Télefo era hijo de Hércules y rey de Misia, que se casó con una de las hijas de Príamo y se alió con este monarca para defender la capital de su reino sitiada por los griegos.
En un combate que libró junto a las costas de Misla, mató a muchos de sus enemigos y obligó a los restantes a huir. Su victoria hubiese sido completa si Baco, que protegía a los griegos, no hubiese hecho brotar de la tierra una cepa de vid en cuyas ramas se enredaron los pies de Télefo, ocasionándole la caída.
Aquiles se precipitó sobre él y le hundió en su costado el hierro de su lanza. La herida ancha y profunda le causó fuertes dolores. El oráculo de Delfos le anunció “que esta herida no podía ser curada sino por el que la había causado”.
Se solicitó que Aquiles fuese al campo de Télefo y curase la herida, a lo que respondió que no era cirujano y que no tenia remedio alguno para este mal.
Pero Ulises, que sabía que Troya no podía ser tomada si los griegos no contaban entre sus soldados con un hijo de Hércules, explicó el oráculo de Apolo diciendo que la misma lanza que había producido la herida, debía curarla.
Aquiles consintió en raspar con un cuchillo la extremidad de su lanza y con la herrumbre que de allí sacó, arregló un emplasto que Télefo aplicó sobre la herida, cicatrizando ésta y quedando al cabo de pocos días completamente curado. Agradecido a este servicio, Télefo desertó del partido de Príamo y se unió al ejército griego.
Los griegos y romanos compusieron muchas tragedias sobre Télefo, de las cuales ninguna ha llegado hasta nosotros. En todas ellas aparecía este héroe, mendigo, vagabundo y colmado de infortunios; los sucesos en que descansa esta tradición son hoy completamente desconocidos.
Hércules y Télefo (Basílica de Herculano)
me parece una buena historia siempre es bueno saber algo de antiguedad!
Muy interesante la historia de Télefo. Me ha llamado mucho la atención la curación de la herida.