Si el que lleva el piercing en la boca también tiene un empaste de amalgama o una prótesis dental, puede que sienta unos cosquilleos eléctricos en la lengua, ya que actúan como si de una pila eléctrica se tratase.
La saliva, al ser levemente ácida y salada, ejerce el papel de conductor. El problema realmente se debe al diferente galvanismo de los metales en el medio ácido de la saliva, y se denomina bimetalismo.
De esta manera, se genera una microcorriente eléctrica por las diferentes propiedades de los metales empleados en el piercing y por el dentista. Ejemplo, la plata de la amalgama contra el titanio, el aluminio o el acero con el que se hacen los piercings.
Se crea así un flujo de electrones que produce una corriente eléctrica inapreciable, pues su intensidad es de unos pocos miliamperios, pero bastante para estimular los receptores nerviosos de la lengua. Generalmente la corriente afecta al nervio trigémino, que pasa por la boca y el oído. Esto provoca en el portador del piercing un ligero cosquilleo.
Los de la lengua son los que menos me gustan.
Me empezaron a hacer gracia los que aparecian en las orejas.Algunos eran originales y se uso de moda entre la gente joven ponerlos en una sola oreja y a vecs varios juntos…Luego fueron apreciendo en diversos lugares, cejas, labios, ombligo,etc. Los de los labios y los de boca no me gustan nada, además de parecerme un terrible peligro y foco de infección.
Yo llevo una en cada oreja desde pequeña, los clásicos pendientes. No me habia dado cuenta que también estoy en el grupo de los que usan piercings, ja,ja…¿O los piercings para ser tales deben ser fijos? Los pendientes por lo menos se quitan en cualquier momento.
Un saludo.
Pues anda que estarán contentos los que lo lleven en la lengua y tengan empastes de amalgama. No había escuchado esto antes.
Los piercings en la boca no me gustan nada.