Así reza una noticia que he leído en 20 minutos, y es que, en esta puta vida lo único importante para los demás parece ser el sangrarte. Aunque se han disculpado, se les nota el plumero, ellos envían, y si cuela, ha colado. Vamos, ni cultura ni mierdas, lo prueban todo y algo tiene que caer ¿no? La vida está hecha para el engaño, no hay más vuelta, te enseñan a ser canalla.
Me parece ridículo que no puedas poner la radio en un local ¿no es acaso una forma de promocionar a esos cantantes? ¿Es que la gente dejará de comprar discos porque los oigan en un chiringuito? No, no es que nos hayamos vuelto locos, es que nos hemos vuelto unos caraduras señores, que esto ya no es una sociedad, sino una mafia.
«La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) reclama al propietario de una cafetería de Lleida que falleció hace nueve años 661,33 euros en concepto de canon por el uso de la radio y la televisión para ambientar el local.
La familia no tendrá que pagar absolutamente nada. Una portavoz de la entidad gestora de los derechos de autor ha atribuido la reclamación a un error de comunicación interna, ha lamentado los hechos y ha pedido disculpas a la familia del hostelero, que «no tendrá que pagar absolutamente nada».
La hija del fallecido, Eva López, denuncia este martes el caso en el diario Segre, donde explica que la SGAE sigue reclamando a su padre, Ángel López, el pago de algo más de 600 euros por las mensualidades impagadas entre 2001 y 2005, pese a que en el primero de estos años su progenitor traspasó el negocio por enfermedad y falleció poco después, en 2002.
La SGAE ha enviado dos cartas a nombre de Ángel López exigiendo el pago bajo la amenaza de un juicio. Según indica López y ha confirmado la propia SGAE, la familia remitió en el año 2005 el certificado de defunción de Ángel López a la entidad para que cesara el envío de facturas pendientes de años anteriores. Pese a ello, la SGAE ha enviado en el último mes a la familia, a través de una empresa externa de cobro de deudas, dos cartas a nombre de Ángel López exigiendo el pago de estos 661 euros bajo la amenaza de llevar el caso a juicio.
La SGAE atribuye a un problema de coordinación y de comunicación interna este grave error y han expresado su voluntad de ponerse en contacto con la familia del fallecido para pedirle personalmente perdón y explicarle lo sucedido. Según ha explicado una portavoz de la sociedad, hasta el año 2005 la familia no comunicó a la SGAE que Ángel López había muerto, por lo que entre los años 2001 y 2005 la licencia continuó operativa y por lo tanto la entidad siguió facturando la cuota mensual correspondiente al uso de radio y televisión en el local.
En 2005, una vez que la hija del fallecido comunicó la muerte de su padre, la SGAE procedió a anular la licencia y a partir de entonces no emitió ni una factura más a su nombre. El problema radica en que el departamento administrativo de la SGAE no informó al jurídico del fallecimiento del señor López y éste continuó adelante con el proceso iniciado para tratar de cobrar la deuda acumulada entre los años 2001 y 2005.
El departamento administrativo de la SGAE no informó al jurídico del fallecimiento. Este año, después de diez de supuesta morosidad, la SGAE había puesto en manos de la empresa de gestión de cobros Intrum Justitia este expediente para que intentara cobrar la deuda pendiente. En nombre de su cliente, la SGAE, esta compañía se ha puesto en contacto con la familia de Ángel López para intentar saldar la deuda bajo la amenaza de iniciar un proceso judicial si el pago no se hacía efectivo en los próximos días.
«Lo que haremos ahora y tendríamos que haber hecho en 2005 es comunicar el fallecimiento de Ángel López al departamento jurídico», ha subrayado la portavoz de la SGAE, que ha remarcado que todo se debe a un «error interno» que ha lamentado «muchísimo» y que, obviamente, la familia del difunto no tendrá que pagar nada de lo que se le reclama.»