31 de marzo de 2019
Querido Will, en el momento que escribo esto, tu vida pende de un hilo. Lo más seguro es que haya que dormirte mañana porque tu salud ya no resiste más y no conseguimos saber qué hacer para curarte.
Cuando Grace se fue hará año y medio, empecé a pensar que la cuenta atrás se había puesto en marcha, y bastante fuerte has sido para afrontar los problemas de salud que te han ido viniendo, en ese sentido has demostrado una gran dureza.
Ha llegado el momento de despedirnos de ti, una de las situaciones más dolorosas que tendremos afrontar, pues habrá que dormirte. Por tu bien, porque parece que no existe ya mucho que podamos hacer.
No existen diagnósticos claros, y tu cuerpo se empieza ya a resentir, al igual que ha aflorado un dolor y una de debilidad que te impedirán llevar una vida saludable.
Has superado varias crisis, pero esta parece que ha sido muy fuerte. Ya no puedes alimentarte bien ni andar, y han comenzado los dolores.
Creemos que tu nivel de vida no será bueno, y ya es cuando uno tiene que ser fuerte y tomar decisiones por ti, dejarte marchar en paz.
A no ser que ocurra un milagro, mañana estaremos a punto de dormirte. Nos quedan las últimas horas para estar juntos, aunque no sean las más felices ni saludables.
Aunque no hemos estado juntos desde el principio como sí ha podido disfrutar tu padre, te he acompañado en tu última etapa y al hemos he podido conocerte.
Te gusta jugar mucho con los juguetes, eres curioso y juguetón, y aunque estas en tu mundo particular, te haces de querer mucho.
Te encanta comer, carne, fruta… Es una pena que ahora apenas puedas hacerlo ni disfrutarlo. Recuerdo la avidez con la que comías tu manzana a la hora de la comida. Parece ahora todo tan lejano…
Me gusta verte menear el rabito, porque significa que estás contento, o recuerdo cuando te dabas carreras picando a Grace para que te persiguiera y así jugar. También cuando refregabas el morro con las paredes cuando estabas a gusto o acababas de comer.
De nuevo, me doy cuenta que no queda rastro de aquella vitalidad que desbordabas, y pienso en lo triste que es la vida. Tenía razón Buda al decir que la vida es sufrimiento, nacemos y ya es una carrera contrarreloj hacia la muerte.
Viniste de Polonia y por ello siempre fuiste muy caluroso; te cansabas más que Grace al nadar, y tenía razón el veterinario al decirnos que tenías el corazón muy grande, tan grande que no te cabe en el pecho.
Tengo que decirte que eres muy guapo, con esos ojazos tan bonitos y tus orejas puntiagudas, siendo diferente a las de otros Fox Terrier. O tú naricita húmeda y negra, y esos preciosos colores en tu pelaje… Si es que lo tienes todo.
Intento recordar las vivencias que he tenido contigo, y las quiero plasmar aquí a modo de homenaje, pero a la vez quiero guardarlas para mí, ya que nadie puede comprender los momentos especiales que viven dos seres o los nexos de unión particulares. También quizás sea una forma de aferrarme a lo poco que me una y me quede de ti.
Supongo que el maldito tiempo me irá borrando también los recuerdos que tuve contigo, y es que el tiempo se lo lleva todo. Mi memoria irá olvidando poco a poco cosas, y aunque las fotos me ayuden a revivirla, nunca será lo mismo.
Ahora que ya no queda tiempo, es cuando me doy cuenta de que siempre nos quedarían cosas por hacer y tiempo por compartir. Ya no te tendré, querido Will.
Me sigue quedando la misma sensación que con Grace, de no saber si hicimos algo mal o se podría haber mejorado ciertos aspectos para que tu salud siguiera bien.
Echaré de menos no poder estar contigo en la terraza, ya que últimamente eran los únicos momentos en los que te veía mejor.
Y es que nada es eterno, así que algún día espero reunirme contigo, y con Grace y los seres queridos. Dicen que somos parte de una gran energía del planeta, y cuando morimos, nos volvemos a reunir en esa energía. Eso quiere decir que en esencia, tu espíritu es parte del mío y viceversa, y al menos me agrada saber que algo me une a ti.
A partir de ahora tendré una nueva fecha fatídica en la que recordarte, abril tendrá otro significado para mí.
Y mientras escribo esto, siento que podría decir mil cosas más de ti, y a la vez, me quedo sin palabras y en blanco. Ahora mismo te veo durmiendo y me entristece que sean los últimos momentos junto a ti. Ojalá existan los milagros y mañana amanezcas recuperado. Ojalá pueda guardar esta entrada en borradores por muchos años más.
A diferencia de Grace, hemos tenido más tiempo para asimilar que un día te irías, y a la vez, parece que el tiempo nunca es suficiente ni se está preparado para una despedida así.
No me queda otra que pensar que tu ciclo de vida se ha cumplido, aunque odio pensar de esa manera lógica, ya que sería mejor ser felices y eternos.
Tan solo espero que hayas sido feliz y no tengas nada que achacarnos. Has sido un amigo muy bueno y fiel, de ti destacaría tu nobleza. No tenías ninguna malicia y aunque eso formaba un trozo de esa parte especial tuya, no la cambiaría por nada en el mundo.
Te quiero Will, nunca lo olvides.
1 de abril de 2019
Al final hemos tenido que dormir a Will. Llegas a la conclusión de que la vida es injusta, seres tan nobles como los animales no deberían irse nunca.
Y es que, algunas veces nieva en abril.