La compañía japonesa Rakuten lanzó al mercado un producto llamado “Pucchin Sukatto!”, que consta de un paquete con láminas de plástico de esas para «explotar las burbujitas de aire». En Japón se denomina «puchipuchi» al sonido y acto de explotar estas burbujas de plástico (estos japos sacan unas onomatopeyas…), y uno de estos productos pioneros se llamó «Pucchin Sukatto!» por «pucchin» (sonido de reventar burbujas de plástico) y sukatto (sentirse refrescado).
De igual modo que un niño, cada vez que un adulto recibe un producto envuelto con esos «plásticos con burbujas», su rostro se ilumina mientras vuelve a su niñez y empieza a explotar una a una las pequeñas burbujas.
La alta adicción que generan este tipo de embalajes llamó la atención de varias empresas japonesas, que decidieron sacar tajada a este producto y han sacado a la venta simplemente planchas de “plástico de burbujas”. Para hacer la experiencia más gratificante, el plástico está compuesto de un polietileno especial que provoca un sonido más fuerte al explotar.
Recomendado para aquellas personas ansiosas, con estrés o desamores, el “Pucchin Sukatto!” ofrece horas y horas de divertimento mientras el consumidor explota las pequeñas burbujitas de aire.
«Pueden ser de gran ayuda cuando nos sentimos irritados, con el corazón roto o simplemente aburridos» dijo Ayaka Sugiyama, de la empresa Kawakami Sangyo. «He aprendido que hay un factor psicológico involucrado en el acto de explotar burbujas. Es como sentarse si hay una silla o tirar de una puerta si hay un pomo. De la misma manera, no puedes parar de explotar burbujas si ves un Putiputi. Este nombre fue registrado en 1994 por la empresa Kawakami Sangyo, que se estableció en 1968 y actualmente ocupan el 43% de este sector en Japón.
Rakuten, una de las compañías encargada de su comercialización, comentó que este singular producto podía ser utilizado como “juguete”, “premio para fiestas”, y hasta “herramienta de ejercicio para los dedos de la gente mayor”. Viene en paquetes de 10 láminas de 10 x 10 cm al precio de poco más de un euro (198 yenes).
Otro producto, «Mugen Putiputi«, comercializado por la compañía Bandai, posee la capacidad de poder realizar el sonido innumerables veces (imagino que no explota, sino que realiza movimientos cóncavos-convexos).
Abajo tenemos otra lámina de burbujas con forma de corazón de Kawakami Sangyo, ideal para enamorados.
«Todo el mundo conoce el Putiputi, y han disfrutado explotando burbujas al menos una vez. Putiputi es un producto cercano al público, pero nadie pensó en él y sus posibilidades. Y además, si les ofrecen nuevas maneras de usarlo, lo encontrarán interesante. Esa es la llave para la popularidad de estos productos Putiputi, y la razón de que trabaje en estos productos», dijo Sugiyama.
Otros usos que se han dado a estos materiales son, por ejemplo, como sacos de dormir por su propiedad aislante ante el frío o como productos de emergencia ante terremotos por su efecto amortiguador.
Más información en Rakuten, Flecha, Asovision, Wikipedia Japan, Putiputi y The Japan Times.
Que gracioso suena puchipuchi. Muy buena la idea de todos los que lo han comercializado. Me encantan las de corazones de colores.