En este programa japonés, llamado «Panic Face King» (El rey de la carra aterrada), podemos apreciar al principio, que nos reiremos en los primeros momentos de la broma, cuando la víctima sale gateando por su vida de una manera algo cómica, pero a partir de ahí, la broma se torna pesada.
No hace falta más que meterse en la piel de este hombre para darse cuenta de que hay bromas muy pesadas que no tienen gracia, creo ni siquiera para el que las hace. Yo al menos no le veo sentido porque la persona lo pasa mal, e incluso la broma puede acabar con un infarto y para qué queremos más…
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En esta entrega, hacen creer a un hombre que la sala es blanco de un francotirador que arremete con las otras personas que hacen de gancho en la broma, a las que supuestamente las balas han alcanzado. Normalmente las bromas de cámara oculta hacen pasar un mal rato a la gente, pero estas que se gastan aquí, rozan el mal gusto.