Es un intervalo de tiempo dentro del cual debe lanzarse un cohete con el fin de alcanzar el objetivo prefijado.El momento óptimo para el lanzamiento de un misil que, por ejemplo, tiene la función de colocar una astronave en trayectoria lunar, es elegido con relación a las posiciones astronómicas de la Tierra y de la Luna.
Sin embargo, existe un intervalo de tiempo, antes y después de este momento óptimo, dentro del cual el lanzamiento para alcanzar el objetivo Luna es siempre posible. Si por causa de retrasos o de averías, se va más allá de la ventana de lanzamiento, la misión ya no es posible y hay que esperar una sucesiva posición favorable.
También para el lanzamiento hacia los planetas existen problemas de ventanas, sin embargo estas son un poco más amplias con respecto a las necesarias para un vuelo a la Luna.
La ventana de lanzamiento está impuesta por la actual metodología de vuelo interplanteatrio. Una astronave o una sonda dirigida hacia un cuerpo próximo a la Tierra se desplaza durante la mayor parte de su viaje con un movimimiento inercial, aprovechando el campo gravitacional de los cuerpos del sistema solar.
El empuje propulsor es proporcionado sólo al comienzo para colocar a la astronave a lo largo de su trayectoria, o por breves momentos durante su viaje para corregir ésta. El resto de la travesía se realiza con los motores apagados.
También a estas ventanas de lanzamiento se las puede denominar ventanas lunares. Se denominan así los intervalos de tiempo que resultan más apropiados para iniciar un vuelo a la Luna.
En términos generales existen un momento óptimo cada día, un día óptimo cada mes lunar (28 días) y un mes óptimo cada período de 18,6 años.
La conveniencia de utilizar estas ventanas, no es otra que, efectuando el lanzamiento en dirección oeste-este, aprovechar el impulso rotatorio de la Tierra aumentando así la velocidad en 1.600 km/h.
El tiempo que permanecen abiertas estas ventanas es de 10 minutos aproximadamente, traspasado el cual debe aplazarse el lanzamiento hasta el día siguiente.
Para conseguir un lanzamiento perfecto, además de tener en cuenta a las ventanas lunares, también es necesario contar con el factor de la distancia media Tierra-Luna, así como la fase lunar que presente la misma en el momento de llegar la nave a sus inmediaciones.
Jo, son tan primitivas nuestras naves, que dependemos de 10 minutos para poder hacer un lanzamiento. ¡¡¡Que lejos queda eso de las peliculas de salir de un planeta cuando nos da la gana!!!
Quaid:
No pasa por un asunto de que sean primitivas las naves, pasa por una cuestión de optimizar y ahorrar. Eso lo aprendí en mi carrera de ingeniería. Aun siendo muy sofisticadas las naves dentro de mil años, se seguiría con esta modalidad de buscar lo más óptimo. Saludos