Estas extensiones con forma de dedo incrementan la superficie de intestino, de modo que este pueda absorber mejor los nutrientes de la comida. Las glándulas intestinales o de Lieberkühn, se pueden ver en dicho vello. Algunas células en estas glándulas crean hormonas, incluida la serotonina, que ayudan a controlar la actividad del intestino.
Qué maravilla la imagen a través del microscopio.
Pues si que son importantes las glandulas intestinales.