En este mundo globalizado es normal que muchos ámbitos de nuestra vida vayan cambiando y se reinventen bajo nuevas visiones. Un ejemplo muy claro lo tendríamos en la forma de trabajar y entender nuestras ocupaciones diarias. Hoy en día hemos abrazado el trabajo a distancia o teletrabajo, gracias al cual podemos cumplir nuestra jornada laboral desde casa, y muchos otros términos anglosajones como coworking, smart working o business center entre otros.
Estas formas de entender el trabajo nacen de la necesidad de transformar concepciones que existen desde hace años, pero que ahora han cambiado para hacernos la vida más fácil y los negocios más productivos. Por eso a día de hoy es posible comprobar que existe el salario emocional o la flexibilidad de horarios, que son conceptos que buscan la comodidad del trabajador para aumentar su productividad de manera natural.
¿Qué es el teletrabajo?
El término teletrabajo no es una idea que tenga solamente un significado, sino que puede admitir maneras muy diferentes dependiendo de la forma en que se aplique, los objetivos que tenga o su periodicidad. De la misma manera, hay diferentes estilos de gestionar la postura de aquellos trabajadores que, por las causas que sean, no ejercen sus ocupaciones en las oficinas centrales de manera temporal o permanente.
Por regla general, la palabra teletrabajo se asigna al trabajo que se efectúa a distancia desde casa. Es verdad que esta es una variedad de teletrabajo muy habitual, como por ejemplo sucede con profesionales que trabajen por cuenta propia, ya que, de manera completa, reiterada o esporádica, realizan sus actividades desde casa.
Las razones para trabajar a distancia pueden ser numerosas. El teletrabajo puede comprenderse como una evolución laboral para el asalariado, que logra una valiosa flexibilidad horaria o le sirve para no perder tiempo en desplazarse a un puesto de trabajo. También es posible que sea útil de manera temporal cuando, por ejemplo, es indispensable que el trabajador se deba concentrar en una única labor sin interrupciones.
En estas situaciones, la persona necesitará disponer en su casa de todos los medios para trabajar perfectamente sin que nada interfiera en su productividad, y sea realmente indiferente si acude a una oficina o se queda en su domicilio. Normalmente se emplea la tecnología informática necesaria para ello, y sobre todo Internet, que es el que permite la conectividad necesaria para trabajar a distancia.
Variedades de teletrabajo
No obstante, el teletrabajo no implica que se trabaje siempre desde casa. De hecho, se diferencian hasta seis maneras diferentes de teletrabajo, de entre las que podemos señalar el teletrabajo itinerante o el teletrabajo en oficinas a distancia, por ejemplo.
Teletrabajo itinerante: Este término describe a las personas que trabajan sin disponer de una oficina real, o sea, que su trabajo no depende de una ubicación física. Esto puede suceder, por ejemplo, porque sus labores le fuercen a desplazarse continuamente, o porque sus funciones no requieran de un sitio exacto.
Teletrabajo en oficinas a distancia: Esta clasificación engloba las labores de trabajadores individuales o en equipo que se ejecuten en oficinas diferentes del núcleo de trabajo acostumbrado. Si hablamos en un sentido más general, y tal como lo describe el Acuerdo Marco Europeo sobre Teletrabajo, el teletrabajo se podría describir como «una manera de organización y/o de ejecución del trabajo, empleando las tecnologías de la información (Internet, por ejemplo) en el ámbito de un contrato o de un nexo laboral. Esta disposición en la que un trabajo puede efectuarse en un local empresarial, se realiza fuera de este sitio de manera habitual».
Coworking y business center
A pesar de que es posible diferenciar varias clases de teletrabajo, existe un componente esencial presente en todas ellas, y es que se cimentan en la implementación de la tecnología de comunicaciones para conseguir que las labores sean posibles a distancia.
También se ha comprobado una evolución en este aspecto, ya que cada vez se necesitan mayores y mejores recursos para poder llevar a cabo esta forma de producción. Los trabajadores situados fuera del núcleo de oficinas físicas, requieren desde consultar las actividades y datos de la empresa, a también poder realizar videoconferencias; incluso poseer las vías necesarias para asegurarse que podrán establecer comunicaciones en cualquier instante con la empresa por textos, audios o imágenes (vídeos).
Es por ello que una opción a tener en cuenta para desarrollar los trabajos sin ubicación física precisa, son los business center o centros de negocios. Estos emplazamientos cuentan con los medios tecnológicos necesarios que podemos hallar en una oficina común, pero contando con una amplia flexibilidad y sin tener los costes o compromisos contractuales de las oficinas a la antigua usanza.
De estas ventajas, nace la razón por la que numerosas empresas o trabajadores itinerantes se decantan por utilizar de manera temporal o estable un centro de negocios. Aparte de los business center, existen los espacios de coworking, que también incluyen más virtudes para mejorar la productividad. En ambas situaciones, estos sitios físicos de trabajo incluyen todos los requisitos adecuados para las actividades usuales, como acceso a Internet y tecnologías de comunicación o multimedia, así como servicios muy útiles: recepción con secretaría, gestión de llamadas, paquetería, etc.
Sobre el término coworking o cotrabajo, podemos decir que es una nueva forma de trabajar, en la que emprendedores, profesionales independientes, freelancers o pequeñas y medianas empresas, coexisten en el mismo espacio u oficina, aunque trabajen realmente de manera independiente.
De esta coexistencia nace una cooperación que concede numerosas ventajas, como el ahorro en gastos de alquiler del local o facturas, que se pagan entre todos, hasta compartir medios tecnológicos y equipamiento (impresoras, fax, etc.) que por separado quizás no podrían costearse.
Otra de las ventajas importantes de trabajar en un coworking, es la cooperación entre las diferentes personas en cuanto a ideas y proyectos. Con ello se busca que todos compartan y se nutran de conocimientos, contactos y oportunidades para aumentar la productividad y posibilidades de este ecosistema. Podemos decir que todos colaboran por el bien común y se benefician de ello de una manera más evidente que si trabajaran por separado.
El cotrabajo también favorece las relaciones estables entre los profesionales de distintos ámbitos que puedan generar nuevas relaciones cliente-proveedor. De igual forma sucede con los intercambios y cooperaciones de carácter horizontal entre las personas que trabajen en una oficina integrada.
También debemos ver la vertiente psicológica, en la que muchas personas aumentarán su productividad al estar integradas en un ambiente laboral colectivo, ya que evitarán la soledad de un espacio de trabajo individual.
Los espacios de coworking incluyen instalaciones variadas como salas para realizar reuniones, conferencias, presentaciones, sesiones de formación, eventos, videoconferencias, convenciones, seminarios, o incluso entrevistas de personal. También cuentan con otras relacionadas con el bienestar del trabajador, como cocina, comedor, catering, salas de relajación, gimnasio, terrazas, etc.
Flexibilidad horaria
Otro de los conceptos que está cambiando en los nuevos modelos de trabajo, es el presencialismo en el puesto de trabajo cumpliendo un horario fijo. De la necesidad de romper esta limitación, nace la flexibilidad en la jornada laboral, que nos permite equilibrar el tiempo entre nuestra vida laboral y personal.
Sin duda, existen estudios que corroboran una mayor felicidad en el trabajador que pueda gestionar sus horarios laborales, ya que ello aumenta su productividad para la empresa en la que participe. Y es que es importante establecer un equilibrio correcto entre nuestro trabajo, y los quehaceres diarios de nuestra casa o responsabilidades familiares.
Uno de los puntos que favorece esta clase de flexibilidad horaria, es el trabajo remoto, ya que gracias a Internet y la tecnología actual, es posible trabajar en cualquier momento y en cualquier lugar, como ocurre por ejemplo, con los elementos colectivos subidos a la «nube».
También está comprobado que una empresa que ofrezca flexibilidad en sus horas de trabajo, generará una mayor productividad, ya que concederá la libertad necesaria al trabajador para que pueda ejercer en sus horas más fructíferas. En este aumento de la producción, interviene que el trabajador se vea más valorado y aceptado al concedérsele esa flexibilidad horaria, amén de servirle para mejorar el bienestar físico y reducir sus niveles de estrés.
Otro aspecto muy importante es que también atraerá trabajadores con más talento y creatividad. En el marco empresarial actual, donde la competitividad es tan severa, poder retener una plantilla de trabajadores eficientes y con talento, puede significar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Salario emocional
Para terminar nuestro repaso por algunos de los conceptos laborales que han aparecido o cambiado en estos últimos años, vamos a analizar lo que es salario emocional. Este término tiene mucho que ver con todo lo expuesto anteriormente, ya que hay varios elementos que intervienen en el mismo.
El salario emocional describe la forma de remuneración no monetaria que una empresa puede ofrecer a un empleado, que se sumaría a los lógicos beneficios económicos. Esta clase de retribución tiene la finalidad de cubrir las exigencias personales, familiares y profesionales del trabajador, concluyendo en un incremento de su calidad de vida. También entrarían en juego su propia satisfacción personal e incluso su desarrollo intelectual.
La meta del salario emocional es la de fomentar el ambiente agradable y motivar al empleado, a la vez que busca mejorar la buena imagen que el trabajador tenga de su puesto en la empresa. Con ello se pretende que aparte del sueldo, el empleado logre diferentes provechos no monetarios que estime útiles para su evolución personal y profesional, estando incluso por encima de un aumento en la paga.
De esta manera, el empleado percibirá que sus necesidades están satisfechas y verá un futuro estable dentro de la compañía. Aparte, este procedimiento de «premiar» a los asalariados, permite a la compañía que no existan bajas en la plantilla, de manera que puedan retener a los empleados con talento.
El punto que quizás tenga más peso dentro de las retribuciones emocionales, es el que permita cualquier solución del ámbito familiar respecto al laboral. Esto es debido a que cuando aumentamos la tranquilidad y nivel de satisfacción del trabajador, al final se traducirá en un empleado más motivado que aumentará su producción y creatividad dentro de la compañía. También cabe destacar que se pueden motivar otros aspectos, como el sentimiento de pertenencia a un colectivo o la fidelización del empleado.
Para que el salario emocional sea práctico, tiene que percibirse como algo provechoso a ojos del empleado, por encima incluso de un aumento de sueldo. También hay que pensar que el salario emocional no debe considerarse un sustituto de la paga, sino un complemento de la misma.
Entre las ventajas que podemos apreciar de los trabajadores que obtienen una retribución emocional, está la de comprobar que tienen un menor absentismo laboral. Al obtener esta clase de salario extra, el empleado se verá menos frustrado y más valorado en la compañía, aparte de evitar cualquier contrariedad que desemboque en una baja o demora.
Algunos ejemplos de salario emocional son: oportunidades de ascenso laboral, días libres, cursos de formación (relacionados o no con nuestro campo laboral), guarderías, flexibilidad de horarios para compaginar la vida familiar y personal, participación en decisiones de la compañía, beneficios sociales, teletrabajo, reconocimientos al trabajo bien realizado, etc.
No existen dudas de que el empleo de estos mecanismos de retribución emocional, brindan numerosas ventajas al trabajador y a la propia compañía. Aparte, se han convertido en unos instrumentos muy útiles para que las empresas puedan lograr un mayor compromiso por parte de sus trabajadores.