La verdad sobre «El último superviviente»

«El último superviviente» (también llamado en otros países «The Ultimate Survival» o «Man vs Wild«) es un programa de televisión del canal Discovery que se ha hecho mundialmente famoso por desvelarnos muchísimos trucos de supervivencia y por la crudeza de sus procedimientos. Casi todos recordamos ver cómo se comió un bicho o los métodos que tuvo que emplear para lograr algún líquido que beber de alguna procedencia algo repugnante.

Si lo pensamos bien, comprenderemos que el programa es simplemente una especie de simulacro en el que se nos muestran formas de salir adelante en un medio hostil. El protagonista de estas hazañas, Edward Michael Grylls (Bear Grylls), es presentado como un todoterreno de la supervivencia aventurera, siendo una mezcla de Indiana Jones y MacGyver. Fue soldado de las fuerzas especiales británicas y es escritor, aparte de ostentar el récord en ser la persona más joven en subir al Everest y regresar con vida.

Aun así, la verdad dista mucho de lo que en realidad nos muestran. Bear Grylls va acompañado por un equipo de personas tras él: el especialista, los cámaras, el director, el productor, el guionista, los técnicos… Más bien parece que estén filmando una película, y no un docureality de supervivencia en el que simplemente estén él y un cámara, como parece ser a juzgar por lo que se muestra en cada programa.

Existen varios vídeos en Internet que revelan la verdad. El programa crea situaciones de peligro aposta, aparecen problemas que no existen realmente, se muestran animales más fieros de lo que son realmente, y los espacios naturales no son realmente lugares abandonados perdidos de la mano de Dios…

Este vídeo es bastante gráfico, en el que Bear Grylls nos hace sentir el riesgo de cruzar un paso en un acantilado, mientras que la verdad es menos peligrosa. Lo gracioso es ver luego coches por una carretera a lo lejos.

Escenas reales de la filmación del programa «El último superviviente» donde podemos ver a todo el equipo que hay detrás y que normalmente no aparece.

En este vídeo nos muestran la realidad de lo que el programa nos presenta como una isla desierta, y son los parajes de la isla de Oahu, que para nada está deshabitada.

Bear Grylls fingiendo peligro ante una lava falsa. El brillo de la lava verdadera es muy diferente y no produce humo hasta que arde con algo combustible, como algo de vegetación. Los gases volcánicos pueden estar presentes en un conducto de lava, pero el área donde él estaba saltando no se encuentra encima de un conducto de estos. Los zapatos tampoco arden espontáneamente mientras caminamos en la corteza de lava a no ser que lo ayudemos con el líquido de un mechero y una cerilla. Incluso la leña seca puede permanecer encima durante días sin arder. Por último, la capa de lava es increíblemente fuerte y caminar por ella con cuidado no supone ningún peligro. La lava solidificada recientemente con líquido de lava debajo de su superficie tiene una apariencia plateada, mientras que se va oscureciendo según se va enfriando.

Como siempre, Bear Grylls vio un peligro que no existía y lo exageró con técnicas hollywoodienses, empleando efectos de sonido y generadores de humo. Con tiznes en la cara y unas botas abrasándose mientras camina por una superficie le dieron más ambiente a la escena. Existen unos 40 ángulos de cámara diferentes en 90 segundos, en los que realmente no se mostraba lava alguna.

No existe ninguna razón de peso para cruzar un flujo activo de lava. La mayor parte de los flujos de la superficie de Kilauea están limitados en tamaño y uno puede sortearlos yendo hasta el final de una cuesta arriba, donde se termina el conducto o se puede ir cuesta abajo hasta el borde principal frontal.

Esto baja mucho el caché de este hombre, que siempre lo vemos muy seguro en cada cosa que hace, y uno piensa: «Hay que ver, este hombre sabe siempre lo que debe hacer, conoce todas las plantas, y sabe siempre lo que comer o no». Pero claro, si pensamos que todo está guionizado, vemos que no existe un superviviente tan perfecto.

Por lo visto las grabaciones ocurren a unos 200 o 400 metros de un lugar habitado donde pueden pasar la noche, comer hasta hartarse y asearse mientras no se está realizando el programa. Se supo que en más de una vez, aunque se simulaba pasar una noche al aire libre, Bear Grylls había estado durmiendo plácidamente en un hotel. Por ello, luego las imágenes que aparecen en el programa están modificadas para evitar descubrir una realidad menos romántica.

Como aquella vez en la que Bear Grylls encontraba un jabalí salvaje medio devorado y se comía su carne. Realmente la carne que comió fue comprada en un supermercado y le dieron el cambiazo para simular que se comía el jabalí.

Otro hechos turbios serían las situaciones fingidas. En uno de los episodios, Bear Grylls aparecía aterrorizado porque sin saberlo había compartido un refugio con un oso, pero afortunadamente el oso lo había ignorado. Más tarde salió a la luz que el oso que había aparecido brevemente en la grabación, realmente era uno de los componentes del equipo de grabación disfrazado. Una vez que se descubrió el montaje, los productores se defendieron diciendo que la escena era una reconstrucción, una dramatización de lo que podría haber ocurrido. De todas formas, parece algo excesivo que nos hagan creer que todo es tan real para luego descubrir que las situaciones son reconstrucciones premeditadas.

También se supo que una de las balsas construidas en uno de los episodios no fue tal y como se pensaba. En la filmación, Bear Grylls confeccionaba con sus propias manos una balsa, pero en realidad la balsa había sido elaborada por un verdadero experto en supervivencia. Luego fue probada por el equipo, se desmontó, y se dejó que Bear Grylls la montara de nuevo durante la grabación como si la estuviese haciendo en ese momento desde cero.

También se han modificado los peligros, como cuando simularon estar en medio de unos gases venenosos de un volcán empleando una máquina de niebla u otra vez en la que se aseguraba estar en una isla desierta, cuando en realidad estaban filmando en Oahu, lugar de grabación de películas y series como Jurassic Park o Perdidos, justo al lado de un resort.

Lo peor no es realmente que nos engañen pensando que estamos viendo una especie de realidad, pues siempre nos lo podemos tomar como una simulación y verlo desde ese prisma, el de aprender qué cosas podríamos hacer para sobrevivir en un caso parecido. Lo malo es que muchas de las enseñanzas practicadas por Bear Grylls poseen errores garrafales que nos llevarían a la muerte en pocos días.

Por ejemplo, no podemos beber nuestra propia orina aunque estemos deshidratados, ya que el cuerpo sigue generando deshechos metabólicos, y nuestras células necesitarán agua (especialmente las del cerebro). Si bebemos nuestra propia orina, estaremos bebiendo un líquido que posee una concentración muy alta en sales, las cuales rompen el equilibrio osmótico de nuestro cuerpo y hace que nos deshidratemos antes incluso, aparte de poseer las toxinas que nuestro cuerpo ya había desechado.

Tampoco es de recibo extraer agua del excremento de un elefante, ya que las heces pueden albergar bacterias que nos provoquen disenteria, diarreas graves o tétanos. Ni se puede comer pescado crudo, pues podríamos contraer otras clases de enfermedades.

Para saber qué comer o qué cosas son peligrosas, debemos tener muchas nociones en botánica y conocer la fauna y flora de un lugar, algo que Bear Grylls presenta como si fuese muy fácil. Y claro, si una persona corriente y moliente se encontrase en esa situación, no podría arriesgarse a cometer un error fatal.

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