Aunque este control es algo impreciso y aleatorio, no deja de ser divertido, pues nunca sabremos a ciencia cierta si daremos a nuestro contrincante y esto le da un toque de suerte a la batalla. Por lo tanto, nunca podremos cogerle el truquillo al sistema de lanzar. Seguro que lo pasáis en grande con este juego de luchar entre perros y gatos, archienemigos eternos.