La limpieza del hogar o el coche y su importancia para nuestra salud

La limpieza del hogar y nuestro coche están de relevancia en estos tiempos que atravesamos, sobre todo por la actual crisis sanitaria que estamos sufriendo con el coronavirus.

Por eso es importante que limpiemos y desinfectemos correctamente los sitios que frecuentemos para evitar cualquier posible contagio, tal y como nos informan en esta web.

Para ayudaros a realizar las tareas de limpieza correctamente, vamos a daros algunas directrices que podéis seguir y con las que tendréis todas las superficies y elementos correctamente limpios.

limpiar hogar

La limpieza empieza por uno mismo

Aunque suene tópico, es importante que cuidemos nuestra propia limpieza, ya que somos los principales transmisores de bacterias y gérmenes. Por ello, es importante que nos lavemos las manos frecuentemente, sobre todo si hemos venimos de la calle.

También es importante que nos cambiemos la ropa, y sobre todo, el calzado. Es recomendable que nada más llegar a casa, dejemos los zapatos en la entrada y no pisemos por dentro con ellos; por eso es fundamental tener unas zapatillas exclusivamente para estar por casa.

Si venimos del exterior, es bueno que nos cambiemos de ropa y nos demos una ducha, y más si hemos estado mucho tiempo fuera y es probable que hayamos entrado en contacto con varias superficies.

Debemos tener en cuenta que todo lo que toquemos en nuestro hogar al llegar de la calle, podría contagiarse con gérmenes.

Si nos preocupa mucho este tema y queremos entrar en «modo desinfección», es recomendable limpiar los elementos que podrían contener patógenos. Por ejemplo: llaves de luz, pomos, encimeras, etc.

Como lo más eficiente contra el coronavirus es la lejía y el jabón, podemos limpiar los elementos que se presten a ello con agua y estos dos componentes. Eso sí, en cantidades que tampoco estropeen los objetos o superficies, o sean tóxicas para las personas.

Ordenador y dispositivos móviles

Teniendo en cuenta que muchos virus pueden permanecer activos sobre las superficies durante días, los aparatos electrónicos son un hervidero para numerosos patógenos. Los teclados de los ordenadores o las pantallas de los móviles son un ejemplo de ello, por eso hay que limpiarlos frecuentemente.

El error en el que incurre mucha gente, es no darse cuenta de que son superficies que se tocan muchísimo y deben ser desinfectadas más de lo que solemos pensar. Lo ideal es limpiar el teclado cada semana y las pantallas táctiles de los móviles o táblets cada día.

En caso de que el ordenador sea de uso compartido con otras personas, es buena idea que nos lavemos las manos antes y después de tocar el teclado.

Para limpiar el teclado de forma rápida, lo mejor es emplear una bayeta o toallita empapada en alcohol. Resta decir que debemos apagar el ordenador antes de la limpieza, o si no, podríamos formar una escabechina.

Para limpiar el teclado con más profundidad, de vez en cuando podemos quitar todas las teclas y dejarlas sumergidas en un cacharro con agua jabonosa durante varias horas.

Mientras, podemos limpiar el teclado con agua y jabón para quitar la suciedad profunda que se quede entre las teclas. Finalmente, volveremos a colocar las teclas una vez las hayamos secado.

Para limpiar el móvil o la táblet, siempre podemos recurrir a una toallita empapada en alcohol, ya que es la forma más rápida de erradicar los gérmenes.

También podemos limpiar el dispositivo móvil con un paño mojado con agua y jabón. Como es un aparato electrónico, debemos hacerlo con el paño ligeramente mojado para evitar que el agua pueda entrar dentro del dispositivo.

El cuarto de baño

Esta parte de la casa es una de las que más suele ensuciarse, así que hay que prestarle una mayor atención. Así evitaremos que los patógenos puedan suponer un peligro para nuestra salud.

Aunque depende de nuestras manías por la limpieza, existen partes que necesitan más desinfección que otras. Por ejemplo, el retrete y zonas adyacentes deben ser desinfectadas, a ser posible, cada día.

Y es que cuando tiramos de la cadena del váter, debemos pensar que del retrete emanan microgotas que se posan en el propio retrete y zonas circundantes, por eso debemos esmerarnos y desinfectar bien estos elementos.

El lavabo es otra zona que debemos limpiar con frecuencia, al igual que los dispensadores de jabón de manos, ya que son superficies que tocamos con las manos sucias.

La ducha también debe limpiarse, aunque podemos hacerlo semanalmente. Ojo con las esponjas de baño, que pueden ser otro foco de infección. Lo mejor es hervirlas en un cazo con agua durante 2 minutos, o en su defecto, dejarlas empapadas en desinfectante y luego aclararlas.

Las cortinas de la ducha también debemos lavarlas con frecuencia, ya que son un elemento que a veces obviamos. Como suelen estar mojadas con frecuencia, también componen un medio ideal para que afloren bacterias.

La cocina

Esta parte de la casa es otra a la que se debe prestar especial atención en cuanto a la limpieza, ya que también es muy delicada por los restos de comida que pueden generar bacterias.

Debemos limpiar la cocina a fondo al menos una vez por semana y en dicha limpieza deben estar incluidos los electrodomésticos que utilicemos con frecuencia, como la nevera, microondas o cafeteras.

Aunque no limpiemos a fondo estos electrodomésticos, sí debemos desinfectar las zonas que toquemos mucho con nuestras manos, o aquellas en las que pueda haber restos de comida.

Por ejemplo, podemos limpiar la nevera a fondo una vez al mes, y los agarradores de la nevera cada semana (o cualquier zona de este aparato que se manche con frecuencia).

El microondas puede limpiarse dejando calentar un bol con agua y vinagre durante unos 5 minutos. Así los restos de comida o bebida se desprenderán luego con más facilidad.

Para no dañar los electrodomésticos, como es el caso de la nevera, en vez de lejía podemos aplicar agua con jabón y desinfectante de cloruro de didecildimetilamonio, que ahora venden en la mayoría de supermercados como desinfectante. Finalmente aclararemos las superficies.

Cuanto más cuidemos la limpieza de la cocina, mucho mejor, por lo que es aconsejable fregar los platos, el suelo y dejar la encimera recogida cada vez que podamos, ya que cuantos menos residuos dejemos, menos patógenos podrán aflorar.

El suelo

Como no hay una casa limpia sin un suelo impecable, también habrá que cuidar que el suelo no acumule polvo o suciedad.

Y si tenemos alfombras o moquetas, habrá que prestar una especial atención, ya que son otro punto de acumulación para gérmenes y ácaros.

La forma más higiénica de limpiar el suelo es recurrir a las aspiradoras, ya que no levantan polvo ni lo depositan en los muebles.

Para fregar, dependerá de lo sucia que esté la casa, pero al menos tendremos que añadir algún friegasuelos al agua para arrancar mejor la suciedad adherida.

La frecuencia de limpieza del suelo dependerá de lo mucho que se transite, si somos muchas personas en casa o si tenemos mascotas. Si es diaria, mucho mejor, aunque podemos hacerla una o dos veces por semana si no nos da mucho tiempo.

Tampoco es lo mismo una zona como la cocina, que se ensucia mucho, que un dormitorio, que es posible que no frecuentemos mucho.

aspiradora

Telas y bayetas

Existen varias telas y trapos de nuestro hogar que debemos mantener limpios.

El ejemplo más llamativo es la bayeta de la cocina, que suele ser de los elementos con más bacterias de la casa. Es bueno dejarlas en remojo con desinfectante, o en su defecto, airearlas una vez las hayamos enjuagado.

Lo mismo ocurre con los trapos de secar de la cocina, que suelen ensuciarse más de lo que pensamos. Habrá que irlos cambiando para que estén limpios, ya que podrían convertirse en otro foco de gérmenes.

Sobre las toallas del baño, más de lo mismo. Cuanto más podamos cambiarlas, mucho mejor, ya que la humedad que presentan es el clima perfecto para que afloren bacterias.

La frecuencia de cambio dependerá de nuestras circunstancias, pero ante todo, no debemos dejar que empiecen a oler a humedad, ya que será un mal síntoma.

Sobre las sábanas, podemos cambiarlas una vez a la semana. Y tenemos buenas noticias para los remolones; es bueno dejar la cama sin hacer porque así las telas se airean mejor y evitan la formación de bacterias. Así ya tenemos la excusa perfecta para no hacerla cuando nos levantemos.

Coronavirus

Ahora que debemos prestar más atención a la higiene por el coronavirus, habrá limpiar con más frecuencia todas las superficies de nuestro hogar que se toquen con asiduidad.

Por ejemplo, los picaportes o pomos de las puertas, las llaves de la luz o las mesas y sillas que toquemos mucho. Es bueno que las limpiemos frecuentemente con agua y jabón como mínimo.

También la entrada de la casa es una zona de peligro, ya que aunque dejemos los zapatos en el recibidor, para mayor seguridad es bueno que desinfectemos el suelo y superficies de esa zona de la casa con mayor frecuencia.

El coche

Relacionado con el punto anterior, está la limpieza de nuestro coche, que es un espacio exterior respecto a nuestra casa, pero que sigue siendo un elemento personal que utilizamos con frecuencia.

Al ser una zona susceptible de contaminarse con posibles patógenos, en especial el volante, cinturón, zonas de mando y palancas de cambio, debemos cuidar su higiene con más esmero.

Es recomendable tener siempre toallitas y alcohol (incluso gel hidroalcohólico) para limpiar esas zonas más delicadas cada vez que nos montemos en él.

Incluso es bueno que tengamos guantes de un solo uso para realizar tareas como poner gasolina o hacer la compra, y así poder quitárnoslos antes de volver a entrar al coche, ya que minimizaremos su contaminación.

Para la limpieza a fondo del coche, basta con utilizar agua y jabón, que suele ser el producto que mejor limpia las superficies sin dañarlas en exceso.

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