En la religión hinduista se permite la adoración de los animales aunque se crea en un solo Dios, y las vacas simbolizan el fundamento de la maternidad y la vida. También representan otros valores como la generosidad y la caridad por la forma en que reparten su leche.
El pacifismo y generosidad de las vacas, se puede también expresar en el término con que el líder espiritual Mahatma Ghandi denominaba la ahimsa (no-violencia). La ahiṃsā es un término sánscrito que se asienta en la observancia del dharma, el «orden social», “buena ley” o «religión»: no hacer daño a ningún ser vivo, porque “todo lo que se mueve sobre la tierra ha sido tocado por el Señor”.
En la India se emplean los excrementos de las vacas para abonar los campos de cultivo y como combustible para las cocinas.
Así mismo, existen ciertos problemas cuando las vacas dejan de ser productivas para el ordeño de leche, puesto que son abandonadas en la calle. Esto es así porque se cree que da mala suerte que la vaca muera en la casa o el sacrificio de la misma. En Nueva Delhi hay unas 30.000 vacas vagando a su suerte por las calles.
El carácter sagrado tiene sus peros, ya que hay zonas en la India que ciertamente no respetan las tradiciones. Existen propietarios de puestos de venta de leche ilegales, que ordeñan las vacas y luego las dejan libres para que ellas mismas se alimenten de lo que encuentren por las calles.
La carne de vaca es casi imposible de encontrar en cualquier tienda de la India, pero sí se puede conseguir en hoteles y restaurantes de lujo donde los clientes son turistas occidentales.
Otra precariedad se comete con la producción de cuero con este animal, un aspecto en el que podemos comprobar cómo en la India, las vacas no son totalmente sagradas. Tal y como denuncia PETA:
“Mientras que muchísimas personas hindúes respetan a las vacas como animales sagrados, una gran mayoría de ellas mira hacia el otro lado cuando matan a vacas, búfalos y toros por su carne y cuero. Muchos comercios minoristas de carácter internacional emplean normalmente pieles de vacas sacrificadas en la India.
La matanza de vacas es legal tan sólo en ciertas zonas de la India, lo que conlleva a que el ganado destinado a la matanza tenga que caminar un largo trayecto hacia la muerte de cientos de kilómetros hacia uno de los pocos estados donde la matanza sea legal. La investigación clandestina de PETA denunció que en este camino hacia la muerte, las vacas y los búfalos viajaban cientos de kilómetros sin comida ni agua y con un descanso deficiente.
Los animales sufren golpes inhumanos y tienen que soportar el agobiante calor de la India. Les quiebran el rabo a propósito y les aplican tabaco y pimentón picante en los ojos para obligar al ganado a seguir adelante, o cuando necesiten levantar a alguna vaca que se desplome en el camino. Con mucha frecuencia, sus pezuñas sangran y se desgastan hasta que sólo son muñones.
Cuando se las transporta en vehículos, sufren las penurias más inimaginables porque los camiones van espantosamente sobrecargados. Las vacas están amontonadas unas sobre otras y se pisotean entre ellas, sin poder evitar los sofocos o clavarse los cuernos y provocarse cegueras mutuas. Los camiones viajan por caminos de tierra y de arena tortuosos y accidentados, por pasos de montañas, y el camión va sacudiendo las vacas, lo que provoca más accidentes aun.
Cuando llegan a su destino y son descargadas, las vacas que aun se pueden sostener en pie, son obligadas a saltar desde lo alto del camión y normalmente se quiebran las patas y la pelvis. A las que se desploman en el suelo, las arrastran y descargan unas encima de otras. Cuando ya están en el matadero, les cortan el cuello, y a algunas les cortan las piernas o son despellejadas cuando todavía están vivas.
La mayor parte de la población de la India no es consciente del destino de estos animales. Con frecuencia, las vacas pertenecen a granjeros pobres o de otra gente que no se imagina siquiera que los animales son victimas de estos espantosos tratos o que las vacas serán sacrificadas. La industria del transporte de ganado de la India está repleta de prácticas ilegales y corrupción (como el soborno de oficiales de inspección de transportes y mataderos), y se mantiene de manera secreta y fuera de la vista del público en general.”
Pamela Anderson nos habla desde PETA sobre este tema en un reportaje videográfico.
Si el vídeo no funciona, puedes verlo aquí.
Y aquí otro reportaje donde vemos varias vacas en las calles de la India.
Si el vídeo no funciona, puedes verlo aquí.
ya lo decia Karl Marx “La religion es el opio del pueblo” pero yo creo que “el dinero es el opio del pueblo”, no creo que no sepan hacia donde y para que se destinan esas “vacas sagradas” lo que creo es que hacen la vista gorda y reciben su parte del pastel.