Suspendida entre mito y realidad, Turín puede considerarse históricamente el centro del mundo de lo oculto. Se cuenta que en muchas de sus plazas han tenido lugar episodios de carácter esotérico y son muchos los que pueden relatar fenómenos inexplicables y hechos sobrenaturales acaecidos en diversos rincones de la ciudad. Pero para saber más acerca de la magia turinesa es necesario retroceder en el tiempo hasta el momento de su fundación.
Piazza San Carlo
Según algunas teorías, no fueron los romanos quienes fundaron la ciudad, sino Fetonte, es decir, el ignoto faraón egipcio Phaetón, hijo de la diosa Isis. Él fue quien erigió un templo al dios Apis, el dios toro, justo en el cruce entre dos ríos, el Dora y el Po. Estos dos ríos juegan un papel fundamental en el transcurso de la vida y la historia de la ciudad y, según los esotéricos, influyen en su suerte. ¿Será acaso este origen egipcio el que ha hecho que en la ciudad se reuniesen tantos restos del Antiguo Egipto como para albergar el segundo Museo Egipcio del mundo?
Turín sería el vértice de dos triángulos muy particulares: el primero, de magia blanca, la uniría con Praga y Lyon: el segundo, de magia negra, la uniría a Londres y San Francisco. Geometría y geografía se unen en una especie de tela de araña esotérica.
Magia blanca, magia negra: Turín conserva un atractivo misterioso, quizás porque se encuentra, junto con Praga, Lyon, Londres y San Francisco, en el vértice de dos triángulos mágicos: uno blanco y otro negro.
La misma planta romana de la ciudad presenta las cuatro puertas de ingreso erigidas en dirección a los cuatro puntos cardinales, y todo ello está puesto en coincidencia con el paralelo 45° que tiene como referencia el obelisco de la Piazza Statuto.
Religión y misterio: Sobre estas lineas, la iglesia de la Gran Madre de Dios. Algunos han querido ver en la estatua de mujer que alza un cáliz al cielo que hay frente a la iglesia, la señal de que el Santo Grial se podría esconder aquí. Bajo estas lineas, el monumento de Piazza Statuto, que se encuentra en el paralelo 45″.
Los lugares del misterio
Piazza Statuto, lugar mágico por excelencia y centro «negro» de la ciudad, tiene una fama siniestra. Parece ser que se asienta sobre una necrópolis romana, ciudad de muertos, y por si esto fuera poco, ha sido el lugar donde durante cientos de años se llevaron a cabo las ejecuciones capitales. Por otro lado, Turín cuenta con diversos centros «blancos», fuertemente positivos. La Fuente del Tritón, situada en los Jardines Reales de la plaza del Castillo, y la catedral, donde se custodia la Sábana Santa son dos de estos centros.
Otro lugar cargado de una fuerte energía positiva es la iglesia de la Gran Madre, tan favorable para la ciudad que se dice que entre las estatuas situadas frente a su entrada está la clave para encontrar el Santo Grial. Este, lógicamente, se encontraría en Turín y, junto con la Sábana Santa, crearía un eje positivo capaz de proteger la ciudad.
Pero el mundo esotérico no existe solo bajo las estrellas. El centro de la ciudad está plagado de galerías subterráneas, artificiales y naturales, con una intensa vida desde la Antigüedad, en las que se han realizado ritos mágicos y procedimientos secretos, tantos que han merecido llamarse grutas alquímicas.
Abajo, la Mole Antoneliana.
Turín, arriba y abajo
Para conocer a fondo Turín hay que estudiarla en sus diversos niveles. Existen hasta doce entradas a las grutas más importantes de la ciudad, pero la mitad de ellas son falsas, para confundir a los no iniciados. En la superficie, algunos edificios altos e imponentes, como la Mole Antoneliana, la iglesia de la Gran Madre y los obeliscos, tienen la función de difundir la energía de misteriosas corrientes telúricas, como si de grandes antenas se tratase. Parece como si cada rincón vital de Turín tuviese un papel concreto en una compleja y complicada estrategia esotérica.
¿Será por todo esto, y por llegar a conocer su sentido más profundo, por lo que algunos famosos alquimistas como Paracelso o Fulcanelli, los legendarios Cagliostro y Nostradamus, el filósofo Nietzsche, el médico Cesare Lombroso, el inmortal Conde de Saint Germain y el gran médium Gustavo Rol escogieron la ciudad de Turín para vivir?
Abajo, la catedral, donde se custodia la Sábana Santa.
El láser y un enigma
En alguna ocasión puede ser estimulante unir tecnología y fantasía. Un arquitecto austríaco ha descubierto que, uniendo sobre un mapa de la ciudad cinco edificios de la época de los Saboya (la basílica Superga, los castillos de Rivoli y de Moncaliere, y las plazoletas de Stupinigi y Venaría) se forma una estrella, y ha propuesto que desde cada uno de ellos sea encendido un rayo láser; en el cruce de los rayos aparecería en el cielo una enorme estrella de cinco puntas, símbolo fuertemente esotérico.