BAENA
Estamos ante un linaje andaluz, la casa del apellido Baena, muy antigua y distinguida en la ciudad de Córdoba, tomó su apellido de la villa de Baena, de la cual fueron los conquistadores. Estos caballeros que tomaron el nombre de Baena, venían luchando contra los moros desde épocas muy tempranas.
Tal nombre viene del año 1.240, cuando la restauró de los moros el rey don Fernando III, aunque muy pronto se fue extendiendo por otros puntos de la Península.
Así, en la coronación del rey don Alfonso XI, celebrada en Burgos en 1.330, entre las personas que, por su nobleza, fueron señaladas para recibir la Orden de la Banda, una de éstas era don Gonzalo Rodríguez de Baena, hijo de Fernán Rodríguez de Baena, como se puede leer en la crónica de dicho rey.
Mientras algunos descendientes de esta familia, se aposentaban en la villa de Baena para ejercer los más altos cargos civiles, otros prefirieron dedicar su esfuerzo a las armas y continuar luchando, primero contra los moros y después en cuantas guerras se vio envuelta España.
De este modo hay constancia de un caballero de la citada familia llamado Juan de Baena, que estuvo entre las huestes de Gonzalo Fernández de Córdoba, llamado el «Gran Capitán», en las campas bélicas que este llevo a efecto en Italia.
Hay también constancia de que otros miembros de este apellido, lucharon en Flandes bajo las banderas del duque de Alba y otros pasaron el océano para establecerse en el Nuevo Mundo, donde llegaron cuando ya las últimas convulsiones de la conquista estaban ocurriendo. De todos modos todavía llegaron a tiempo de participar en alguna que otra hazaña bélica.
Una rama, acaso la primogénita de ella, se estableció en Córdoba, donde fundó mayorazgo y, por algunas generaciones, ejercieron varios de sus caballeros como jurados del Ayuntamiento de dicha ciudad.
Armas: Escudo partido: a la mano derecha losanges de plata y gules y en la otra mitad, en azur un león de oro rampante y una orla de oro y en ella ocho roeles de gules.
BAEZ
Apellido gallego que también puede escribirse Baz o Vaz, que pasó rápidamente a Portugal, país en la que se encuentra bastante extendido. En el año 1.563 se encuentra ya, este apellido, en la persona de don Fernán Baz, natural de Campoamor que justificó su hidalguía para ingresar en la Universidad de Alcalá de Henares. En Tuy (Pontevedra), estuvo establecida una de las casas más antiguas de este linaje de la que fue Señor don Domingo Vaz. Uno de sus descendientes fue don Diego Baz (como se ve aquí en lugar de la «V» ya se emplea la «B») que se trasladó a Méjico a mediados del siglo XVIII y fue uno de los hombres más ricos de la Nueva España a fines de la época colonial.
Armas: En campo azur, un chevrón de oro acompañado en el hueco inferior por una flor de lis de plata.
BAEZA
Apellido muy extendido por toda la provincia de Murcia, pero cuyos orígenes vienen de la villa de Valdepeñas, (la andaluza). Una vez establecido en Murcia, de este apellido salieron líneas que fueron extendiéndose por España, pero muy en particular por Andalucía, ya que los caballeros de este apellido tomaron parte en la reconquista de aquellas tierras. Algunos de este linaje pasaron a América, y así puede citarse al capitán don Diego de Baeza, compañero de Diego de Almagro en la conquista del Perú. Fue uno de los que permanecieron fieles a Almagro en su disputa con los Pizarro. Armas: Escudo cuartelado: 1º; de gules, un león de plata sobre rocas pardas. 2º; de oro, un águila de sable explayada. 3º; de sinople, un castillo sobre rocas bañadas de ondas. 4º; de azur, una cruz de plata floreteada.
BALBUENA
Balbuena, Balvuena o Valbuena es un mismo apellido que ha venido escribiéndose indistintamente a través de los años, ya que todas sus nominaciones pueden considerarse correctas. Procede de Galicia donde poseyó casas solares de reputada hidalguía. Posteriormente, se extendió por ambas Castillas, Aragón y Andalucía. Entre sus miembros más ilustres cabe citar a don Bernardo de Valbuena nacido en Valdepeñas en 1.568 y fallecido en Puerto Rico en 1.627, que fue un notable poeta y prelado. Cursó sus primeros estudios en la Nueva España. Se doctoró en Sigüenza para ocupar luego el Obispado de Puerto Rico. Dejó numerosas obras, siendo considerado como uno de los poetas más importantes de su tiempo. Armas: En campo de gules, un león de oro, peleando con una serpiente.
BAÑOS
Noble y antiguo linaje procedente de Galicia, con casas en Orense de donde pasaron a San Esteban de Gormaz y posteriormente a Soria, La Rioja y las provincias andaluzas. También existía una línea que pasó a América, estableciéndose en Santa Fe, en Colombia. El origen de este apellido es antiquísimo, tanto, que se pierde en el tiempo siendo vanos los esfuerzos hechos para intentar fijar el lugar exacto de su tronco. Se sabe con seguridad que proviene de Galicia, pero nada más. Se tiene constancia asimismo que fueron varios los caballeros de este apellido que tomaron parte en la Reconquista, luchando contra los moros. El vocablo «baños» deriva del latín «balneare» y este es el motivo por el que, algunos tradistas, creen que su adopción como apellido tuvo su origen en algún noble romano establecido en lo que aquellos conquistadores denominaron como «Hispania» o que se trate de algunos de los baños erigidos por los romanos y a los que denominaban «balneares».
Dejemos que el apellido Baños tenga una procedencia gallega ya que eso es lo único que aparece formalmente probado. Y lo que también es verdad es que numerosos miembros de este apellido hicieron las debidas probanzas de sangre e hidalguía ante las distintas Chancillerías Reales a fin de obtener los certificados que los autorizaran a ingresar en las diversas Órdenes Militares. Entre los Baños ilustres y de mayor antigüedad puede citarse al capitán don Diego de Baños, que acompañó a los Reyes Católicos y que una vez tomada la ciudad de Granada, se estableció en la localidad de Loja, de la que fue su señor, dando origen a la rama de este apellido que, con posterioridad, fue extendiéndose por toda Andalucía. Uno de sus descendientes fue el caballero granadino don Jerónimo de Baños nacido en el año 1.718, que fue Señor de la villa de Aldehuela y Caballero Venticuatro del Ayuntamiento de Granada e ingresó en la Orden de Carlos III, en el año 1.794.
Armas: En campo de gules, seis bezantes de oro puestos en dos palos.
BAÑULS
En opinión de bastantes autores, este linaje hay que buscarlo en el territorio francés, desde donde pasaron al Ampurdán (Girona) y Barcelona para extenderse después por Valencia y Alicante. Fue precisamente en Jávea, donde este linaje poseyó una ilustre y muy antigua casa solariega. Hay derivaciones del mismo que unas veces se escribe Banyuls y otras Bañules. Don Francisco Bañuls y Ives, fue el primero que se estableció en la villa de Jávea, erigiendo la casa solar, según consta en documento fechado en 1.512. Con más antigüedad aún, año 1.340, aparece don Pascual Bañuls que fue Baile de Teulada, comisionado por los vecinos de aquel lugar para hacer llegar a don Alfonso, nieto de Jaime I, una petición sobre deslinde de los términos de Calpe, Teulada y Benisa. Armas: En oro, tres fajas de sable.
BÁRCENA
Es de los llamados toponímicos, cuyo significado se traduce por «campo cultivado». Con tal denominación pueden encontrarse varios lugares geográficos en la Península. Su origen se encuentra en Cantabria. Durante varios siglos el apellido Bárcena fue muy notorio en aquella región, emparentando con distinguidas familias nobles de la montaña para pasar a América, no sin antes haberse asentado en varios lugares de ambas Castillas, León y Andalucía. Esta familia litigó en las diversas Chancillerías con el fin de obtener certificado de limpieza de sangre e hidalguía. En la iglesia parroquial de Liencres, enclavada en la provincia de Cantabria existe un escudo de piedra junto al Evangelio donde están esculpidas las armas de este linaje: En campo de gules, seis bezantes de plata, colocados de dos en dos.
BARCO
Apellido castellano, muy extendido por toda la península. No tardó mucho en trazar una línea que se estableció en Bilbao, a la que pertenecieron distintos caballeros de este apellido, uno de los cuales, don Nicolás Antonio del Barco, ingresó en la orden de Alcántara, tras la probanza de nobleza y limpieza de sangre. Apoyando lo anterior, existe otro dato que confirma la difusión del apellido Barco en Vizcaya: dos caballeros de este linaje, don Pedro del Barco y don Agustín del Barco, el primero natural de Vizcaya y el segundo de la Coruña (lo que también demuestra que una rama pasó a Galicia) ingresaron en la Orden de Carlos III en 1.815 y 1.816 respectivamente. Armas: En oro, una cruz de Calatrava de gules, cantonada de cuatro flores de lis de azur. Bordura de gules con ocho aspas de oro.
BAROJA
Se trata de un apellido vasco. Su procedencia parte de la villa del mismo nombre, perteneciente al Ayuntamiento de Peñacerrada, en Álava. Es pues de procedencia geográfica. De su lugar de origen, algunos Baroja pasaron a Burgos, la Rioja y, en general a ambas Castillas. Para el historiador Jaime de Querexeta, esta palabra Baroja significa en la lengua vasca, cabaña o ferrería, aunque otros autores la traducen como sitio de helechos. Muchos miembros de este apellido probaron su hidalguía y nobleza de sangre ante la Sala de Hijosdalgos, de la Real Chancillería de Valladolid. Con este motivo se llevaron a cabo no pocos pleitos entre familias Baroja que litigaban para que les fuera reconocida su nobleza por los Concejos donde residían. En el año 1.606, don Juan de Baroja fue admitido en el Estado Noble de la Villa de Madrid.
La nobleza y limpieza de sangre les fue reconocida a las personas que se relacionan a continuación algunos de los cuales fundaron familias que, a su vez dieron lugar a líneas que pasaron a América: Don Felipe de Baroja Salinillas reconocido hidalgo en el año 1.606; don Francisco y don Pedro Baroja, del lugar de Autol (La Rioja) en 1.630; don Juan de Baroja de Hormilla, en 1.516; don Pedro de Baroja, del lugar de Cornago, en 1.589; don Juan, don Luis, don Manuel y don Miguel Baroja Martínez de Payueta (Álava) en 1.779. De la rama que pasó a Méjico puede citarse a don Sebastián de Baroja, natural de Vitoria que fundó familia en la capital del citado país. En 1.815, don Rafael Baroja justificó su limpieza de sangre ante las autoridades municipales de Oyarzun, en Guipúzcoa. Pero el más célebre de los de este apellido es sin duda don Pío Baroja y Dessi, nacido en San Sebastián, que ha sido uno de los primeros novelistas contemporáneos españoles, aunque cursó estudios de medicina, pronto los abandonó, seducido por la profesión de las letras. Fue miembro de la generación literaria a la que se denomina como «generación del 98» y dejó abundante producción literaria que se caracteriza por su realismo.
Armas: Escudo partido por un palo de azur, cargado de tres flores de lis de oro, con una caldera de sable, medio cortada con un león rampante de gules sobre oro, y la segunda, también de oro, con un castillo de piedra de cuya torre homenaje sale un brazo armado empuñando una bandera blanca cargada con una cruz de gules.
BARRANCO
Originario de las montañas de Burgos, que tuvo su origen en la casa de Valdivielso. Sucedió que un infanzón de la citada casa en una de sus correrías, dio con un grupo de moros y aún estando solo, los puso en fuga, salvo a su capitán que le plantó cara, antes que darse a vergonzosa fuga. Trabose la lucha y todas espadas y puñales llegaron al cuerpo a cuerpo. El caballero cristiano consiguió asir al moro por la cintura y alzándolo sobre su cabeza lo arrojó a un barranco, donde murió a resultas del golpe. Esto sucedía en tiempos del rey Alfonso VI y el caballero optó por tomar como apellido el de Barranco. Armas: En campo verde la cabeza de un rey moro entre dos colinas que forman barranco del color de las piedras y sobre la cabeza un brazo armado de plata con espada levantada.
BARRENA
Este linaje es de origen claramente guipuzcoano, con diferentes solares y blasones. El más antiguo estuvo radicado en Araoz, de la jurisdicción de Oñate pero hubo otros, asimismo muy antiguos y nobles, en las localidades de Ibarra, Mondragón, Regil, Escoriaza, Anzuola, Cestona, Vergara, Azpeitia, Villafranca, Tolosa e Igueldo. El Rey de Armas don Manuel Pérez Dávila, cita a don Alejandro de Iturburu y Barrena, vecino de Rincón de Soto, en una certificación expedida en 30 de abril de 1.839, y menciona entre sus varones ilustres a don Gabriel Barrena caballero que se distinguió en la guerra de Sucesión, no por méritos bélicos, sino humanitarios, ya que se esforzó en atender y cuidar a los heridos de ambos bandos en pugna, guiado tan sólo por su alto sentido de la caridad.
En la misma certificación se menciona, asimismo, a don Miguel Barrena, nombrado diputado entre las personas de distinción, a fin de señalar los servicios que debían hacerse al rey en la defensa del Principado de Cataluña. En los Archivos Municipales de Cestona, Irún, San Sebastián y Rentería, se conservan bastantes probanzas de hidalguía y nobleza de sangre de este apellido. Por su parte, las Juntas de Vizcaya certificaron la nobleza del apellido Barrena, en numerosas ocasiones, de cuantos llevaban este apellido, para ingresar en las distintas Órdenes Militares y Corporaciones que así lo exigían. Excepcionalmente dado que este apellido no es muy común en Andalucía, en los Archivos Municipales de Córdoba, se conservan algunas probanzas de hidalguía y nobleza de sangre de los Barrena.
También en algunos puntos de Castilla la Vieja se da este apellido, seguramente procediendo de las ramas guipuzcoanas. Por ejemplo, en la Real Chancillería de Valladolid, se conservan probanzas de limpieza de sangre, así como en algunos puntos de Andalucía. En Tolosa se conserva la probanza hidalguía de don José Antonio y don Juan Antonio Barrena, que ingresaron en las Compañías de Cadetes de Guardias Marinas en 1.717.
Armas: En campo de gules un chevrón azur acompañado de tres rosas de gules.
BARRETO
Siguiendo la información que facilita don Francisco Piferrer, sobre este apellido el citado genealogista dice que esta familia tuvo su origen y principal asiento en la Barra de Diana, que dio motivo a este apellido.
«Así se lee en el Memorial Genealógico de la Grandeza y estado del Marqués de Montevelo, con quien tiene una relación íntima y la une con la de Meneses por el casamiento de doña Isabel de Barreto, hija de don Gonzalo de Barreto, que casó con don Salvador de Meneses».
Cita también, el autor anteriormente mencionado, a don Payo Barreto que fue un gran caballero de cuyo valor todo el mundo hablaba y fue padre de doña Leonor Barreto, tercera abuela del Marqués de Montevelo, quien en dicho Memorial une esta casa con la de Ozores por el conde don Mariano Ozores, como se confirma en el Memorial que se hizo para el Conde de Amarante, Vizconde de Ferreira, Gentilhombre de Cámara y del Consejo Supremo de Guerra. Después sigue doña Berenguela Téllez, que casó con don Gome Barreto, señor de Cornache, cuyos descendientes se hallan enlazados con la casa de los duques de Osuna. Don José Barreto fue Comendador de Castroverde y Ahumada en la Orden de Santiago. Don Payo de Barreto fue freire de la Orden del Temple, de la cual era Maestre su tío don Galdín Páez de Barreto. Gil Barreto fue también Caballero del Temple y Comendador de la Orden de Portugal, en cuyo país floreció también este ilustre linaje. Los Barreto pasaron al Nuevo Mundo desde los tiempos de su descubrimiento y conquista, estableciéndose, primero, en la isla de Cuba donde fundaron familia y dejaron numerosos descendientes, pasando después al reino de Nueva Granada.
A fines del pasado siglo don Jacinto de Barreto mereció por sus relevantes servicios a la Corona ser titulado con la denominación de Conde de Casa Barreto.
Armas: Escudo de plata sembrado de once armiños de sable.
BARRIGA
Su origen exacto es muy difícil de determinar, dado que es un linaje muy antiguo y no puede determinarse en cuál de los dos países, España o Portugal, nació. Los autores españoles afirman que es español y que tuvo su cuna en Vizcaya donde mantuvieron su Señorío y de allí pasaron a ambas Castillas, Extremadura y Andalucía, Valencia y el Levante.
Pero, naturalmente, los genealogistas portugueses no están de acuerdo con esta versión y no sólo la niegan sino que la achacan a un tal don Martín de Barriga, que nació en Beira en la época de don Alonso Henriques y a don Gil Barriga que tenía casa solariega en Douro o Monho. Los portugueses citan a don Pedro Alvares Barriga, un caballero que sirvió a don Alonso V de Portugal y casó con doña Costança do Brito y tuvo, entre otros hijos, a don Lope Barriga que fue Comendador de la Orden de Cristo y a quien el rey don Manuel le concedió escudo de armas por los servicios prestados en África. Pero los autores españoles señalan a don Juan Barriga y otros caballeros de este linaje, establecidos en Vizcaya con anterioridad a las fechas que dan los portugueses como origen del apellido en su versión lusa.
Hay que hacer constar que hubo una noble familia Barriga en Avila, en cuya iglesia de San Pedro poseyeron enterramiento propio. Y en Alofante moró también otra rama de este ilustre linaje, que era originaria del valle de Orozco, (Vizcaya), y de ella procedieron don José y don Francisco Barriga que fueron reconocidos como Hidalgos en aquella ciudad. Para mayor abundancia de datos sobre el origen hispano de este apellido, se puede consignar que las Juntas Generales del Señorío de Vizcaya, calificaron la hidalguía de don Antonio y don Andrés Barriga y Viñolas, naturales de Quejana, Álava, y residentes en Bilbao, en el año 1.611. Y más tarde hicieron lo propio con don Antonio de Arechavala y Barriga, natural de Orduña, Vizcaya, en 1.759.
Armas: Un árbol de sinople con dos lobos de sable atravesados a su tronco.
BARRIONUEVO
Hubo en la ciudad de Soria doce linajes antiquísimos y uno de ellos fue el de Barnuevo. Fueron doce linajes iguales entre sí de modo que en las juntas que celebraban, teniendo todos las mismas prerrogativas y en cumplimiento de ésta, colocaban sus escudos de armas en forma de rueda. Y cuando se les nombraba se hacía indistintamente comenzando por cualquiera de ellos. Fueron tan respetados estos doce linajes de Soria que no sólo gobernaban la ciudad y su comarca, sino que nombraban los alcaides de fortalezas, corregidores, escribanos y demás autoridades y por tal circunstancia los elegidos gozaban del derecho de no pechar, si no eran hijosdalgo, privilegio que fue confirmado por los reyes don Enrique, don Pedro «el Justiciero» y don Juan, así como por los Reyes Católicos.
De estas doce casas nobilísimas de Soria, una era la de Barnuevo o Barrionuevo, ya que se trata del mismo apellido. El primitivo solar de los Barrionuevo, hay quien afirma que estuvo en Roncesvalles. Pero la opinión más unánime es que tuvo su origen en Soria viniendo a corroborar esta posibilidad un libro antiquísimo de blasones en el que se lee lo siguiente: «Los de Barnuevo son muy buenos caballeros hijosdalgo muy notorios y fueron antiquísimos numantinos, y se llaman de este modo por haber hecho un nuevo barrio en la Nueva Numancia, que hoy se llama Soria».
Para corroborar lo dicho, en el año 926 fue hecha solemne donación de las villas de Logroño y Assa, al Monasterio de San Millán de la Gogolla por el conde los mismos lugares don García Álvarez de Barnuevo, como consta por documento original que existió en dicho convento, cuya copia da el licenciado Mosquera en su libro «La Numantina», donde al hablar del linaje Barnuevo dice que el anterior Álvarez de Barnuevo hizo una nueva donación en el año 889, cediendo a Sancho, obispo y abad del citado monasterio, sus palacios, heredades y la iglesia de San Vicente del pueblo de Raiocillo, previniendo que si alguno de sus hijos o parientes pretendiese deshacerlo, fuera maldito de Dios como Judas el traidor.
Armas: Escudo cuartelado: 1º y 4º; de gules y un castillo de oro. 2º y 3º, de azur y cruz hueca de oro, flordelisada, como la de Calatrava.
BARRIOS
El solar de esta noble y antigua familia se sitúa en Guipúzcoa y parte del primer Señor de Vizcaya. Posteriormente fueron extendiéndose por la provincia de Burgos fundando nuevos solares. Acreditados genealogistas coinciden en la antigüedad y nobleza de esta familia, entre ellos Antonio de Barahona que hace extensa mención al apellido Barrios, al igual que García Alonso de Torres, ambos cronistas de Felipe II y Carlos I, estando los dos de acuerdo en consignar cómo este solar se fue arruinando por el rigor de los siglos.
Se destacaron en las conquistas de Baeza y acompañaron a los Reyes Católicos en la toma de Granada. En tiempos de la reina doña Juana y de su hijo Carlos, destacó don Fernando de Barrios, caballero, del que dan noticia los cronistas de la época.
Armas: En azur sobre ondas de azur y plata dos peces de plata.
BARROS
Su origen hay que fijarlo en Galicia y en la raya de Portugal, que posteriormente se extendió por las provincias de Pontevedra, Cantabria y Segovia. De acuerdo a las sucesivas ramas los escudos de las diferentes familias fueron variándose. En la ciudad de Tuy (Pontevedra) se afianzó una rama que traía sus armas de Portugal y a la que perteneció uno de sus fundadores, el caballero don Juan de Barros, Señor del Coto de Togores y su hijo, don Juan, que participó en las guerras de Flandes y de Italia, pasando a América con las huestes de don García de Mendoza. Este linaje probó repetidas veces su hidalguía no solo ante las Reales Chancillerías sino también ante los tribunales del Santo Oficio. Armas: En campo de gules, tres bandas de plata, acompañadas de nueve estrellas de oro puestas una, tres y dos.
BASAURI
Desde tiempos muy remotos, se hallaba ya extendido por Vizcaya y Guipúzcoa. Ya, en el año 1.379, se tienen noticias de don Pedro Martinez de Basauri, que residía en Bilbao y de don Pedro Sáez de Basauri, en el año 1.402. Las armas de esta familia se encuentran recogidas en el Nobiliario original de don Francisco de Hita, Rey de Armas de Felipe IV: en los de don Miguel de Salazar: en los Apuntamientos Genealógicos de Vidal y la certificación de Blasones dada por don Juan Alonso de Guerra, en 30 de junio y 8 de agosto de 1.737, a solicitud de don Francisco de Torres y Basauri Lanuza y Lozano. Armas: En campo de oro, un monte de seis piezas o peñascos de sinople, sobre ondas de agua y saliendo de su centro dos chorros de agua. Bordura de gules, con cadena eslabonada de oro.
BASOCO
Apellido vizcaíno procedente de las Encartaciones de Vizcaya, del valle de Gordejuela. De esta casa, procedió don Antonio de Basoco y Castañeda, nacido en 1.738, que fue agraciado con el título de Marqués de Basoco por el Rey don Fernando VII, en 1.811, juntamente con el Vizcondado previo de Santa Catalina. Pasó a Méjico donde desempeñó el cargo de Regidor. A su costa, se edificó el Templo de Nuestra Señora de Loreto, que costó la suma de 300.000 pesos. Dirigió la construcción de un nuevo camino que unía la capital con Veracruz, y donó al Gobierno de Nueva España 125.000 pesos, teniéndole ya prestados 1.554.533 pesos. Armas: En oro, un árbol de sinople, acompañado de tres panelas de gules, una en el jefe y las otras dos en los flancos, con un jabalí de sable atravesado al tronco.
BATLLE
Apellido toponímico catalán, que equivale al Valle, de Castilla, que nació en varios puntos de Cataluña, encontrándose afincado en sus cuatro provincias, así como en las Islas Baleares. Según don José María Bellver, esta familia aparecía ya establecida en Mallorca en el año 1.234, figurando, don Pedro Batlle que era Señor de la Alquería de Alaczarack; don Arnaldo Batlle que en 1.270, firmó como testigo en las franquicias concedidas por el rey aragonés a los mallorquines y en 1.280, como Consejero del citado soberano don Berenguer Batlle que aparece como obispo de Mallorca desde 1.132 hasta 1.349, fecha en la que murió. Armas: De gules, un brazo armado, de plata, empuñando una espada del mismo metal, con guarnición de oro y la punta hacia el jefe.
BAYÓN
Apellido de origen asturiano. Un dato sobre este linaje se basa en don Nicolás Bayón, vecino de Rueda (Valladolid), que obtuvo en 1.787, autorización para enajenar el título de Marqués de Canales de Chozas, que se hallaba extinguido, cambiándole la denominación por la de Marqués de Casa Bayón. Todo esto dio origen a un larguísimo pleito ante la Real Chancillería de Valladolid hasta que en 1.850, la familia Coloma consiguió sentencia a su favor, determinándose recobrar dicha merced y su nombre primitivo. Como antecedente más antiguo consta que en el año 1.698, don Diego y don Miguel Bayón y Morodo fueron admitidos en el Estado Noble de Madrid. Armas: En oro, un castillo de piedra y asomado a su puerta un toro en su color. Bordura de plata con la siguiente inscripción en letras de sable: «Velata Bayona en el campo manes sola».
BEA
Existen varios solares, unos en Vizcaya, otros en Soria, Teruel y Galicia. El Rey de Armas de don Carlos IV, don Gabriel Ortiz, en una Certificación de Blasones otorgada a don Telesforo Cortés y Bea, hace una referencia al Cronista de don Felipe IV, don Lázaro del Valle, que trata de este linaje, señalando que acompañaron en sus conquistas al rey don Alfonso «el Batallador». Entre sus ilustres varones se encuentran don Isidro de Bea, que defendió el Castillo de San Esteban de Gormaz, don Sancho de Bea, notable servidor del rey Alfonso X «el Sabio»: don Salvador de Bea, capitán de hombres de armas que combatió en la conquista de Antequera, con el infante don Fernando y don Rodrigo de Bea y Solís, que asistió a las conquistas de Murcia y Lorca. Armas: Escudo de sable con una corona de oro; bordura de plata con ocho armiños de sable.
BECERRA
Casi todos los Nobiliarios se muestran de acuerdo en asignarle un linaje extremeño. Citan a un caballero llamado Bernardo Becerra como tronco del mismo que vivió en el siglo XV. Pero, Silva y Ameida en su «Nobiliario de la Nobleza de Extremadura» y «La casa de los Becerras», y el Conde Barcelos, en su «Nobiliario» aclaran un punto este dato. De acuerdo a estos genealogistas, el apellido es portugués, dado que Hernando Becerra fue, probablemente, oriundo de Portugal país en el que ya existían ilustres caballeros de este apellido en tiempos de los reyes Sancho Capelo y don Alonso III. Muy pronto se extendió por España y pasó al Nuevo Mundo donde varios miembros se hicieron notar en la conquista de la Nueva España. Armas: Escudo de azur y dos becerras de gules puestas en palo.
BEDOYA
Todos los autores se muestran de acuerdo en que procede del valle de Liébana, en Cantabria. Del tronco principal se desgajaron ramas que fueron a establecerse en Burgos, Cuenca, Murcia, Andalucía y León. Del continente americano, puede citarse a don Pedro de Bedoya Osorio, del Consejo de S.M. y Fiscal de la Real Audiencia de Méjico, y don Gaspar de Bedoya, Alcalde del Crimen de la Audiencia de Méjico. Para ingresar en las Órdenes Militares, con preferencia en las de Santiago, Calatrava, Carlos III, y en las Reales Compañías de Guardias Marinas, miembros de esta familia hicieron probanza de su nobleza.
Armas: Escudo cuartelado: 1º y 4º; de azur, con un castillo de plata y 2º y 3º; de oro, con una banda de gules engolada en dragantes de sinople.
BEITIA
Tres provincias se disputan el primitivo solar de este apellido. En Vizcaya; Baquio, Cortezubi, Bérriz, Lezama, Oribe, Lequeitio y Durango. En Guipúzcoa, Apozaga y Isasondo y en Burgos, Briviesca. De todas ellas, la mayoría se inclina por la de Baquio. Así consta en los Nobiliarios de don Miguel de Salazar; en la Biblioteca Alfabética de Apellidos Nobles de don Francisco Zazo, Rey de Armas del Rey Felipe V. Citaremos a don José de Beitia y Rentería, bautizado ante la Junta de Vizcaya que pasó a La Habana donde, por los servicios rendidos a la patria le fue concedido el título de Marqués del Real Socorro.
Armas: Escudo partido: 1º ; en sinople, dos lebreles de plata y 2º ; en oro, dos lises de azur puestos en faja.
BELMONTE
De hacer caso a lo que escriben varios autores, se trata de un linaje de origen valenciano, añadiendo que su procedencia se basa en un caballero francés llamado Ramón Belmont, que fundó casa solar en Benicarló (Castellón de la Plana), bajo el reinado del rey don Jaime, en el siglo XIV. Se indica asimismo que fueron los descendientes de dicho caballero los que fundaron la villa de Belmonte, en Cuenca. Por su parte otro tratadista, don Diego de Soto, señala como origen del linaje a León, con ramas en Daimiel y Aldea del Rey, en la provincia de Ciudad Real.
Naturalmente y mucho más cuando se trata de genealogía, es sumamente difícil que no existan discrepancias sobre el origen de los apellidos. Contrario a lo anteriormente expuesto en primer lugar, es decir el origen valenciano del apellido y la historia del caballero francés, hay otros autores que se aproximan a la versión del tratadista de Soto, aunque discrepen en lo que toca al origen leonés. Por el contrario, sostienen que Belmonte como apellido, lo tomó del Belmonte población (Cuenca). Esta villa cuenta con restos de un pasado ibérico y romano, así como trozos de murallas de la época medieval, aunque lo mejor conservado es el Castillo de los Pacheco (año 1.456), un doble recinto reforzado por torres cilíndricas, patio gótico con dos pisos y ventanales calados en el interior. La familia y linaje de los Pacheco fue muy influyente en los asuntos políticos en la Edad Media y parte de un noble portugués Diego Lopes Pacheco que ayudó a don Enrique de Trastamara en su lucha contra el rey Pedro, llamado «el Cruel», su primogénito Juan Fernández Pacheco ya aparece en la historia como Señor de Belmonte.
Fue padre de María Pacheco, esposa de Alonso Tellez Girón y abuelo del célebre Marqués de Villena. Ante estos datos históricos la pregunta que inevitablemente se plantea es ¿el apellido Belmonte está relacionado con el linaje de los poderosos miembros de los Pacheco?. Los Belmonte acreditaron numerosas veces su nobleza ante las Reales Chancillerías e ingresaron en las Ordenes Militares de Calatrava, Montesa y Alcántara. Entre los conquistadores del Nuevo Mundo figura don Luis Belmonte, natural de Osuna, (Sevilla), en 1.539.
Armas: En campo de gules, un monte de plata y el jefe cargado de tres estrellas de oro.
BELLO
La procedencia es gallega y todo hace presumir que su punto de origen fue el lugar así llamado en la provincia de La Coruña, aunque conviene también tener en cuenta que existen otras dos poblaciones del mismo nombre en Teruel y Oviedo. Fueron numerosas las veces que probaron su hidalguía y nobleza de sangre, con el fin de ingresar en las distintas Órdenes Militares, no sólo en las Reales Audiencias sino también ante el Santo Oficio (En Logroño y Valencia) que certificó la limpieza de sangre de esta familia. Entre los Bello americanos, su máximo exponente fue don Andrés Bello nacido en Caracas (Venezuela) el año 1.781, ilustre sociólogo, filólogo, escritor y diplomático. Armas: En campo de azur, dos bordones de plata. Bordura de oro con cinco veneras de gules.
BENAVIDES
Este apellido tiene por origen al de la casa de Biedma que tuvo su solar en el reino de Galicia, donde fueron señores de Monterrey y de otros muchos y ricos heredamientos. Men Rodríguez de Viedma y de Benavides fue el primero de este linaje que tomó este apellido, Benavides, por ser heredero de Juan Alonso de Benavides, su primo hermano. Fue señor de la casa y hacienda de Benevides y de las villas de Santisteban del Puerto, Despulenque y Javalquinto, y de la tierra de la Roda, Menjívar, y guarda mayor del rey don Pedro, y caudillo mayor del obispado de Jaén, y capitán general de la frontera, por los años 1.370, con la condición de que él y sus descendientes se habían de llamar por el apellido Benavides y trayendo su nombre y armas como continúan utilizándolas los señores de esta casa según parece por el testamento otorgado por don Juan Alonso de Benavides, en la villa de Agreda, año 1.358. Juan Alonso de Benavides fue primero ayo del rey don Pedro y después su mayordomo mayor.
Se dice que descendía del rey don Alfonso VII, el cual, ávido de una doncella, lo procreó. De las crónicas de la época se deduce que fue un gran guerrero que se halló en el socorro de Gibraltar, cuando se entregó por el alcaide de los moros; peleó valerosamente en la batalla del río Palomares, donde fueron vencidos los moros, muriendo muchos de ellos. Y se halló también en la gran batalla de Velamarín contra los reyes Albohacen de Marruecos y Granada, donde el citado caballero mostró enorme valor y gallardía en el combate, enfrentándose a los citados moros. Queda, pues, perfectamente explicado el origen del apellido Benavides, que partió de don Rodrigo Iñiguez de Viedma, señor de los Molinares y de la casa de Ares, cerca de Alcalá del Río, alcaide de los Alcázares de Jaén donde llevo a cabo grandes hazañas contra los moros y fue hijo de Íñigo Iñiguez de Biedma, caballero gallego que se halló en la conquista de Andalucía y de ahí la procedencia de Galicia del linaje que hemos estudiado.
Armas: Escudo de oro y un palo o bastón de gules, sobrepuesto un león de este color coronado de oro y envuelto en una cinta o banda de plata. Bordura de plata y ocho calderas de sable.
BENÍTEZ
Acorde a lo poco que existe, unos señalan su origen en Asturias, en tanto otros en las montañas de León. Lo cierto es que en tiempos, pasó a Burgos en donde fundó ilustre solar. Se cree que los de este solar burgalés intervinieron destacadamente en la Reconquista, fundando casas en La Mancha y Andalucía. Los de la Mancha eran descendientes de Pedro Benítez, familiar del Santo Oficio, que dejó ilustre sucesión en Albacete. De Andalucía se derivan los de Canarias que tuvieron por progenitor al conquistador Juan Benítez, primo del Adelantado Alonso Hernández de Lugo y a Juan Benítez, almirante de la Armada del Océano y Caballero de la Orden de Cristo.
Armas: En campo de plata, un peral de sinople con fruto al natural y dos osos, de su color, al tronco. Bordura de gules con ocho cruces treboladas de oro.
BENITO
Es de origen leonés, de los llamados «patronímicos», ya que se deriva del nombre propio «Benedictus». A través de las numerosas probanzas que este linaje efectuó ante las Reales Chancillerías en solicitud de certificado de limpieza de sangre e hidalguía, puede comprobarse con facilidad que los lugares en donde se encuentra más extendido es en ambas Castillas y La Rioja, aunque también puede hallársele en Galicia y Andalucía. Si aceptamos, que este apellido viene del propio Benedictus, entonces sus orígenes más remotos se encuentran en la antigua Roma, donde su uso fue bastante común, como lo demuestra el gran número de pontífices italianos habidos con el citado nombre y que dio comienzo con Benedictus I, en el año 579, lo que indicaría la antigüedad del apellido. De lo que no cabe duda es que el nombre españolizado Benito viene del Benedictus italiano o Benedicto españolizado. Y que el Benedictus latino y romano se convirtió en Benito lo tenemos en San Benito, fundador de la Orden Benedictina entre los años 480 y 547.
Los apellidados Benito hicieron numerosas probanzas de hidalguía y nobleza de sangre para ingresar en las distintas órdenes militares. Citaremos algunos casos, como ejemplo: don Miguel de Zanoguera y Benito, vecino de Valencia, siendo el año 1.531, ingresó en la Orden Militar de Santiago; don José Benito y Santisteban natural y vecino de Burgos, lo hizo en 1.725 y don José María del Palacio y Benito, nacido en Cádiz, lo propio en 1.860, justificando descender de la rama de la villa de Madrid por linaje materno. En la Orden de San Juan de Jerez ingresaron también varios de los de este apellido, entre los años 1.631 y 1.673, la mayoría de procedencia zaragozana. Otros Benito, don Joaquín y don José de Benito y Dueñas, originarios de Tierra de Campos, en la provincia de Palencia, fueron admitidos en el Estado Noble de Madrid, previa Real Provisión de Hidalguía extendida por la Real Chancillería de Valladolid.
Armas: En campo de oro, un árbol de sinople y un león de gules empinado al tronco.
BERNAL
He aquí una serie de apellidos a los que todos los genealogistas, sin ninguna excepción que sepamos, consideran como derivados del francés Barnard: Bernad, Bernades, Baernales, Baernald, Barnerdo y Bernal; Ahora bien, este nombre siempre fue muy generalizado en la vecina Francia, lo que hace suponer que quizás seria erróneo asignar un mismo tronco y familia a cuantos ostentan estos apellidos. En España, tenemos el apellido Bernal que es murciano y tiene reconocido como su tronco a Ramón Bernal, Señor de Castelnovo, que asistió a la coronación del rey de Navarra Carlos III. Parece ser que este caballero se estableció en Murcia donde dejó descendencia que ha ido perpetuando el apellido.
Pero existe un hecho imposible de obviar, y es que Bernal, como nombre se utilizó muchísimo en Castilla, y basta citar un solo ejemplo: el del capitán y cronista español, Bernal Díaz del Castillo, nacido en Medina del Campo en 1.406 y muerto en Guatemala en 1.554. Este hombre tomó parte en numerosas conquistas españolas en el Nuevo Mundo y participó con Hernán Cortés en las batallas que condujeron a la dominación del territorio de los aztecas, hoy Méjico. Y como nombre lo dejaron los españoles en dicho país: en el siglo pasado floreció en Méjico cierto guerrillero así llamado. Y también quedó en el Nuevo Mundo como apellido, porque sin abandonar Méjico, encontramos a Meraclio Bernal, un célebre bandolero mejicano que se apodaba «El Rayo de Sinaloa» que si bien en su primeros tiempos fue un combatiente que luchaba junto a Benito Juares para expulsar de su país a los invasores franceses, acabó convertido en un bandolero dedicado a asaltar minas de propiedad extranjera. Como se ofrecieron diez pesos por su captura o muerte, acabó asesinado por algunos de sus secuaces, ávidos de cobrar la recompensa. Con la expedición de Hernando de Soto iba Bernal Sánchez, lo que demuestra que en la época de la conquista americana, se utilizaba bien como apellido, bien como nombre.
Armas: Escudo de oro, partido en mantel; en el 1º un roque de gules. En el 2º esta señal T del mismo color; en la punta un lebrel de plata. Bordura del mismo metal y quince banderas.
BERROETA
Aunque algunos atribuyen el origen de este linaje a solar vizcaíno, no es así, ya que procede del lugar de Berroeta, en el valle del Baztán, en Navarra. Indistintamente puede leerse en antiguos documentos como Berroeta o Berrueta, siendo el mismo. Las armas de los Berroeta navarros son para todos iguales, nos referimos a aquellos que proceden del valle del Baztán, por un antiquísimo privilegio que a su vez concedía nobleza a sus titulares. Con el fin de ingresar en las diversas Órdenes Militares probaron la nobleza de su linaje en la Sala de Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid. En lo que se refiere a una rama que pasó a América, ésta se estableció en Chile, pudiendo citarse a don Félix Berroeta y Torres que fue Teniente Coronel de Dragones y Gobernador Militar de la plaza de Valdivia. Armas: Escudo jaquelado de plata y sable.
BIEDMA
Apellido gallego, una de cuyas ramas pasó a Andalucía, fundando casa en Jaén. El apellido Biedma es muy antiguo y habrá que remontarse al reinado de don Juan II de Castilla para localizar a don Pedro de Zúñiga y Biedma, Señor de la casa de Biedma, Vizconde de Monterrey, posteriormente elevado a Condado en la persona de don Sancho Sánchez de Ulloa, esposo de la segunda vizcondesa, doña Teresa de Zúñiga y Viedma (o Biedma). Este rancio linaje probó repetidas veces su nobleza en las distintas Órdenes Militares de Santiago, Calatrava y San Juan de Jerusalén, a partir del año 1.547 y hasta 1.632. Apellido, de escasa difusión por España. Sus armas son: En campo de oro, un palo de gules acostado de ocho calderas de sable, cuatro a cada lado.
BLANCAS
Se trata de un apellido cuyo primitivo solar radicó en Aragón y condado de Ribagorza.
En tiempos más antiguos parece ser que utilizaba el apellido de Combalde y que su paso a Blancas se debió a una hazaña que ejecutó Martín Martínez de Combalde, quien fue abuelo del cronista de Aragón Gerónimo de las Blancas.
Sucedió que en el año 1.390, un alcaide del rey Carlos «el Noble», de Navarra entregó una fortaleza que tenía entre Logroño y Calahorra al rey don Juan I de Castilla, de lo que enterándose el rey de Navarra, que conocedor del valor y la bizarría del caballero Martín Martínez de Combalde, le encargo la reconquista de la villa perdida. Marchó Martín Martínez con algunas tropas y puso sitio a la fortaleza.
El alcaide de ésta, pareciéndole que la guarnición era escasa, prefirió dirimir la cuestión en el campo del honor, por lo que le propuso a Martín que fueran ellos dos solos los que pelearan y si era vencido, entregaría la fortaleza y si por el contrario resultaba triunfante, Martín Martínez se comprometía a que los suyos levantaran el sitio.
Fue aceptada su propuesta y ambos guerreros se dispusieron a su batalla particular. Para distinguirse, el alcaide, llegó vestido con armadura y armas negras, en tanto que Martín lo hizo utilizando el color blanco.
El duelo se celebró con arreglo a las leyes de caballería y tras encarnizada pelea quedó vencedor don Martín Martínez y así, el alcaide, derrotado, cumplió su palabra entregando la fortaleza que pasó de nuevo al dominio del rey de Navarra.
Referida esta historia, los soldados vinieron a decir que había vencido el de las armas blancas y desde entonces quiso Martín Martínez de Combalde que le llamasen Martín de las Blancas, lo que quedó por apellido que trasmitió a sus descendientes.
Armas: Campo de gules y castillo de plata, en cuya puerta, uno a cada lado, hay dos caballeros, uno con armadura negra y otro con armadura blanca. La bordura es de plata con este lema: «Con Armas Blancas».
BLANCO
Procede de las montañas de León, en la raya con la provincia de Asturias. Sus componentes se fueron extendiendo por ambas Castillas, Galicia y País Vasco dando lugar a la fundación de nuevos linajes. Pasaron asimismo a América, concretamente a Chile y Venezuela. Por seguir un orden cronológico, citaremos primero a las familias Blanco originarias de León. Está perfectamente comprobado que esta rama fue la principal del apellido Blanco. Una de estas familias floreció en el siglo XVI en la Villa de Meneses de Campos en la cercana provincia de Palencia. Otra línea del solar leonés se trasladó a Valladolid. Pero la casa más principal radicó en Ponferrada (León) siendo José Blanco su señor, en el siglo XVIII. Es muy posible que este apellido se encontrara ya en los primeros tiempos de la Reconquista y que su origen tuviera por efecto, como en tantos otros apellidos en el mote de algún caballero godo, acaso haciéndose notar por la blancura bien de su piel, bien por las ropas que usaba. Nada en concreto podemos afirmar en este sentido y quede bien claro que se trata solamente de conjeturas ya que no existen documentos o antecedentes que permitan citar el hecho con absoluta rigurosidad histórica.
Lo que sí está perfectamente documentado es su origen leonés, así como la circunstancia de su paso a otras provincias limítrofes, entre ellas la de Cantabria lugar donde se encuentra bastante extendido. No es frecuente en Cataluña ni en Levante, como tampoco en las Islas Canarias y Baleares. El apellido Blanco tiene probada repetidas veces su nobleza en la Real Chancillería de Valladolid y varios de sus miembros pertenecieron a las diversas Órdenes Militares con preferencia a la de Santiago y Carlos III. En lo que se refiere a las líneas americanas establecidas en Chile se sabe que dieron lugar a familias que fueron extendiéndose por otras naciones iberoamericanas. De la rama chilena cabe destacar a Manuel Blanco Escalada, marino, político y militar que ostentó el mando de la escuadra chilena y peruana durante la guerra que contra España sostuvieron ambos países.
Armas: En campo de gules, un castillo de plata aclarado de azur; partido de sinople con tres fajas de oro. Bordura de azur con ocho aspas de oro.
BLASCO
De origen aragonés y, para algunos, patronímico de Blas. Un documento del siglo XI, privilegio del rey don García Iñigo, tiene las firmas de varios ricoshombres; Eneco Blascone, Mancio Blascone y Blasco Enecone. Hay otro Blasco ricohombre de Aragón y Señor de Anguis en 1.128. En el siglo XII y siendo rey Ramiro «el Monje» fueron ricoshombres suyos, Ferriz Blasco y Lope Blasco de Pomar. Según García Garrafa, el solar debía radicar en las montañas de Jaca. Mosén Jaime Febrer cita a Galacian de Blasco que de Huesca fue a la conquista de Valencia con veinte almogavares, que pagó él contribuyendo a la toma de Puig, Játiva y Mogente. Jaime I quiso que Blasco, con honores y premios, morase en Onteniente. Armas: En campo de plata, un buey, pasante, en su color.
BOBADILLA
La mayoría de los genealogistas están de acuerdo en que este apellido tiene su origen en los reyes de León.
Así lo sostiene don José Guerra y Villegas, Rey de Armas y cronista del rey don Carlos II y don Antonio Barahona en su libro «Nobleza Universal» y se añade que después formaron la casa de los condes de Chinchón, que entroncó mediante enlaces matrimoniales con las casas más nobles de España.
El primer caballero que se conoce de este apellido fue Fernández de Bobadilla, señor de la villa de Bobadilla, junto a Medina del Campo, camarero mayor del rey don Alfonso II, de León y Asturias, llamado «el Casto», que reinó entre el año 797 y el 842.
Este rey parece ser que tuvo en mucha estima al señor de Bobadilla, siendo éste el tronco y origen del que descienden los de este linaje. De esta esclarecida familia fue doña Beatriz de Bobadilla, dama de la reina doña Isabel «la Católica», a quien con su admirable entereza salvó la vida durante el cerco de Málaga, presentándose a un moro que llegó con alevosa intención para asesinar a la reina, y era hija de don Pedro Fernández de Bobadilla y de doña María Maldonado y nieta del famoso caballero don Juan Fernández de Bobadilla, que acompañó al infante don Fernando en la toma de Antequera. El aprecio que la citada doña Beatriz mereció a los Reyes Católicos fue tan grande que la llenaron de honores, llegando a casarla con don Andrés de la Cabrera, caballero del hábito de Santiago, comendador de Montemolin, a quien concedieron el título de marqués de Moya, dándoles como dote veinte villas de los diezmos de Valmoro y Casarrubios, en el reino de Toledo, con lo cual fundaron muy buenos mayorazgos para sus descendientes. El mayor de los hijos de este matrimonio fue don Juan de Cabrera Bobadilla que heredó el marquesado de Mota y su tierra y alcaldía de Segovia y el segundo don Fernando Cabrera Bobadilla, que heredó el condado de Chinchón.
Armas: Escudo cuartelado: 1º y el 4º: de gules y un águila de plata. 2º y 3º: de plata y un castillo con llamas que salen de su parte superior.
BOHORQUEZ
A propósito de este linaje, Pérez de Hita, refiere el siguiente episodio: «Estaba en Granada el capitán Juan Alvarez Bohórquez a quien se le encomendó la defensa de un portillo. El malvado Aveb-Abó mandó que se le apretara sin intermisión, hasta el punto que a los cristianos les vino a faltar el plomo. Y este valeroso capitán no vio otro remedio que deshacer en menudos pedazos una vajilla de plata y tirarlos a sus enemigo en lugar de plomo». Argote de Molina dice que, a un caballero de este apellido que luchó en la batalla del Salado, le dio el rey la Orden de la Banda, señalándole las armas que debía usar. Armas: Escudo de gules, una banda de oro con dragantes de sinople. Bordura de azur con dos flores de lis de oro, una en el jefe y otra en la punta y una columna de plata a cada lado.
BOLADO
Tiene este apellido su procedencia en las montañas de Cantabria donde poseyeron importantes casas solares, en los lugares de Muriegas, Camargo y Santoña. Las armas de este linaje aún pueden verse esculpidas en piedra en un viejo edificio erigido en Soto de la Marina, al parecer morada que fue de don Juan de la Llata y Salas y su esposa doña Antonia de Pedrajo y Bolado, en la segunda mitad del siglo XVIII. Fueron bastantes los miembros de este apellido que realizaron probanza de hidalguía y nobleza de sangre para poder ingresar en las diversas Órdenes Militares. De los Bolado que pasaron a Méjico puede citarse a don Justo de Bolado y Muñoz que en 1.733 desempeñó el cargo de la Alcaldía Mayor de la villa de León Zacatula. Armas: en campo de plata, un árbol de sinople con un jabalí de plata pasante a su tronco.
BOLAÑO
Muy noble y esclarecido linaje gallego. Lo que sí es cierto es que don Sancho Díaz ilustre caballero que sirvió bajo las órdenes del rey Ordoño II, estando al mando de las huestes cristianas que se defendían del asedio de los moros que tenían sitiada la ciudad, usó de una hábil estratagema que fue la de arrojar por encima de las murallas unos corderos y unos bollos de pan a los musulmanes, lo cual engañó a estos que creyendo que los sitiados estaban bien abastecidos de alimentos, levantaron el cerco, por lo que los descendientes de dicho caballero utilizaron el apellido Bolaño, denominación compuesta por los nombres de «bollo» y «anño» o cordero.
Armas: Un cordero con un bollo en la boca y un muslo armado con una pierna y un pie calzado con una espuela, todo ello sobre campo de sinople.
BOLIO
Estamos ante un apellido de origen italiano, que se denominó Bollio, procedente de la antigua República de Génova. Una de sus ramas pasó a España y de ella proceden los que se trasladaron a América. En Yucatán, don Santiago Bollio y Justianini contrajo matrimonio con doña Felipa de Ojeda y Guzmán. Fue Oficial de la Real Hacienda y dejó descendencia. En lo que respecta al apellido, ya españolizado en Bolio, probó numerosas veces su hidalguía y limpieza de sangre ante las Reales Chancillerías. Que sepamos, el primer entronque de la casa italiana con miembros españoles fue el protagonizado por don Alberto Bollio que casó con doña María Rapallo. Armas: En gules, un brazo armado, moviente del flanco siniestro, con una espada en la mano que atraviesa un bezante de oro.
BORJA
No existe título que no haya ostentado la casa de Borja, desde duques hasta príncipes, pasando por grandes Capitanes, Obispos, Cardenales y Papas. Todos los honores han resplandecido en este linaje. Ya en tiempos del rey don Jaime I, de Aragón, ocho caballeros llamados Borja le acompañaron en sus empresas militares.
El progenitor de la familia fue don Pedro de Atares, nieto del rey don Ramiro I, dueño y señor de la villa de Borja. Su nieto, Alonso de Borja, llegó hasta el solio pontificio, con el nombre de Calixto III, natural de Játiva, Valencia, hijo de don Domingo de Borja y doña Francisca, su mujer. Y luego fue don Rodrigo de Borja: español, de Játiva también, fue Pontífice con el nombre de Alejandro VI. Pero la casa de Borja precisaba todavía de más esplendor.
Tuvo que nacer César Borja, a quien los italianos desfiguraron el apellido convirtiéndolo en Borgia. Pocos personajes se encuentran en la historia, cuya vida fuera más apasionante.
Y es imposible dejar de citar a, su hermana, Lucrecia Borja, de quien tantas y tantas mentiras y calumnias difundieron los enemigos de esta familia, italianos todos que la odiaban por un solo hecho: ser española y, como era lógico, favorecer a cuantos españoles llegaban a tierras italianas. La leyenda más negra se ha cebado en los Borjas españoles. Es igual, se diga lo que se diga, nadie podrá quitarles su gloria.
Y aún nos queda otro, y este sí que alcanzó todavía mayor altura, dado que fue Santo: Francisco de Borja, Duque de Gandía, aquél que se retiró de las glorias terrenas con su célebre frase: «No más servir a señores que en gusanos se conviertan». Don Pedro Luis de Borja, fue el último maestre de la Orden Militar de Montesa, Comendador de Calatrava, Gobernador de Orán, Virrey de Cataluña y primer Marqués de Novares.
Armas: Escudo de oro y un toro de gules. Bordura de sinople y ocho brezos de oro.
BOZA
Apellido originario de Portugal. Se sabe que existió casa solar en la villa de Ponte de Lima. Pero donde este linaje adquirió importancia fue en las Islas Canarias, en las que se asentó en el siglo XVI, desde donde pasó al Nuevo Mundo. En España, una de las primeras regiones en la que se estableció fue Extremadura. Los que pasaron a Canarias, descienden de don Gonzalo Boza de Lima. Don Jerónimo Boza de Lima, nacido ya en Tenerife, Mayorazgo de su casa, fue capitán de Artillería del puerto de Santa Cruz de Tenerife, Alguacil Mayor del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, Regidor Perpetuo, Jurado y Sindico General, falleciendo en el año 1.653. Armas: Escudo mantelado: 1º; en plata, un león rampante de gules; 2º; en azur, un lucero de oro de diez rayos y el mantel de gules con una torre de oro aclarada en azur.
BRICEÑO
Algunos genealogistas le atribuyen un origen santanderino, pero donde más antigüedad tuvo fue en la ciudad de Arévalo, en Ávila. Puede citarse a don Hernán Briceño, Caballero Templario y Maestre de Castilla, en el año 1.302, don Baltasar Briceño, Caballero de la Orden de San Juan, don Andrés Briceño, Regidor Perpetuo de la Ciudad de Arévalo, en 1.406, don Francisco Briceño, Caballero de la Orden de San Juan; fray Alonso Briceño, Obispo de Nicaragua y conquistador de Indias; don Rodrigo y don Diego Briceño, conquistadores de Yucatán y a la Venerable Madre Agustina María de Briceño, Maestra de Santa Teresa en Ávila, en el año 1.531, en el Convento de Santa María de Gracia. Armas: En azur, un águila de oro, picada y armada de gules. Bordura de gules con ocho aspas de oro.
BRITO
En el vecino reino de Portugal floreció el linaje de la noble casa de los Brito, principales caballeros de la nobleza lusa que siempre rindieron grandes servicios a sus reyes por lo que fueron muy estimados al tiempo que respetados. De Portugal pasaron a Galicia, encabezados por el caballero don Pedro de Brito y Coutillo, para, muy pronto, extenderse por toda la Península, en especial en Castilla, donde los miembros de este ilustre linaje tomaron parte en las guerras sostenidas por los reyes de España contra otros monarcas extranjeros. Don Pedro de Brito fue caballero de la Orden de Calatrava y escribió diversas obras genealógicas, falleciendo en Madrid en el año 1.622. Armas: Escudo de gules, nueve losanges de plata cargados con un león de gules.
BRIZUELA
Apellido castellano que tuvo su primitivo lugar en la villa así denominada, perteneciente al partido judicial de Villarcayo, en Burgos, partiendo de allí las nuevas ramas que fundaron casas en el lugar de San Martín de Olías, en la villa de Medina de Pomar, en la villa de Valmayor de Cuesta Urría y en el valle de Aedo, todos en la citada provincia. Otras líneas de este linaje fueron extendiéndose por las provincias de Segovia, Palencia, León y Soria, donde tuvo casa muy principal en la villa de Berlanga de Duero. Los miembros de este linaje realizaron probanzas de nobleza y limpieza de sangre para ingresar en las diversas Órdenes Militares, con preferencia en las de Santiago, Montesa y Alcántara. Armas: En campo de plata, cuatro cotizas de sable y entre ellas, tres aspas de gules.
BUENDÍA
Parece ser, de acuerdo a lo expuesto por cierto texto lemosín «Ab est soldat bon día tindré» que proviene de un soldado aventurero cuyo nombre se ignora, presumiéndose, que venía de Alemania y que era tan alto que descollaba de toda la cabeza de entre las restantes tropas. Y según señala el «Nobiliario de los Reinos y Señoríos de España», de Piferrer, al verlo, el rey se quedó admirado ante la gallardía, buena presencia y, sobre todo, por la altísima estatura de aquel soldado, lo que le hizo exclamar en tanto lo miraba de pies a cabeza: «Con este soldado buen día o jornada se me prepara». Y según se sigue diciendo, el soldado de referencia cuyo verdadero nombre permaneció en la ignorancia de todos, tomó el de Buendía y así fue conocido en lo sucesivo. Armas: Escudo de azur y un sol de oro.
BUENO
Existen ciertas discrepancias sobre su origen. Por lo que se sabe una de las casas más antiguas radicó en las montañas de Jaca siendo sus miembros Infanzones de la Corona de Aragón. De estas casas, se citan como descendientes directos dos personajes: Don Juan Bueno, vecino del lugar de Acumuer del partido judicial de Jaca e Hijodalgo en 1.582, y Mosén Juan Bueno, diputado por los Caballeros en el año 1.576. Varios autores, señalan que miembros de este linaje pasaron con el rey Jaime I «el Conquistador» a Valencia, dando origen a varias casas de dicho nombre en la región levantina. Otra casa se halló en el valle de Cadagua, en Burgos. De esta casa fue la rama que derivó hacia Vizcaya para tomar asiento ante el Concejo de Gueñes, del partido judicial de Valmaseda. Se trata de un apellido que pasó a América casi desde los primeros años de su descubrimiento y colonización y se encuentra muy extendido en varias de las naciones de aquel continente, en Méjico y la Argentina, así como en Chile, donde don Pedro Bueno fue uno de los que acompañaron a Valdivia en la conquista de aquel territorio fundando casa, de la que partieron las líneas que componen el apellido Bueno chileno.
Incluso geográficamente en Chile se encuentra el río Bueno, al sur de la provincia de Valdivia, de una anchura de unos cuarenta metros y cuyo descubrimiento posiblemente, pudo deberse al conquistador español antes citado que dio su nombre a esta gran corriente fluvial. En lo que respecta a la demostración de su nobleza, don Luis Bueno y don José Bueno, el primero natural de Sevilla y el segundo de Bilbao, la probaron para ingresar en la Orden de Santiago, en los años 1.701 y 1.708 respectivamente. Otro caballero de este apellido, don Alonso Bueno, natural de Almendralejo (Badajoz) hizo también probanza de nobleza en 1.760 con el fin de poder ingresar en la Real Compañía de Guardias Marinas y como linaje en general, probó su hidalguía en la Real Chancillería de Valladolid en los años 1.546, 1.553, 1.757, 1.762 y 1.766.
Armas: En azur cinco alabardas de oro, puestas en sotuer. Bordura de plata, con una parra, frutada de sinople.
BUITRAGO
Es un apellido que tomó su nombre de La villa así llamada, Buitrago, en Madrid, del Señorío de los Mendoza, que produjo diversas ramas que fueron a establecerse en Navarra, La Rioja y Segovia, pasando también a Perú y otras naciones de aquél continente.
A fines del siglo IV vivía en la citada villa de Buitrago, don Fernán Gutiérrez de Buitrago, casado con doña María Velasco, que procrearon a don Juan de Buitrago que combatió a las órdenes del Marqués de Santillana, Señor de Hita y de Buitrago. Fue después repostero del príncipe don Enrique, heredero de Castilla, y posteriormente, del conde Aguilar, quien le dio las tenencias de sus fortalezas en Entrena y Nalda, en la Rioja, a donde don Juan de Buitrago pasó con su familia fundando asentamiento del que se originaron otras.
Don Fernando de Buitrago fue hijo del anterior, nacido en Madrid, y sirvió al Rey don Enrique en los hechos de armas más importantes de la época; asistió al cerco de la ciudad de Toro, al también cerco de Burgos, viviendo sus últimos años como Alcaide del castillo de Alfaro. En el año 1.477 hizo información «ad perpetuam memoriam», de su linaje y en 8 de agosto de 1.482, obtuvo Carta Ejecutoria de Hidalguía despachada por la Real Chancillería de Valladolid. De la casa de Navarra, don José Navarro de Buitrago litigó por su hidalguía y limpieza de sangre ante la Real Corte de Navarra, obteniendo sentencia favorable en el año 1.576.
De los afincados en la Rioja, don Hernando de Buitrago, natural de Haro, también acudió a la anterior Chancillería y en el año 1.578, obtuvo certificado de nobleza, reconociéndosele su hidalguía. En Valladolid hubo otra casa de este apellido de la que procedió don Baltasar de Buitrago, natural de Olmedo, de la citada provincia, que fue admitido en la Orden de Santiago, después de haber hecho probanza de nobleza. Otros miembros de este apellido afincados en Murcia, Cádiz y Albacete realizaron idénticas pruebas a fin de ingresar en las distintas Órdenes Militares.
Armas: Escudo cortado; 1º, de plata, con un buey de gules, de cuya boca sale una cinta verde con la incripción: «Para ser tuyo nasci». 2º en oro, un dragón de sinople armado y linguado de gules.
BURGOA
La mayoría de los autores señalan este apellido como de procedencia vasca, emparentado con la casa de Mújica. Se basan, para ello, en el hecho de que el 5 de abril de 1.526, el Bachiller Martín Pérez de Burgoa asistió a la Junta del Señorío de Vizcaya siendo uno de los nombrados para revisar los antiguos Fueros. Un caballero, don Juan Francisco de Alducín, natural de Goizueta (Navarra), probó su descendencia de varios solares nobles del linaje Burgoa, lo que le valió ser admitido en las Cortes de Navarra derecho que se le reconoció por los Tribunales del Reino en el año 1.665. Numerosos miembros de esta familia probaron repetidas veces su hidalguía para poder ingresar en las distintas Órdenes Militares, con preferencia en la de Santiago. Armas: En oro, tres bandas de azur. Bordura jaquelada de plata y gules de dos órdenes.
BUSTAMANTE
Parece cierto que el origen del apellido Bustamante se encuentra en la Merindad de Aguilar de Campoo, comarca situada en los confines de Palencia, Cantabria y Burgos. Y, como en tantos otros, es casi seguro que el apellido Bustamante tiene un origen geográfico, ya que los lugares antedichos se conocían como la Costana de Bustamante. Ahora bien, nada puede asegurarse al respecto, ya que existen documentos que afirman lo contrario, es decir que fue el linaje el que dio nombre a la comarca, y al lugar ya que fueron caballeros llamados Bustamante los que lo fundaron. Hay memoria de que durante el reinado de Alfonso VI, ya aparecen varios caballeros llevando el apellido Bustamante, mencionándose a Gonzalo Bustamante y a Sancho Díaz de Bustamante que habrían sido los herederos de la antigua Merindad de Aguilar de Campoo, citada anteriormente.
Pero no acaba con eso las referencias a Bustamante, pues existen noticias de documentos muy antiguos en los que se cita a este apellido haciéndolo dimanar de un caballero llamado don Rodrigo, del que se afirma fue sobrino de Carlomagno, es decir un noble que primero pasó a Cataluña y de allí al reino de León. Habría que remontarse al año 1.450 para encontrar las primeras referencias al apellido Bustamante y ésta es, como queda dicho, la versión del sobrino de Carlomagno. Lo que sí es evidente es que se trata de una noble familia, de rancio linaje que repetidas veces probó su hidalguía ante la Real Chancillería de Valladolid, y que con el paso del tiempo fue extendiéndose por toda España, aunque con preferencia en ambas Castillas siendo precisamente Cataluña y Levante donde menos puede encontrarse. Miembros de esta familia ingresaron en la Órdenes Militares de Calatrava, San Juan de Jerusalén y Alcántara y ostentaron las dignidades de la Orden de Carlos III. En lo que se refiere a América, hay constancia de que algunas familias de este apellido se establecieron en aquel continente, con preferencia en Argentina y Chile.
Armas: En campo de oro, trece roeles de azur.
BUSTO
Apellido castellano, muy antiguo y noble ya que a él pertenecieron los siete infantes de Lara, que fueron hijos de don Gonzalo Bustos y de Sancha Velázquez nietos del rey Ramiro II de León. Se extendió por toda la península enlazando con los más nobles linajes, entre las cuales pueden citarse a los Marqueses de Cervera con Grandeza de España. Una rama pasó a Méjico. Se trata de un linaje que probó repetidas veces su nobleza en las Reales Chancillerías de Valladolid y Granada. Con fecha 7 de diciembre de 1.880 se autorizó a don Andrés del Busto y López para usar en España el título pontificio de Marqués del Busto. Armas: Escudo partido de azur y oro con un águila del uno en el otro. Su lema es «Si no soy toda de oro, en lo azul tengo el tesoro».
BAQUERIZO
De procedencia asturiana. Una rama pasó a Pinto de la provincia de Madrid en el siglo XV. Al siglo siguiente se estableció en la parroquia de San Martín de Madrid, donde entroncó con los Marqueses del Alcázar.
Armas: Escudo mantelado: 1.º en campo de oro, un águila de sable; 2.º en campo de azur, una bandera de gules con el asta de oro, y el mantel de sinople, con una vaca de oro.
BARRA
Castellano. Del partido judicial de Villarcayo (Burgos), de donde pasó a La Rioja y Andalucía. Una rama pasó a Chile a mediados del siglo XVI, estableciéndose en La Concepción. Los Barra de Andalucía entroncaron con los Salvatierra de Ronda (Málaga), por el matrimonio de D.ª Catalina de la Barra Govantes con D. Bartolomé de Salvatierra Tabares, caballero de la Orden de Alcántara, maestre de la Real de Ronda y alguacil mayor del Santo Tribunal de la Inquisición.
Armas: En campo de oro, un castillo de gules, y en punta, tres cabezas de moros.
BELTRÁN
Descendiente de uno de los cinco caballeros que trajo en su armada el caudillo D. Mendo de Rausona, hermano de Desiderio, último Rey de los longobardos de Italia. Se extendió por toda la Península con la Reconquista. Una rama pasó a la isla de Cuba.
Armas: En campo de gules, un castillo de oro; partido de azur con tres flores de lis de oro. Bordura de plata, con el lema: «Veritas vincit».
BENOSA
Apellido de origen catalán. Procedente de la villa de Bosot, en la provincia de Lleida. Enlazado con los Cao de Benós, Barones de Lés.
Armas: En campo de gules, una torre de plata, terrasada de sinople y sumada de un león rampante de oro; delante de la torre, una escuadra de oro, por cuyos brazos suben dos leones del mismo metal; en el jefe, un sol y una estrella de oro, y una creciente de plata, adiestrado; en punta, dos manos de león, de oro, saliendo de la terraza de sinople, una a cada lado de la torre. Bordura de plata, con este lema en letras de sable:» Fidelis vigilans ac victor pro Rege, patriaque, die et nocte Benosa».
BERMÚDEZ
Apellido gallego, descendiente de la Infanta D.ª Teresa Enríquez, hermana del Rey D. Alonso Enríquez de Portugal. Se extendió por toda la Península e Indias.
Armas: Escudo jaquelado de plata y gules.
Muy interesante la heráldica de los apellidos. Algunos no los he oído nunca.
Me ha hecho gracia el escudo de «Buendia» con ese sol tan esplendido.
Estupendo resumen de algunos apellidos, muy bueno.
Gracias
Deseo saber si tienen alguna informacion del mi apellido paterno SILVA SANTISTEBAN,