Una investigación publicada en el sitio web The New England Journal of Medicine, concluyó que el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 puede sobrevivir fuera del cuerpo humano.
Otra cosa es el tiempo que dure hasta inactivarse fuera de nuestro organismo, algo que determinará la superficie donde se deposite. Según sea plástico, cartón, papel, acero o cobre, tendrá diferentes tiempos de vida, aunque el tope es de 72 horas.
Por lo tanto, se supone que durante esos tres días, el coronavirus podrá contagiarnos si tocamos esas superficies y luego nos llevamos la mano a la boca, nariz u ojos.
El coronavirus también puede sobrevivir suspendido en el aire. En este caso, puede durar unas tres horas como máximo, como se publicó en diferentes informes de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA), la Universidad de Princeton o los Institutos Nacionales de Salud Pública de los Estados Unidos (NIH).
¿Esto quiere decir que nos podemos contagiar al respirar partículas de coronavirus que floten por el aire en la calle?
Aunque estemos en mitad de una pandemia que nos asuste, hay que tener en cuenta que el coronavirus no se encuentra en todas partes. Debemos desechar la idea que el virus nos aceche incluso en el aire de la calle.
De momento no se ha observado que la carga viral que pueda haber en el aire de la calle, sea suficiente para comenzar el contagio en una persona (concentración infectante mínima).
¿Podemos contagiarnos simplemente por respirar cuando salimos a la calle?
Está claro que no, ya que de lo contrario, incluso confinados en casa, el aire de la calle llegaría a nosotros. Así que el aire de la calle no está contaminado de virus de la forma que nos pensamos.
También hay que tener en cuenta que no toda la población está contagiada, y la que ha sido infectada de coronavirus, no expulsa estos virus con cada exhalación.
De esta manera, debemos olvidar la visión de que todas las personas que anden por la calle, incluso si son contagiados, estarán liberando partículas de coronavirus al ambiente.
La suerte que tenemos es que cuando alguien infectado respira o exhala en la calle u otro espacio exterior, su aliento se disuelve enseguida en el aire. Debemos pensar que en los exteriores existe mucho volumen de aire y el viento lo mantiene en movimiento.
Como el contagio se produce por un contacto estrecho con las secreciones respiratorias que se producen con la tos o el estornudo de una persona infectada, existen pocas probabilidades de que exista un contagio por aire si nos separamos más de uno o dos metros de las personas.
Fuentes: