirarse a la Cartuja de Sevilla, le sorprendió la muerte.
Armas: Escudo mantelado: 1º; de plata, una cruz llana de gules. 2º; del mismo metal, un águila exployada. 3º; de gules, un castillo de plata.
ARIÑO
De acuerdo a lo que dice el «Libro Becerro», sobre este linaje, resulta ser muy antiguo. Por los datos que se conocen, en el año 1.220, cierto caballero llamado don Fadrique de Ariño ganó muchas y muy brillantes victorias contra los moros, los cuales llegaron a tenerle gran miedo y pavor.
Como origen del linaje, se cita a Aragón. Pero convendría añadir que su tronco principal estuvo radicado en Francia, siendo, pues, apellido de procedencia francesa, aunque con el paso de varios caballeros de este nombre a España, para luchar contra los musulmanes, quedó establecido en bastantes lugares de la península.
Armas: Escudo de oro y tres lobos pasantes de sable, puestos en palo.
ARMENGOL
Ilustre linaje catalán, cuya familia es la misma que en Aragón y Málaga. Una rama de este ilustre linaje fue a establecerse en Mallorca, y ya en 1.522 floreció entre la nobleza de dicha isla don Antonio Armengol, caballero que fue muy perseguido por los comuneros. Ramón de Armengol, en 1.513, fue jurado de aquella ciudad y reino; Nicolás Armengol, en 1.593 obtuvo del rey don Felipe II, en remuneración a los servicios que le prestó, privilegio e ciudadano militar. Salvador Armengol, en el año 1.645, fue baile general de aquel reino, y su hijo Juan sirvió leal y eficientemente al rey don Felipe IV, en las guerras de Italia siendo capitán de una compañía de soldados.
Armas: Un brazo derecho armado, con una espada en la mano, saliente del costado, en campo de gules.
AROCA
Es un apellido vizcaíno, procedente de las montañas de aquella parte de la península. No obstante, el apellido se encuentra muy extendido en otros puntos de España, sobre todo por la zona de Levante y muy en especial en el reino de Murcia, en cuya conquista intervinieron varios caballeros del citado apellido.
Con posterioridad, en el año 1.562, don Vicente Pérez de Aroca, se estableció en la capital murciana, donde hizo su asiento estableciendo familia, siendo así que sus descendientes, deseando probar la nobleza del apellido, litigaron y ganaron la correspondiente ejecutoria que los reconocía como hijosdalgo ante la Real Chancillería de Granada.
Armas: Escudo cuartelado; lº y 4º; de plata, un lobo pasante; 2º y 3º; contracuartelado: lº y 4º; de sable: 2º y 3º; de oro.
ARRIETA
Apellido vasco, sumamente extendido por toda Vizcaya y Guipúzcoa, lugares donde estuvieron establecidas diversas casas solares, por ejemplo, en Cobandiano, San Pedro de Dima y Basturia. No obstante, el apellido pasó a las provincias limítrofes y se extendió luego por la Península aunque, naturalmente en muchísima menor cuantía que en el País Vasco.
Este linaje aparece en la «Recopilación de las Casas Nobles de Vizcaya» por el Rey de Armas don Francisco Gómez de Arévalo, por fray Francisco Lozano, en su «Nobleza General de España», por don Miguel de Salazar y por don Diego de Soto y Aguilar. En los «Sumarios de Blasones» de López de Vadillo, en la «Biblioteca Alfabética» de don Francisco Zazo, en el «Libro de Armería»; el «Minutario» de don Juan Justo Aguirre y en el «Nobiliario General» de don Juan Felix de Rújula. Todos los autores anteriormente citados coinciden al atribuir el apellido a la jurisdicción de Guernica.
El escudo primitivo de esta familia estaba constituido por el segundo cuartel parlante, por significar «arrieta» en lengua vasca, pedregal o abundancia de piedras. La cruz floreteada la adoptaron por su asistencia a la batalla de las Navas de Tolosa, emblema que adoptaron los caballeros de este linaje que participaron en el citado encuentro bélico. Que el apellido Arrieta es muy antiguo lo demuestra el hecho de que ya en el año 1.284, Sancho González de Arrieta, concurrió a la incorporación de Orduña al Senorío de Vizcaya. También en Guipúzcoa su existencia fue casi simultánea, ya que en 1.399 ya existían casas solares Arrieta en Gainza y en 1.461, en la villa de Oñate. En el año 1.448, Pedro de Arrieta fue uno de los que concurrió al ataque de Mondragón.
Hay que hacer constar que en Navarra también existió una importante rama de los Arrieta procedente del solar vizcaíno de Líbano de Arrieta y su nobleza fue certificada por los oportunos Tribunales de la época.
Armas: Escudo partido: 1º en gules, una cruz floreteada de oro; 2º en sinople, cinco piedras de plata puestas en sotuer.
ARRIOLA
Se trata de un linaje vasco deformado por algunos como Arreola. Según la mayor parte de los genealogistas, tuvo su tronco y casa principal en la villa de Deva, en Guipúzcoa, de donde dimanaron las distintas ramas que se establecieron en Mondragón, Elgoibar y Motrico. En la provincia de Álava existe un lugar llamado Arriola y existe la duda de si fue allí donde se originó la familia o bien se tomó el nombre convirtiéndolo en apellido.
Armas: En campo de gules, tres panelas de plata bien ordenadas y un brazo armado, del mismo metal, moviente del flanco siniestro empuñando una espada desnuda, también de plata, perpendicularmente a la panela de la punta y con la punta de aquella apoyada en la parte superior de dicha panela. Bordura jaquelada de oro y azur, de dos órdenes.
ATAIDE
Se trata de un antiguo linaje portugués, muy noble, que tuvo su solar en la feligresía de San Pedro de Ataide, del concejo de Santa Cruz de Támega, cuyo nombre tomó, extendiéndose después por todo Portugal, para pasar a Galicia, y después a ambas Castillas y Andalucía. El personaje más célebre de este linaje fue don Luis de Ataide, que nació en Portugal, en el siglo XVI, Conde Agutia y famoso hombre de Estado, que falleció en Goa (India) en el año 1.581, donde tuvo el cargo de Virrey de las Indias. Doña María Teresa Gorcey de Ataide, natural de Madrid, realizó pruebas de nobleza de sangre en 1.698, para contraer matrimonio con el caballero de la Orden de Santiago don Antonio Fomento Mercado.
Armas: En campo de azur, cuatro bandas de plata.
ATIENZA
De procedencia castellana, concretamente de la villa de su mismo nombre, en la provincia de Guadalajara. Pasó posteriormente a Aragón, en Calatayud, según señala D. Francisco de Hita, rey de armas de D. Felipe IV, en su «Libro de armería y linajes nobles de los Reinos de Aragón y Valencia y Principado de Cataluña». Se localiza también en León y Andalucía, según Argote de Molina, Diego Hernández de Mendoza, Cárdenas, D. Lope Vadllo, D. Diego Barreiro, reu de armas de D. Felipe IV y Florián de Ocampo, cronista del Emperador D. Carlos I.
Armas: En campo morado, un castillo acompañado a un lado de una espada, y al otro, de tres barras de plata.
AVELLANEDA
Procede de Galicia, muy antiguo e ilustre. Entre sus miembros, cabe reseñar a don Juan González de Avellaneda, descendiente de la citada casa, que se halló presente en la batalla de Nájera y en la de Aljubarrota, con ocasión de la guerra civil desatada entre el rey don Pedro I, de Castilla, y su hermano, el bastardo conde de Trastamara. Un hijo suyo, Pero Núñez de Avellaneda, casó con doña Aldonza de Ayala, de quien tuvo a Juan de Avellaneda, ricohombre de Castilla y Alférez Mayor del rey don Juan II. Tuvo por hija a doña Aldonza de Avellaneda, que casó con don Diego de Zúñiga, quien, fue el primer conde de Miranda.
Armas: Escudo partido: 1º; de azur y trece bezantes de plata, cinco en palo, acompañados de cuatro en cada flanco. 2º; de plata y dos lobos pasantes de sable, en palo.
AVILÉS
Linaje asturiano, ya que procede de la villa de este nombre, Avilés, en Oviedo. Desde muy pronto, esta familia adoptó como apellido el nombre de la villa dando origen al linaje asturiano. Pero Rodrigo Rodríguez de Avilés pasó a la conquista del reino de Murcia, y una vez ocupada esta ciudad, quedó allí muy bien heredado, como premio que le otorgó el rey por sus valiosos servicios. Por tanto, debe considerarse como tronco del linaje Avilés de Murcia, al caballero anteriormente citado que dejó numerosa descendencia, la cual fue extendiéndose no sólo por la región murciana, sino por provincias limítrofes y así se crearon casas del linaje en la provincia de Albacete y en la de Alicante.
Armas: Escudo de gules y un castillo de oro con un ala en cada costado sobre ondas de plata y azur.
AYESTARÁN
Apellido guipuzcoano, cuyo solar más antiguo radicó en la villa de Zaldivia, pasando a Villafranca, donde todos sus miembros gozaron de las exenciones y preeminencias que el estado hidalgo les otorgaba. Ante los Tribunales hicieron prueba de sangre, las personas que a continuación se citan: Don Miguel de Ayestarán, en el año 1.600, en Tolosa; don Francisco y don Juan de Ayestarán, en 1.724, en Alegría; don Pedro de Ayestarán, en 1.658, en Segura; don Ignacio de Ayestarán, en 1.731, en Villafranca; don Martín de Ayestarán, don Alejandro de Ayestarán, en Ataún, en 1.708; y don Juan de Ayestarán, en 1.649, en Villafranca de Oria.
Armas: En plata, una cruz de sinople a todo trance, cantonada de cuatro lobos de sable, afrontados de dos en dos. Bordura de gules con ocho aspas de oro.
AYLLÓN
Apellido toponímico, originario de la villa de su nombre, en Segovia, pasó rápidamente al Nuevo Continente, participando en la conquista de Méjico, donde, con el tiempo, se transformó en Allón. El capitán don Alonso de Medina y Ayllón, se destacó en el sitio de Granada por los Reyes Católicos, en 1.487, por lo que estos soberanos le otorgaron el Señorío de Cuevas-Mirandas. Fue el Regidor don Pedro de Ayllón y Bellosillo quien en el año 1.509 fundó el Mayorazgo y Señoría de Medina de la Hoz, y cuyo blasón aparece esculpido en piedra en la fachada de su casa solariega. Por cierto este blasón, difiere del utilizado generalmente por esta familia.
Armas: cuartelado: lº y 4º; en plata, una cruz llana de gules y 2º y 3º; de oro, con dos fajas de sinople.
AYUSO
Asturias es su punto de partida para difundirse fundando casas de gran nobleza. Datos señalan que existió antes de la Reconquista, con raíces godas. Algunos Ayuso acompañaron a don Rodrigo y, luego, se unieron a don Pelayo. Linaje de gran nobleza, el primer certificado Oficial puede fijarse en 1.723 a don Francisco Miguel de Ayuso, capitán de los Batallones de la Marina. En la Sala de Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid probaron su nobleza diversos de apellido Ayuso.
Armas: En campo de oro, un león rampante en su color, surmontado de un lucero de azur. Partido de gules con un castillo de oro, aclarado de azur y saliendo de su homenaje, un brazo armado de un báculo de pastor en oro. Bordura de gules con ocho aspas de oro.
AZAGRA
Linaje aragonés, muy antiguo y noble que pasó rápidamente a Navarra. Don Rodrigo de Azagra fue señor Estella, Tudela y Lein y estuvo con el rey don Alfonso VII en el cerco de Baeza. Su hijo don Pedro Ruiz de Azagra, fue también señor de Estella, Tudela y Gallipienzo, y por merced real obtuvo ricas heredades en Castilla. Tuvo estrecha amistad con el rey moro de Murcia, quien le dio libre y entera posesión de la ciudad de Albarracín. Don Pedro la pobló y en el año 1.176 la ilustró con silla episcopal. Y sin reconocer el señorío de los reyes de Castilla ni de el de Aragón, se autotituló «Vasallo de Santa María y Señor de Albarracín».
Armas: Escudo de oro, una cruz de gules hueca y floreteada como la de Calatrava, cargada de cinco veneras de plata. Bordura de plata y ocho calderos de sable.
AZLOR
Apellido de la feudalidad aragonesa. Este nombre aparece por primera vez en 1136. Su filiación comprobada auténticamente se remonta a Blasco Pérez de Azlor, que vivía en 1276. Los de este linaje fueron ricoshombres de sangre y naturaleza y, desde finales del siglo XIII, Señores de Panzano y de otros lugares de la provincia de Huesca. D. Carlos II concedió el 2 de agosto de 1678, el título de Conde de Guara a D. Artal de Azlar, caballero de la Orden de Santiago, enlazando esta rama, más tarde con los Duques de Villahermosa.
Armas: En campo de gules, tres podaderas de plata, bien ordenadas, con el mango de oro, acompañadas de siete clavos, también de plata, dos en jefe, uno en abismo y cuatro en punta.
Me encanta la heráldica de los apellidos. Aldana, lo lleva un cuñado mio de segundo apellido, es muy interesante su heráldica.
Quiero saber la heráldica del apellido Abbondandolo, por favor.
Quiero ver la heráldica de los Auditore.
Me gustaría que pusieran la heráldica del apellido Astrain, se que es de Navarra, y me suena algo de un arbol y un perro. Espero su publicación, gracias!
Mi apellido paterno es ALEMAN, materno SANCHEZ Aleman no se la ascendencia donde viene mis pdre era de color o tez osura, Nacidos en Panama. Mi Maadre Sanchez, su oadre mi abuelo era de VALLADOLID Espana. quisiera saber sobre el escudo de Armas que nos corresponde y de ser possible algo sobre nuetra ascendenca