Otra entrega de plagas de la naturaleza.
¿Quién es el argentino más difundido en el exterior? ¿Maradona, Carlos Gardel, el Che Guevara, Jorge Luis Borges, Mafalda, Evita? Nada de eso. Por todo el mundo se extiende la Hormiguita Viajera, una plaga extraordinaria de la “hormiga argentina”.
Son hormigas de unos tres milímetros de longitud, de color marrón oscuro, con largas antenas. Una característica especial de la variedad argentina, que fascina a los científicos y asegura el éxito de su expansión, es que al llegar a zonas lejanas ha ido produciendo cambios genéticos que alteran la conducta normal de la especie.
Las hormigas compiten, luchan por el control del alimento y la zona. También las argentinas cuando están en territorio nacional. Pero en el exterior, las argentinas se agrupan en supercolonias que colaboran entre sí, se concentran en la reproducción, desplazan con una inmensa cantidad de individuos a otras especies y las hacen desaparecer.
La colaboración entre las hormigas argentinas, una clave de su éxito, quedó demostrada cuando los científicos “mezclaron” hormigas argentinas del norte de Italia con otras del sur de España. Se reconocieron como hermanas. Es un fenómeno lleno de incógnitas que concita cada vez más estudios sobre la cuestión.
Las hormigas argentinas están sólidamente implantadas en veinte países como Estados Unidos, España, Portugal, Francia, Italia, Japón, Nueva Zelanda y Australia. Incluso ya se ha detectado su presencia en Gran Bretaña y Alemania. Son millones de hormigueros y billones de individuos que continúan difundiéndose sin que se encuentren medios para frenarlos.
Bautizada por los científicos “Linepithema humile”, la hormiga argentina nació en zonas aledañas al río Paraná, en la Mesopotamia y el norte de la provincia de Buenos Aires, y se extendió por el comercio a Brasil, Paraguay y Uruguay.
Con una gran capacidad de adaptación, se fueron extendiendo ocupando grandes zonas en los cinco continentes. “Actualmente son una de las peores especies exóticas invasoras”, dice el profesor Gómez. “Nuestras conclusiones indican que tienen el potencial de expandirse a zonas adonde no han llegado hasta ahora en Africa y Asia. Estos procesos de invasión serían favorecidos por los cambios climáticos globales y tienen la posibilidad de alterar la biodiversidad también a nivel global”.
Las primeras noticias de la difusión de las hormigas argentinas, que no produjeron alarma, llegaron hacia 1890 y cuatro años después fueron detectadas en Portugal, Valencia y después en Cataluña. En 1925, en Estados Unidos se informó que las hormigas argentinas habían llegado vía el puerto de Nueva Orleáns y se expandían. Ahora, son un gran problema, ya que Estados Unidos es el país que tiene más zonas afectadas.
En Europa su presencia se extiende sobre 6.000 kilómetros, bordeando la costa del Mediterráneo y el Atlántico. ¿Cuál es la razón de tanto éxito?, se preguntan científicos de varios países. “Los hormigueros dejaron de lado sus diferencias para crear la unidad cooperativa más grande jamás descubierta”, señala Laurent Keller de la Universidad de Lausanne, Suiza.
Keller explica que “la colonia europea representa la mayor unidad de organismos cooperando descubierta en la historia”.