La señora O. I. Afanasyeva (incorrectamente nombrada como S. Afansyeva en varios sitios de Internet) llora la muerte de su hijo de 18 años, que fue abatido por los alemanes cuando intentaba evacuar la ciudad de Kerch en febrero de 1942. Su marido la sostiene cuando ésta descubre a su hijo entre los guerrilleros ejecutados por el ejército nazi. La fotografía, de las primeras del Frente Oriental, hizo ver a los norteamericanos lo que LIFE calificó como la «angustia de las familias de Rusia, donde la guerra se libra en todos los hogares».
Kerch (Ucrania), como otras partes de la Unión Soviética, sufrió la tragedia de manos de la Schutzstaffel (SS). Esta foto tomada por Dmitri Baltermants, retrata la búsqueda de supervivientes por parte de amigos y familiares.
Fue tan sólo cuando el Ejército Rojo recuperó el territorio anteriormente controlado por las tropas alemanas, que el gobierno ruso se hizo eco de los crímenes de guerra que se habían cometido. Los soldados soviéticos apresados fueron abandonados y murieron de inanición. De los 5.170.000 soldados capturados por los alemanes, sólo 1.053.000 sobrevivieron.
Un gran número de mujeres y niños también fueron exterminados. Los judíos siempre eran los primeros en ser ejecutados, pero otras clases de grupos, especialmente los rusos, también fueron perseguidos intensamente. Se dio orden a los soldados alemanes que «el sistema judío-bolchevique debía ser destruido». Adolf Hitler siempre fue consciente que controlar a la población de la Unión Soviética, sería una ardua tarea. La forma de solucionar el problema fueron los exterminios en masa.
Las autoridades soviéticas estimaron que murieron unos veinte millones de personas durante la Segunda Guerra Mundial. Aun así, se ha discutido si la política de exterminio de Hitler hubiese garantizado la derrota. Las historias de las atrocidades cometidas por los alemanes, llegaron pronto a los soldados del Ejército Rojo que luchaban en la batalla. Enfrentados a la opción de ser ejecutados o morir luchando, la gran mayoría escogió la segunda alternativa. A diferencia de otros soldados, el ejército soviético raramente se rendía cuando hacían frente a la derrota durante la contienda.
Lo mismo se pudo aplicar a los civiles. Cuando el territorio fue tomado por las tropas alemanas, mujeres, niños y personas mayores se refugiaron para formar unidades de guerrilla. Estos grupos, que se concentraron en dispersar la líneas alemanas de suministro, supusieron un problema constante para las fuerzas alemanas.
Los fotógrafos profesionales soviéticos, que eran judíos, no denunciaron los asesinatos en masa de su etnia hasta finales de 1941. Las primeras fotografías de los campos de matanza nazis, se tomaron tras las liberación soviética de la ciudad de Kerch. Los alemanes ocuparon Kerch durante seis semanas hasta que fueron desterrados por el Ejército Rojo.
Mientras estuvo dominando Kerch, la Gestapo registró 7.500 judíos. Durante la primera semana de diciembre, los nazis trasladaron las víctimas a una acequia anti-tanques en las afueras de la ciudad y allí las mataron.
El 31 de diciembre, Kerch fue una de las primeras ciudades rusas (con una gran parte de población judía) en ser liberada de la ocupación nazi, «lo que significa que esta población fue uno de los primeros lugares en que los soldados, periodistas y fotógrafos soviéticos, contemplaron el Holocausto con sus propios ojos».