Existe en la zona de Moravia, República Checa, una reserva natural cárstica cerca de la ciudad de Blansko, al norte de Brno (en la parte este del país), que ocupa unos 92 kilómetros cuadrados.
A este paraje se le denomina Karst de Moravia y congrega algunas de las curiosidades geológicas más importantes de la República Checa, como el abismo Macocha, un desfiladero de 138 metros de profundidad, que se formó cuando el techo de una cueva subterránea cedió. El abismo Macocha fue bautizado con este nombre durante el siglo XVII.
La parte de arriba tiene 174 metros de longitud y 76 de ancho. Existen dos plataformas en los bordes para los turistas. La primera es un puente alto construido en el año 1882 y la segunda es otro puente más bajo construido en 1899, que está a 92 metros del fondo del desfiladero.
El abismo Macocha es también el lugar donde el río Punkva empieza a discurrir por debajo del suelo a través del sistema de cuevas Punkvení, que cuenta con más de 1.100 grutas y cañones.
Este rio afluye formando dos pequeños lagos: uno a mayor altitud llamado Horní y otro más bajo denominado Dolní. El lago Horní tiene una profundidad de 13 metros y se puede ver desde la plataforma más alta, mientras que el lago Dolní se esconde tras las rocas y tiene 30 metros de profundidad.
Los terrenos cársticos se crean cuando el carbonato cálcico de las rocas calizas, se disuelve indirectamente gracias a la actividad de las aguas ligeramente ácidas. Las aguas adquieren este grado de acidez cuando son enriquecidas con dioxido de carbono. Esto puede ocurrir cuando el agua se filtra a través del suelo, y se crea bicarbonato al responder con el carbonato. Como el bicarbonato es soluble, pasa a formar parte del caudal de agua.
El Karst de Moravia es el destino de muchos turistas, sobre todo en verano, que aparte de ofrecer actividades en sus galerías subterráneas, también ofrece excursiones al aire libre y senderos para bicicletas. Aunque el abismo Macocha, dentro de las cuevas Punkava, es muy famoso, existen otras tres grandes cuevas abiertas al público:
– La cueva Catarina, con sus columnas de piedra caliza. Hay estalactitas y estalagmitas de cuatro metros de altura. Se encontraron restos de huesos de civilizaciones prehistóricas cuando se abrió al público en 1910.
– La cueva Balcarka, con sus coloridas estalactitas.
– Las cuevas Sloup-Šošůvka, donde existen grandes grutas y desfiladeros en el subsuelo. Posee dos niveles con una diferencia de 70 metros.