Como ya dijimos el otro día en el post sobre Cómo hacer mascarillas caseras contra el coronavirus, las mascarillas caseras no sirven para protegernos totalmente de una infección por coronavirus SARS-CoV-2.
Las mascarillas profesionales llevan filtros que cumplen a la perfección su cometido: el filtrar con un alto porcentaje de éxito (98%) el aire. Pero debido a la escasez reinante ante esta pandemia que nos ha pillado por sorpresa, muchas veces no podremos tener a mano una mascarilla para salir del apuro.
Por eso se ha popularizado últimamente la confección de mascarillas caseras, porque antes que no tener nada, mejor disponer de alguna clase de barrera. Al menos lo que dicen los médicos, es que sirve para que las personas enfermas no dispersen el coronavirus en el ambiente y superficies.
Y esto es sumamente importante, porque si todos todos la llevaran, aunque fuesen mal hechas, algo se frenaría la pandemia.
Pero uno de los problemas que nos puede asaltar al hacer nuestra propia mascarilla, es qué tela debemos escoger para ello, en caso de que nos hayamos decantado por hacerla en tela, claro está.
Tras analizar varias telas, vemos que existen algunas que cumplen mejor la función de aislar. Lo primero es entender que existen tres tipos de telas.
Telas planas: son las que forman el tejido en base al cruce de hilos en horizontal y vertical, formando una cruz. Al hilo en horizontal se le llama trama y al vertical, urdimbre. Algunas telas de tejido plano son: chiffon, popelín, lienzo, óxford, lino, chalis, chambray, lona, satén, gabardina, panamá, denim, batista, percal, drill (dril), etc.
Tela de punto: el tejido se forma con un sólo hilo que se va entrelazando como una malla, lo que le dota de cierta elasticidad. Algunas telas de tejido de punto son: algodón, licra, viscosa, blonda, nailon, etc.
Tela no tejida (TNT) o telas sin tejer (TST): la tela se forma por una red de fibras que se unen entre sí mediante procesos térmicos o químicos. Algunos ejemplos de no tejidos son el notex, cambrell, friselina, polipropileno, Ekotex (hecho de fibra de botellas plásticas recicladas RPET), etc.
En nuestro caso y tras realizar varias pruebas, vemos que las mejores telas para realizar una mascarilla que proteja más, son las no tejidas o sin tejer, así como la friselina (también llamada flixelina o fliselina), el spunbond de poliuretano, falso neopreno, el pellón o el pellón adhesivo.
Así que si podemos emplear esta clase de tejidos para hacer el cubrebocas o tapabocas, mucho mejor. Es una pena porque si queremos utilizar nuestras viejas camisetas o ropa vieja como camisas, lino, algodón, etc., comprobaremos que no son el tejido más ideal.
Una de las mejores pruebas que podemos hacer si no sabemos si un tejido es adecuado, es echarle agua por encima para ver si lo absorbe. Si no absorbe el agua y es impermeable, mucho mejor.
El problema es que muchas veces no podremos ir a comprar tela para hacer nuestras propias mascarillas, ya que estaremos confinados por la cuarentena del coronavirus, o simplemente se habrán acabado las telas adecuadas en las tiendas.
Para esos casos de urgencia, podemos echar mano de ciertas telas viejas que tengamos, como las de las bolsas ecológicas de la compra, que suelen ser de pellón o friselina.
Sé que estas mascarillas caseras no son lo mismo para protegerse de la COVID-19, pero si todos las lleváramos, al menos se seguirían parando los contagios debido a nuestra mala educación. Creemos que llevar máscaras es mal síntoma o da imagen de enfermo, y eso es lo que hay que erradicar.
Como hemos dicho, la mejor prueba es comprobar si la tela permite pasar el agua. Si la tela es hidrofóbica, mucho mejor. Una de las mejores mascarillas puede hacerse si ponemos dos capas o incluso tres capas de alguno de estos tejidos no tejidos, como la friselina o el pellón.
Fuente: https://www.huffpost.com/entry/how-to-make-face-mask-coronavirus_l_5e78cb2fc5b6f5b7c5483e17