El hierro es un elemento que se añade a ciertos alimentos para darles un valor nutricional más alto, ya que es uno de los minerales más apreciados y reconocidos en alimentación. Desde hace más de 50 años, se vienen incluyendo estas sales inorgánicas de hierro (fosfato de hierro FePO4) en los cereales del desayuno, siendo este alimento el estandarte en productos enriquecidos con hierro.
El cuerpo precisa unos 14 miligramos de hierro al día y si no dispone de ellos, puede contraer anemia, ya que los glóbulos rojos no pueden cumplir su función correctamente. Cada partícula de hemoglobina lleva catión hierro, que es un ion ferroso que recoge el oxígeno y permite a los glóbulos rojos transportarlo consigo. Si a nuestro cuerpo le falta este elemento, queda resentido por la fatiga y cansancio crónicos.
Ciertas empresas optan por agregar partículas de hierro elemental (o reducido) en los alimentos manufacturados, debido a que de esta forma, se logra una estabilidad en el envasado y no interfiere en el aroma del cereal.
Pero existen varias clases de hierro en los alimentos que el cuerpo aprovecha de maneras diferentes. Por ejemplo, el hierro de la carne roja, yema de huevo, hígado, marisco o pescado pertenece al grupo de hierro hemo y se aprovecha cinco veces mejor que el que encontramos en el resto de alimentos que no son hemo: verduras, cereales integrales o enriquecidos, legumbres y hortalizas. Así, de poco sirve comer muchas espinacas si comprendemos la biodisponibilidad del hierro en nuestro cuerpo y la forma en que éste lo aprovecha.
De esta manera, los cereales de desayuno poseen un hierro que el cuerpo no asimila correctamente. El hierro que se añade al cereal pueden ser simples limaduras de hierro que el cuerpo no aprovecha, pero al fabricante le interesan porque no reducen la caducidad del artículo.
Este hierro elemental, que posee un nivel de oxidación cero, requiere ser oxidado a óxido ferroso (FeO) por el estómago para ser asimilado. Aun así, se ha demostrado que los ácidos estomacales no pueden dar cuenta de las limaduras de hierro porque apenas tienen tiempo de actuar en el periodo que la comida permanece en el estómago. Otro elemento alternativo a este hierro es el sulfato ferroso ó FeSO4, ya que nuestro cuerpo asimila mucho mejor la sal de hierro (II).
Así, aunque el envase nos asegure cierta cantidad de hierro, es posible que éste pase por nuestro organismo sin ser aprovechado en su totalidad. Así, si el propio cereal tiene gran cantidad de fibra o mezclamos el cereal con té, que posee un alto contenido en taninos, estaremos inhibiendo la asimilación del hierro por nuestro cuerpo. Otros alimentos que afectan negativamente a este hierro son el café, la leche de vaca, la clara de huevo, la soja, el vinagre o el salvado de trigo. Sin embargo, tomar un zumo de naranja, que posee una gran cantidad de vitamina C, permitirá a nuestro organismo asimilar más hierro no hémico.
Para ver este hierro no hemo de los cereales, se puede realizar un experimento con cereales para desayuno, una batidora y un imán. Primero, batimos los cereales con agua hasta conseguir una papilla. Posteriormente, cogemos el imán y vamos moviéndolo por el exterior del envase para ir reuniendo las partículas de hierro que se ven atraídas por el magnetismo del imán y formarán un grupo.
Para facilitar la visión del hierro, es aconsejable que el recipiente donde hagamos la prueba, sea lo más transparente posible. También se puede batir la mezcla aparte y realizar la parte del imán si hemos metido la papilla en una bolsa transparente.
Este hierro que consigamos, no es aconsejable ingerirlo, ya que en exceso podría provocaros problemas de salud.
Aquí hay un vídeo demostrativo de cómo separan el hierro de los cereales, aunque usan un sistema algo diferente al experimento que os he contado anteriormente.
Si el vídeo no funciona, puedes verlo aquí.
Pues mi organismo parece que asimila bien el hierro de los cereales, por que cada día me tomo un par de vasos de zumo de naranja ^_^
Salu2!!
Está muy curioso el experimento. No sabía yo que el café es negativo para asimilar el hierro, lo tendré en cuenta.