Seguro que alguna vez habrás escuchado acerca de los beneficios que aporta aprender a tocar un instrumento musical.
Entre ellos están reducir nuestro estrés o ansiedad, así como mejorar nuestras capacidades cognitivas.
Esto se extrapola a los niños, que pueden empezar a beneficiarse de sus ventajas desde que son pequeños.
Y es que aprender música les ayuda a mejorar su desarrollo en varias facetas, como la intelectual, la auditiva, la sensorial, la del habla o la psicomotriz.
Además, ahora gracias a Internet, podemos saber cuáles son los instrumentos musicales más adecuados para que empiecen su aprendizaje.
El mejor ejemplo lo tenemos en pasiondelmusico.com, un sitio web donde podremos informarnos y realizar las mejores elecciones gracias a sus comparativas de instrumentos musicales.
Acerca de las propiedades ventajosas de que los más pequeños aprendan a tocar instrumentos musicales, existen estudios que han demostrado sus efectos positivos en el cerebro infantil, como la estimulación de áreas involucradas en el tratamiento espacio-temporal.
Y es que en los primeros años de vida, es cuando los niños tienen una mejor percepción de los estímulos externos y sienten la música de una manera más profunda.
Por eso aprender a tocar instrumentos musicales es una actividad muy reconfortante y positiva para ellos, siempre y cuando no se imponga como una obligación, sino como un juego o hobby que ellos mismos busquen realizar.
Algunos beneficios de que los niños aprendan música son:
Puestos a escoger un instrumento musical para que el niño empiece a aprender a tocarlo, existen algunos más adecuados que otros.
Un buen ejemplo de ello lo tenemos en el piano o teclado, que es bastante recomendable porque solamente tendrán que tocar una tecla para que suene.
Aunque encierra la dificultad de saber qué teclas tienen que pulsarse, el teclado musical no requiere una técnica muy especializada para emitir sonidos.
Otros instrumentos musicales también recomendables para los niños son la flauta o la guitarra, aunque requieren que el pequeño cree o forme la nota.
Esto quiere decir que el niño tendrá que controlar con más precisión cómo hacer que el instrumento emita el sonido deseado, ya que de lo contrario, creará una nota falsa.
Como esto podría crear un sentimiento de frustración en el niño, debemos tener cuidado por si esta clase de instrumentos no son los más adecuados para su aprendizaje.
La ventaja de estos instrumentos musicales algo más «complicados» es que son muy recomendables para potenciar la concentración y la disciplina.
Otro elemento con el que debemos tener cuidado, es en el ritmo de aprendizaje. En este sentido, muchos métodos para enseñar a tocar instrumentos pueden ser demasiado acelerados para los niños.
Es mucho mejor que el pequeño parta de cero y lleve una carrera progresiva que él mismo vaya dictando. Así la experiencia resultará gratificante y se sentirá motivado para practicar viendo que el entrenamiento da sus frutos.
De lo contrario, puede que el pequeño piense que aprender a tocar un instrumento musical es algo muy difícil y es posible que lo deje abandonado o le tome manía a esta disciplina.
Esto puede que le lleve a perder el gusto por aprender cosas nuevas, así que es necesario comprobar detenidamente las aptitudes del pequeño para adaptar la enseñanza o el instrumento musical a sus habilidades.
Existen instrumentos que son mucho más complicados, como el violín, el violonchelo, la trompeta o el saxofón, que requieren un sistema de enseñanza adecuado para que el niño aprenda sus particularidades técnicas.
En líneas generales, el piano o teclado musical (que a fin de cuentas es un piano eléctrico), sería la mejor elección para empezar en el mundo musical.
De hecho, a los alumnos que están estudiando instrumentos musicales más sofisticados, se les aconseja que aprendan piano a la par que su instrumento habitual, ya que les será de gran ayuda para sintetizar ciertas nociones musicales como pueden ser las escalas, los acordes o las armonías.
La guitarra es otro instrumento que los niños parecen preferir por encima de otros, quizás porque consideran que es divertido, por imitar a estrellas del rock o porque está muy presente en Internet, televisión y demás medios.
Aunque puede ser un instrumento musical difícil para los niños con dedos pequeños, esto se puede solventar con facilidad empleando una cejilla.
Otro instrumento bastante popular entre los niños es la flauta, sobre todo porque un instrumento muy económico.
Aun así, resulta algo limitado en un principio porque sólo pueden realizarse melodías de pocas notas. No obstante, no deja de ser un buen punto de partida.
Si nos fijamos en los instrumentos musicales de cuerda o arco, comprobaremos que tienen una dificultad mayor, por lo que el pequeño tendrá que practicar más y tardará más tiempo en lograr resultados notables.
En estos casos, el niño necesitará una motivación extra y un mayor apoyo por parte de los adultos para que no abandone a las primeras de cambio.
Y si buscamos que los pequeños estén motivados por el aprendizaje colectivo, los instrumentos musicales más adecuados para ello son los de viento, ya que podrán integrarse con facilidad en orquestas o bandas.
El sentimiento de pertenencia a un grupo les motivará mucho más y hará que el aprendizaje sea mucho más divertido en compañía de otros niños.
Esto mismo podrá realizarse con instrumentos de cuerda o arco, aunque se prestan menos a ello y requerirán mayor esfuerzo, disciplina y entrenamiento por parte del pequeño.
Como podemos comprobar, existen muchos beneficios en el aprendizaje musical a edades tempranas, por lo que animar a nuestros hijos a tocar un instrumento musical, es una de las mejores iniciativas que podemos llevar a cabo para ayudarles en su desarrollo.
Así que si tenemos dudas, lo mejor es animarse y si el pequeño está predispuesto, adquirir un instrumento musical con el que se sienta cómodo para que aprenda.
Luego podremos apuntarlo a actividades extraescolares para que le saque partido a su nueva afición.
Seguro que será algo beneficioso para su formación y le brindará un hueco en su rutina diaria para desarrollar su creatividad y personalidad.
Cuando era pequeño, me hubiese gustado tocar la guitarra, pero nadie de mi familia sabía tocarla. Muchas veces se hacen las cosas por imitación. Si en tu familia alguien sabe tocar un instrumento es mucho más fácil que el niño se interese por aprender a tocarlo. Saludos Andresín.