El mejillón cebra vivía en los Mares Caspio y Negro, hasta que en el siglo XIX, descubrió el gusto por viajar como polizón en el casco de los barcos.
Así ha llegado a las aguas de toda Europa, y de Estados Unidos, donde en uno de los Grandes Lagos, alcanzó una densidad de 45.000 ejemplares por metro cuadrado en unos meses.
Se adhiere a los depósitos y a las tuberías, y altera radicalmente los ecosistemas.
En el Ebro hay mogollón de este maldito mejillón!!!