Las vitaminas son elementos que el cuerpo requiere para su crecimiento y desarrollo de manera normal. Nuestro cuerpo precisa trece vitaminas:
– Vitamina A (retinol)
– Vitamina C (enantiómero L del ácido ascórbico)
– Vitamina D (calciferol)
– Vitamina E (alfatocoferol)
– Vitamina K (fitomenadiona)
– Vitamina B-1 (tiamina)
– Vitamina B-2 (riboflavina)
– Vitamina B-3 (niacina)
– Vitamina B-5 (ácido pantoténico)
– Vitamina B-6
– Vitamina B-7 (biotina o vitamina H)
– Vitamina B-9 (folato o ácido fólico)
– Vitamina B-12 (cianocobalamina)
Por regla general, las vitaminas proceden de los alimentos que ingerimos. Las personas que llevan una dieta vegetariana, pueden necesitar un suplemento de vitamina B-12 si no consumen productos de origen animal.
El cuerpo también tiene la capacidad de producir vitaminas. Si permanecemos desnudos al sol durante un minuto al día (una hora vestidos), el cuerpo puede elaborar el 90% de la vitamina D requerida. Por otra parte, las bacterias del intestino producen bastante vitamina K como para despreocuparnos de su nivel.
Cada vitamina tiene una función específica. Si tenemos niveles bajos de ciertas vitaminas (avitaminosis), podemos padecer una enfermedad por deficiencia. Por ejemplo, la falta de vitamina D puede provocar raquitismo.
Algunas vitaminas son de gran ayuda contra enfermedades o deficiencias, como la vitamina A, que nos ayuda a prevenir la ceguera nocturna.
Para cerciorarnos que tenemos unos niveles saludables de vitaminas, debemos llevar una dieta equilibrada con alimentos variados, o en casos que se requieran, tomar algún complejo multivitamínico diario.
No obstante, las dosis altas de vitaminas (hipervitaminosis) pueden causarnos enfermedades. Un exceso de vitamina A, puede favorecer que suframos osteoporosis, mientras que la vitamina E en abundancia, aumenta las posibilidades de padecer un ataque cardíaco o sufrir un derrame cerebral.
Si consumimos un complejo vitamínico, nos alimentamos con cereales y leche modificada con vitaminas, el nivel de estas puede llegar hasta cinco veces la cantidad diaria recomendada.
Según dijo Robert M. Russell, el director del Centro de Investigación sobre la Nutrición Humana en la Universidad de Tufts, Boston: “Las dos vitaminas que menos necesitamos los seres humanos, son precisamente las que más toma la gente”, refiriéndose a las vitaminas C y E.
Y ya que hablamos de la vitamina C, parece ser que su exceso no nos ofrece ningún efecto beneficioso en el cuerpo, tal y como parece que siempre se nos ha hecho creer y forma parte de la cultura popular.
Es que salvo las vitaminas A, K, D y E, aunque tomes más no pasa nada, pero tampoco te traen beneficios y es que como son hidrosolubles (solubles en agua) si tienes exceso lo pierdes por orina.
Estamos en exámenes y se nota y el tema de la vitaminas de Patología me hace decir estas chorradas :P jajaja.
De hecho la vitamina C sólo es buena para los resfriados en pleno resfriado pero tomándola continuamente no te ayuda a prevenirlos como cree la gente.
Si se toma el sol con protectores es beneficioso, pero ten cuidado, porque también entran en liza los radicales libres y las antiestéticas arruguillas…
Es curioso que sea tan perjudicial su carencia como su demasía…
Hasta hace poco me he estado creyendo el dicho popular sobre la vitamina c.
Menudo peligro la hipervitaminosis. Cuando hago dieta estricta suelo tomarme algún complejo para evitar las carencias.
muy buenos comsejos hacerca delAS VITAMINAS E OK BUENO GRASIAS
Buen artículo para saber más sobre las vitaminas.
Una vitamina muy importante es la D, entre otras cosas interviene en la absorción del calcio y el fósforo en el intestino, siendo clave para el tratamiento de la osteoporosis
, enfermedad que por desgracia afecta a muchas personas, especialmente a las mujeres y a partir de la menopausia.
Saludos!