El pelaje de un oso polar aparece blanco porque tiene muchas diminutas burbujas de aire para su aislamiento.
Esas burbujas de aire, como las partículas de polvo en suspensión, dispersan la luz que llega y hacen que el pelaje aparezca blanco. Las fibras del pelaje en sí carecen de color.
No sólo son transparentes, sino que son huecos y esto le confiere funcionalidad de “tecnología punta”, pues el aire que se queda dentro y entre los pelos constituye un excelente aislante debido a su bajo calor específico; el aire atrapado entre el pelaje se calienta rápido por el calor desprendido por el cuerpo del oso y éste queda rodeado de un “colchón” de aire que retiene ese calor y aisla el cuerpo del gélido exterior.
Al mismo tiempo, cuando luce el sol, los pelos se comportan como fibras ópticas llevando los rayos luminosos hasta la piel sin pigmentos del animal, que absorbe su energía para calentarse y sintetizar vitamina D.
Del mismo modo, los ojos de un niño recién nacido son azules porque pequeñas partículas de materia en el iris dispersan preferencialmente luz azul, como las moléculas en el aire. El color de los ojos de un niño pueden cambiar tras varios meses de su nacimiento cuando su cuerpo empieza a manufacturar el pigmento que finalmente coloreará sus ojos.
Gracias a Miski por su aportación.
Los pelos huecos son los de la capa externa; unos pelos largos y bastante duros que sobresalen. El aire dentro de estos pelos en forma de tubo se calienta gracias al sol y ese calor alcanza la raíz del pelo, es decir, la piel. Por debajo tiene una espesa capa de pelo suave y lanoso gracias a la cual el aire queda retenido entre los pelos, no dentro de ellos, aislándolo del frío. La piel del oso polar sí que está pigmentada: es totalmente negra.
Interesante, y cuando somos niños creemos que el color del pelaje del oso polar es blanco
quien pendejadas, fue el que copio todo esto del primer enlace, ajoder a sus madres
Que les parta el culo un dia de estos un hp oso polar sin COLOR!!!!!!!!!!!!!!!!!!