Esta mujer lo tiene claro: para robar, nada mejor que una falda amplia con bolsillos secretos. Consigue meterse varios botes de leche infantil de una farmacia y luego se acerca un poco al mostrador sin pestañear.
Cuando sale, se puede ver que hasta anda medianamente bien. También hay que reconocer la labor que realizan los dos hombres, uno que va al mostrador a tapar y distraer, y otro que directamente se interpone para cubrir el delito. Esto sí que es arte, y lo demás son tonterías.
Visto en Robando leche.
Si ya lo diecn, hay que tener arte para robar y estos lo tienen.