A este miedo se le conoce por muchos nombres: acluofobia, nictofobia, ligofobia o escotofobia, y vienen a significar temor a la oscuridad.
Para algunos investigadores, es un mecanismo primigenio que heredamos como vestigio de nuestros antepasados. los cuales tuvieron que vivir las noches sin luz alguna, en alerta constante. El miedo es un mecanismo que puede protegernos del peligro, pero si no se controla a tiempo, puede convertirse en una fobia.
En los niños es algo normal. Según dicen los psicólogos, al llegar la noche se interrumpe un día placentero rodeado de afectos, y los pequeños identifican el retiro a la soledad del dormitorio como un castigo.
Este miedo se supera generalmente entre los 5 y 6 años. pero si el temor persiste en la edad adulta, suele ir acompañado de vivencias e imágenes negativas ligadas a la oscuridad experimentadas en la infancia.
No me da miedo la oscuridad… pero es curioso que cuando estoy acostada y oigo ruidos extraños en casa (soy una maniática de los ruidos, luego siempre son la nevera o el vecino)), lo primero que hago es encender la luz, no tanto para tener visibilidad sino para sentirme más segura… y también para avisar al supuesto “intruso” de que en la casa hay alguien alerta!
Yo tengo miedo a la oscuridad por miedo a que entre alguien y me un susto de muerte, durante el día estoy sola en casa y estoy de lo más tranquilo pero cuando llega la hora de acostarme la cabeza se me llena de ruidos…pero seguro que es cosa de mi cabeza, jeje