Robert Doisneau fue un fotógrafo francés nacido en Gentilly, cerca de París, el 14 de abril de 1912. Vivió en Montrouge desde 1937 hasta su muerte el 1 de Abril de 1994.
Su formación fue la de grabador litográfico y tipógrafo en París. Comenzó a trabajar en un estudio fotográfico que compró a la muerte de su dueño. En 1929 comienza a realizar sus primeras fotografías y en 1931 comienza a trabajar con el artista André Vigneau quien le introduce en el mundo de la fotografía como arte. Es la época en que descubre a Man Ray.
De los objetos inanimados pasa a las fotografías de gente en París y Gentilly. El 25 de septiembre de 1932, L´Excelsior publica su primera fotografía. La crisis de la década de los 30 le afectó, debiendo pasar una larga temporada sin encargos. Sigue haciendo fotografías y descubre el mundo industrial en la fábrica de Renault donde trabaja. La temática social con un fino sentido del humor lo acompañará siempre.
Participó como soldado en la II Guerra Mundial hasta que fue desmovilizado en 1940. Son tiempos penosos en los que realiza fotografías de científicos por encargo y no deja de retratar la ciudad ocupada. Terminada la guerra, es contratado por la agencia ADEP y trabaja junto con Henri Cartier-Bresson y Robert Capa, reflejando la alegría y la jovialidad de la ciudad de París tras la desgracia.
Desde 1945 colabora con Le Point y se integra de por vida en la agencia RAPHO, retratando, entre otros, a Pablo Picasso. Todo su trabajo, fuera de los encomendados, siguió centrándose en la vida pública de la ciudad de Paris por todos sus rincones y con todos sus personajes.
Con Robert Giraud se abre a la vida nocturna de la capital: jazz, cafés y el arte alternativo. Recorre Montparnasse y Saint Germain des Prês donde se encontrará con Jean Paul Sartre, Albert Camus y Jean Cocteau entre otros. Es su modo de escapar del mundo artificial de Vogue.
En 1950, la revista Life encarga a la agencia RAPHO un reportaje sobre los amantes de París. De ahí saldrá la serie “Besos” y su obra más significativa: “El beso del Hôtel de Ville”. El trabajo recorre toda Francia y Estados Unidos con gran éxito, y le abre las puertas en el extranjero. En 1951 expone en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
En 1953 abandona Vogue, sufriendo el eclipse de la fotografía y de los fotógrafos de la posguerra en la década de los 60.
No será hasta 1979 cuando Claude Nori rescate a Doisneau publicando una retrospectiva de su obra en “Tres segundos de eternidad”.
Rehabilitado para el mundo del arte, en la década de los 80 recorre Asia, con exposiciones multitudinarias en Pekín, Tokyo y Kioto, además de en Roma y en el Museo de Arte Moderno de Oxford.
“El beso del Hôtel de Ville”
La mujer que aparece en “El beso del Hotel de Ville”, la clásica fotografía del francés Robert Doisneau, vendió su copia original en una subasta.
La pieza de 1950 fue adquirida por un coleccionista suizo por cerca de 200.000 dólares, un precio diez veces mayor que el esperado.
La toma incluye a la actriz francesa Françoise Bornet, captada hace 55 años con su entonces novio Jacques Carteaud, frente a la Alcaldía (”Hotel de Ville”) de París.
Muchos románticos pensaron que se trataba de una toma espontánea, pero en realidad la escena fue preparada por el artista, tras haber conocido a la pareja en un bar parisino.
“Jamás me habría atrevido a fotografiar a una pareja así en la calle. Amantes besándose en público, raramente tienen una relación legítima”, dijo Doisneau en una entrevista en 1992.
La imagen permaneció archivada por más de tres décadas en la agencia donde Doisneau trabajó antes de convertirse en un símbolo romántico en todo el mundo. La fotografía no sólo proyectó una imagen del París romántico, sino también una controversia sobre la identidad de la pareja retratada.
Sólo después de 40 años de que se tomara la fotografía que Bornet apareció para comprobar que ella era la mujer en la famosa imagen, gracias a que presentó una copia firmada por el autor que él mismo le envió días después de haberla captado.
Tras la venta de la fotografía, Bornet dijo que utilizaría el dinero para poner en marcha junto con su esposo (que no es el de la imagen) una compañía de producciones cinematográficas.
La combinación perfecta para los románticos, un beso y París, fue captada por Doisneau en varias ocasiones.
Enhorabuena Andrés por el mega trabajo de recopilación que te has currado. Una entrada excelente para el mejor fotógrafo de mi querido y romántico Paris.
«Le Baiser de l’Hôtel de Ville» es una preciosa imagen, aunque también me gusta mucho la americana «The Kiss» de Alfred Eisenstaedt.
Muxus muxus para tí!!!
Si no me equivoco, tenías este tema pendiente desde hace tiempo no Andresín? Pues bueno, no tengo mucho más que decir de uno de los fotógrafos más emblemáticos de La France, que captaba los instantes y actitudes de la gente, en ocasiones, no exentas de cierto humor como bien dices, en uno de los mejores y más románticos marcos que puedan existir, París. En cuanto a la foto del beso, me enteré hará unos tres años de la historia porque salió en la prensa y tv.
Saludos!
Antes de leer lo que comentas sobre la del beso había pensado que era espontanea, es preciosa la foto. También me gustan mucho, bueno iba a decir las que salen niños pero que va, es que me gustan todas.
UN gran inspirador!…
exelentes obras.
y es reconocido mundialmente.
que mas?.
hey…uno de mis fotógrafos favoritos… yo soy fotógrafa tmb, y cuando sea famosa.. jejeje… espero y hagas un trabajo tan bueno de mi como elq ue presentas ahorita… recuerda mi nombre… y ya verás… ¡lo juro! n_n
Hoy se cumplen 100 años de su natalicio.