Este término procede del francés “frotter”, que significa rozar o frotar. El froteurismo (o frotismo) es una parafilia en la que se logra una excitación sexual gracias al frotamiento del órgano genital (u otra parte corporal) contra el cuerpo de una persona desconocida sin su consentimiento.
Las parafilias consisten en comportamientos donde no se logra el placer sexual a través del coito, sino con otra actividad. Dependiendo de la sociedad, pueden existir parafilias que no son consideradas como tal, como el sexo oral o la masturbación.
El froteurista (o frotista), que es la persona que practica dicho patrón, también manosea disimuladamente a sus víctimas para lograr la excitación, a las que generalmente aborda en lugares públicos donde haya mucha gente, como transportes urbanos (metro y autobuses), calles concurridas, conciertos o discotecas.
Este comportamiento no es el comienzo de un encuentro sexual con la otra persona, que muchas veces puede no darse ni cuenta. En la mayoría de casos, el frotista practica posteriormente la masturbación recordando el momento sucedido del frotamiento contra la víctima.
Esta parafilia suele producirse en hombres tímidos que tienen problemas para encontrar pareja o lograr encuentros sexuales. Puede ser un comportamiento temporal, que suele manifestarse normalmente entre los quince y veinte años de edad. Otras veces se debe a alguna clase de problema psicológico.
Creía que se daba a más edad como comportamiento.
Siempre nos encontramos con froteuristas en los autobuses, y en las aglomeraciones de la feria, como cuenta Polo en su post.