Muy facil. Tenemos sensación de velocidad cuando tenemos un punto de referencia con el que comparar, cosa que en un ascensor cerrado no ocurre.
Además, si la velocidad a que se está sometido es constante, es decir, la aceleración es nula, esta sensación disminuye gracias a la inercia.
En el ascensor ultrarápido, el cambio de velocidad en el arranque y en la parada tiene lugar en un tiempo mínimo, y el resto del trayecto se realiza con aceleración nula, es decir a velocidad constante.
Así que nuestro cerebro es incapaz de distinguir entre el reposo y el movimiento.
Y espero no tener esa sensación nunca!!!!
Tal vez este relacionado con la velocidad o no, pero en ascensores más ràpidos que lo habitual sienten leves nauseas o molestias momentáneas durante el ascenso o descenso