Ana María es madre de familia y empresaria desde que en 2002 montara una pequeña tienda de informática, llamada Traxtore. No cree que su tienda siga abierta en 2007.
La SGAE le hizo una auditoría y le reclama 66.000 euros por ventas realizadas durante los años 2002 y 2003. Su empresita es una de «las tecnológicas» que, como denuncia Ramoncín, no nos deben dar pena porque ganan demasiado dinero y ellos sólo quieren un poquito, porque el canon es una cosa solidaria y tal.
«Me piden el canon con carácter retroactivo» dice Ana. «Por cada DVD virgen que he vendido me exigen 1,20 euros más IVA; si yo gano 12 con cada tarrina de 100 que vendo, ¿cómo me pueden pedir 120 más IVA por ella?»
Ana no es la más perjudicada, después de todo. A una tienda en Huelva le exigen cerca de medio millón de euros. Es normal, nunca esperaron a la nueva ley para exigir canon por las grabadoras de DVD, las tarjetas de memoria y los reproductores MP3. «El acuerdo lo firman los proveedores con la SGAE y a quienes nos auditan es a los minoristas, que no nos podemos defender. A mí me vinieron con una demanda la semana de Reyes, luego no se presentaron al juicio y ahora me han puesto otro. Esperan agotarme y arruinarme a base de pagar abogados. En cambio, a las grandes cadenas y franquicias ni las tocan», protesta Ana.»Preferiría deber dinero a Hacienda, la verdad, se preocuparían mucho más de que no tuviera que cerrar la tienda para pagarles, me darían facilidades».
Ana, de todos modos, ha resultado un hueso más difícil de roer de lo esperado. Ha creado una asociación de minoristas de productos informáticos, una web con toda la documentación de su caso y hasta un cómic donde explica detalladamente hasta qué punto la SGAE nos saca hasta los higadillos. Ella no es Ramoncín.
Ana pedía una cosa. «Veo cierto rubor en los clientes cuando, mientras hacen sus compras, se les habla del canon. Yo lo estoy pasando muy mal y perderé mi negocio así que, por favor, poned una sonrisa de oreja a oreja cuando os descarguéis algo. Dadme esa satisfacción ya que yo y otros como yo os hemos pagado por ese derecho con intereses».
No sólo eso. Tened la mula a tope. Mirad mal a los amigos que se compren CDs y DVDs originales. Si tenéis que compraros un producto físico que devenga canon, y no encontráis tienda en España que lo venda sin él, compradlo en Estados Unidos; los gastos de envío pueden compensarse con la diferencia de precio. Todo sea por Ramoncín.
Estupendo cómic de Ana.
http://www.sgaecontratraxtore.com/comicsgae.html
A mi es que por lo que veo, esta sociedad general de autores comete muchos actos injustos y sin sentido. Desde la forma de recaudar, hasta la de repartirse el dinero que ganan.
Obligar a una persona a pagar más dinero del que gana con un producto, me parece un abuso. También me parece una ridiculez que Alejandro Sanz recoja más beneficios que cualquier otro miembro de la SGAE con menos éxito. La reparticiones son tan relativas…
Sigo sin entender la política de la SGAE, deberían buscar otros medios menos injustos para defender sus derechos. Así nadie los va a tomar en serio y solo van a ganar mala fama. Ellos se lo están buscando.
Por ejemplo, en el futuro en cualquier representación musical en los colegios, habrá que pagar un dinero por poner cualquier canción. ¿Eso que daño hace a los artistas? Yo creo que ninguno, en todo caso haría más publicidad incluso. Pues nada, la SGAE se empeña en recaudar dinero de cualquier emisión pública musical.